La igualdad no ha llegado a la compra de los preservativos, prácticamente en el 95% de los casos es el hombre el encargado. id:65648
Desde “me incomoda” a “mata el momento de lujuría”… las excusas de los hombres para no utilizar preservativos durante el sexo son tan viejas como los propios condones. Sin embargo, los preservativos no sólo protegen frente a un embarazo no deseado, sino que se trata del método más eficaz, accesible y popular para evitar ETS´s. Por ello, JOYclub, comunidad basada en la sexualidad liberal ha realizado un estudio entre 2.000 usuarios de su plataforma para saber más sobre cómo lo utilizamos, por qué nos decidimos por él o por qué lo evitamos.
Sólo el 10% afirma no utilizar condones en absoluto
Mientras que una amplia mayoría del 69% se proclama entre los que siempre utilizan condones en sus relaciones (en especial, si estas son esporádicas), un escaso 10% afirma que no utiliza protección en absoluto.
El restante 20% es el más responsable: utiliza preservativos en todas sus relaciones sexuales.
Entre los datos más llamativos están precisamente los motivos para no utilizarlo. ¿El principal? El argumento es aplastante y está relacionado con la disminución de la intensidad: el 71% de los hombres y el 55% de las mujeres lo destacan como desventaja principal.
La rotura también es un hecho que añaden a la lista: casi la mitad de los encuestados que han tenido esta experiencia al menos en una ocasión.
Desigualdad de género
En los tiempos que vivimos llama especialmente la atención que los preservativos sigan siendo “cosa de hombres”: en el 95% de los casos lo compran ellos y el 77% lo hace porque siente que es una responsabilidad suya. De hecho, esta sensación va más allá de la compra y se extiende a la hora de utilizarlo, el 87% de los hombres se lo pone a sí mismo, mientras que sólo un tímido 13% de casos tienen como protagonista de esta acción a una mujer. La talla es lo más importante a la hora de elegir, aunque sorprende que sólo un 11% se ha medido para asegurarse de comprar la medida correcta, seguido de el grosor -buscando siempre la opción más fina- y de la marca que ganan a otras características como el color o el sabor que casi no tienen influencia en la elección.
En definitiva, queda patente que “disfrutar de relaciones abiertas, barajar diferentes opciones de pareja y vivir el amor de forma abierta es el motor de nuestra comunidad donde la seguridad y el respeto son siempre bases sobre las que descubrir, experimentar y aprender” recuerda Manuel Beinternagel, portavoz de JOYclub.