El banco digital Self Bank señala que las operaciones de tarjeta de débito/crédito crecen en tasas de más de un 10%, y casi la mitad de los españoles ya usa la banca electrónica. id:43504
En el siglo VII y VI antes de Cristo aparecen las primeras monedas oficiales. Desde entonces han pasado casi tres mil años y algunos economistas abogan por la desaparición del dinero en efectivo. Países como Suecia ya han tomado medidas para digitalizar todos los pagos, incluidos los de los baños públicos. Dos tercios de los suecos aseguran que pueden arreglarse perfectamente sin efectivo y la gran mayoría reconoce que usa la tarjeta incluso para pagos de menos de 10 euros.
En España,en los primeros nueve meses de 2018 se registraron 2.851 millones de transacciones con dinero de plástico, con un montante que superaba los 108.000 millones de euros, según datos del Banco de España. Como explican desde Self Bank, “este tipo de operaciones están creciendo en tasas de más de un 10%, por lo que parece que el dinero tiende a ser cada vez más digital”. Así, la entidad analiza cuál es la evolución de los pagos y si el mundo del efectivo empieza a ser ya algo del pasado.
Este auge cada vez mayor de los pagos con tarjeta lleva implícita la disminución de acciones relacionadas con la operativa bancaria como la extracción de efectivo o la atención en ventanilla. Como consecuencia, el número de sucursales en España se ha reducido de 45.084 a 27.811, dejando en ocasiones a poblaciones sin ninguna oficina bancaria,revela el Banco de España.
Para suplir esta carencia, el desarrollo de Internet y el auge de los dispositivos electrónicos se posicionan como los grandes aliados en el apogeo de la banca electrónica. En España, el 48,1% de los mayores de 15 años ya son usuarios de banca electrónica, 8 puntos más que hace dos años (40,4%), según el informe de 'Las TIC en los hogares', realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información.
Y es que el dinero en efectivo tiene serios competidores a la hora de hacerse un hueco en las transacciones comerciales. Entre las opciones existentes además de las tarjetas de crédito, débito o prepago, están las transferencias electrónicas, los pagos a través del teléfono móvil o de plataformas de pagos como Paypal. “Todos estos sistemas son seguros, rápidos y muy cómodos, y cada vez es más generalizado su uso entre los españoles, independientemente de la edad, y esto hará que en el futuro el uso de billetes y monedas sea cada vez más esporádico”, asegura Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank.
En el caso de que fuera posible la desaparición del dinero en efectivo, un objetivo en el que ya trabajan algunos países europeos como Dinamarca, que pretende hacer modificaciones legislativas para reducir el uso del efectivo, o como Finlandia, Holanda y Bélgica, que han optado por eliminar las monedas de uno y dos céntimos de euro debido a que su coste de producción es superior a su valor, esto conllevaría una serie de ventajas como la reducción de los costes de emisión de moneda, ya que algunos billetes cuentan con sistemas de seguridad muy sofisticados que hay que reponer si se deterioran, además del alto coste que supone la custodia del dinero.
Otro de los beneficios del fin del efectivo sería la disminución de los robos, tanto a ciudadanos como a entidades bancarias y comercios, aunque por el contrario deberían contar con fuertes medidas en materia de ciberseguridad. Además, desde el banco digital Self Bank recuerdan que con este supuesto se contribuiría a minimizar la economía sumergida, puesto que todas las transacciones económicas quedarían registradas digitalmente.