Gracias a la posibilidad de teletrabajar y a la mayor flexibilidad que ofrecen ahora algunas empresas, las zonas rurales, en las que el acceso a internet esté garantizado, podrían presentarse como posibles entornos en los que vivir. id:61564
La excepcionalidad vivida en los últimos meses ha ocasionado que las personas concedan más importancia a su hogar y que sus prioridades en la búsqueda de una nueva vivienda hayan cambiado. La creciente demanda de viviendas unifamiliares con espacios exteriores y privados, el aumento del interés por estancias amplias o la búsqueda de entornos naturales a las afueras de las grandes ciudades son algunos de los síntomas que denotan un cambio de tendencia.
Gracias a la digitalización y la posibilidad del teletrabajo, los profesionales pueden tener la oportunidad de trabajar desde cualquier lugar y concebir este formato flexible como una práctica generalizada a largo plazo. Por ello, las zonas fuera de las grandes urbes, y concretamente las zonas rurales, se presentan como posibles entornos en los que vivir respondiendo al interés social de tener mayor tranquilidad, independencia y espaciosas viviendas.
Este panorama supone una gran oportunidad para la España Vaciada. Aquellos que viven en las principales ciudades por necesidades laborales, y que ahora gozan de flexibilidad, podrían plantearse el éxodo hacia estas zonas por las buenas oportunidades que ofrecen con viviendas amplias y asequibles, además de entornos naturales y tranquilos. No obstante, es importante recalcar que para impulsar realmente la repoblación rural se deben primero tomar en cuenta medidas que favorezcan el acceso de los habitantes de estas zonas a servicios básicos de calidad como internet o centros educativos y sanitarios.
Los expertos de Instituto de Valoraciones han analizado los hábitos y motivaciones del futuro comprador, definiendo algunas tendencias que podrían ayudar a impulsar el mercado inmobiliario rural:
- Interés por segundas residencias donde teletrabajar: las casas en la montaña o en el campo se han presentado siempre como una opción ideal de segunda residencia para pasar los fines de semana o el verano, por los espacios exteriores e independientes que ofrecen y por la tranquilidad de sus entornos. Tras la época vivida recientemente en España por la llegada de la pandemia, es posible que las personas muestren mayor interés por tener una vivienda en zonas rurales fuera de las grandes urbes, en donde puedan pasar su tiempo libre en ambientes tranquilos y con menor densidad de población (lo que también implica menor riesgo) o incluso, teletrabajar si les es posible.
- Viviendas adaptadas a la demanda actual: por los amplios terrenos disponibles en las zonas rurales, la posibilidad de que una vivienda se adapte a las demandas e intereses que presentan los interesados ahora mismo es mucho mayor. Este tipo de viviendas pueden alojar terrazas, jardines, piscinas e incluso estancias extra que se pueden utilizar como despachos. Por lo referente a su precio, en algunas ciudades como Ciudad Real o Teruel, su valor de mercado medio se sitúa por debajo de las grandes urbes como Madrid y Barcelona. En el segundo trimestre del 2020, el precio medio de mercado en Ciudad Real o Teruel fue de 1.007 €/m2 y 1.030 €/m2 respectivamente, mientras que en Madrid y Barcelona alcanzó valores superiores a los 3.000 €/ m2, según datos arrojados por SMARTA, la plataforma de información del sector inmobiliario basada en big data e inteligencia artificial de Instituto de Valoraciones.
- Tranquilidad, sostenibilidad y bienestar, entre las prioridades: tras la excepcionalidad de los últimos meses, son muchas las personas que se han dado cuenta de lo valioso que es su bienestar personal, tanto físico como mental, y que han aprendido a valorar el tiempo libre en casa o el ahorro de tiempo y estrés que conlleva no tener que coger atascos o transporte público para ir a sus oficinas. Por otro lado, se prioriza también el respeto por el medio ambiente y las prácticas sostenibles, lo cual en las zonas rurales resulta mucho más fácil, pues se impulsa la producción y el consumo local o el cuidado de la naturaleza que rodea estas áreas.
- Posibilidades de inversión con buena rentabilidad: este año, y posiblemente en un futuro próximo, la tendencia se dirige hacia más turismo nacional. Se está optando por pasar las vacaciones en alojamientos rurales o de costa donde preferiblemente no haya muchas aglomeraciones y donde las preocupaciones sean lo menores posibles. Así, se podría concebir la situación actual como un buen momento para sacar rendimiento a los ahorros invirtiendo en la España más rural, donde podrían encontrarse buenas oportunidades, tanto para el disfrute propio como con objetivos de rentabilidad durante todo el año.
- A mayor interés, mayor parque de vivienda: la construcción de obra nueva en zonas como Ciudad Real o Teruel, en donde entre los meses de enero a abril de 2020 se han concedido 210 y 119 visados de dirección de vivienda de obra nueva respectivamente, según los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, es mucho menor que en otras ciudades que presentan mayor demanda como Madrid (4.729) o Barcelona (2.835). Así, sería lógico pensar que, si se presentase un aumento real de interés por las zonas rurales como destinos para vivir o para invertir en segundas residencias, este parque de viviendas podría aumentar, lo que también incidiría positivamente en la oferta de servicios en zonas adyacentes.