AleaSoft analiza la evolución de la demanda de electricidad después de la crisis durante la recuperación económica, el cambio claro en el uso de la electricidad y el incremento de la eficiencia eléctrica. id:41014
La crisis económica de la última década ha transformado la manera de consumir
electricidad de las empresas, las industrias y los hogares. Por ser la factura de la luz un gasto importante en la economía doméstica y de muchas industrias, la tendencia lógica es a disminuir el
consumo y optimizarlo de manera que el precio por kWh consumido se reduzca.
La demanda de electricidad en España experimentó un importante aumento hasta 2008. Entre 1995 y 2008, el consumo de electricidad casi se duplicó con un incremento del 75,1%. Esta subida de la demanda estuvo ligada a un incremento prácticamente idéntico del Producto Interior Bruto (PIB). La relación entre demanda de electricidad y PIB continúa presente entre 2008 y 2013, cuando la crisis económica hace retroceder el PIB un 8,9% y le siguió una disminución de la demanda eléctrica del 6,6%.
Pero el cambio interesante llega en 2014, cuando la economía comienza a mostrar algunos signos de recuperación, y el PIB comienza a aumentar de nuevo a un ritmo parecido a los años anteriores a 2008. También lo hace el consumo de electricidad, pero esta vez a un ritmo mucho menor que el PIB. Entre 2014 y 2018, el PIB se estima que ha crecido alrededor de un 13%, mientras que la demanda de electricidad lo ha hecho un 4,6%. La disminución de la intensidad energética es un claro indicador del incremento de la eficiencia energética después de la crisis. La intensidad energética relaciona el consumo de energía con el PIB para determinar cuánta energía es necesaria para producir la riqueza del país, y es un indicador del uso de la energía y lo eficiente que es un país a la hora de producir bienes y servicios.
Además del incremento de la eficiencia eléctrica, también se ha mencionado la optimización del consumo para reducir su coste. Para analizar si ha habido un cambio de hábitos para disminuir el coste de la electricidad adquirida, AleaSoft ha analizado la evolución del rango diario de la demanda eléctrica horaria, es decir, la diferencia entre la demanda horaria mínima y máxima de cada día. Lo que se observa es que la evolución del rango diario de demanda y el volumen de demanda es muy parecida hasta 2013. A partir de entonces, al inicio de la recuperación económica, el volumen de demanda empieza a recuperarse, pero el rango diario continúa decreciendo, indicando que se reduce la distancia entre el máximo y el mínimo y la curva horaria de demanda se aplana. Este comportamiento es muy parecido al observado en el precio del mercado mayorista de electricidad que se analizó en una noticia anterior de AleaSoft. Sin duda, el aplanamiento de la curva de demanda ha sido un factor determinante en el aplanamiento de la curva de precios.
Se observa el trasvase de parte de la demanda desde las horas con mayor consumo durante el día hacia las horas con menos consumo durante la noche para aprovechar los precios más reducidos en ese periodo. Esa tendencia a trasladar la demanda del pico del día al valle de la noche se confirma al comprobar el número de contratos con discriminación horaria que intentan sacar un rendimiento mucho mayor a la diferencia de precio final entre las horas del día y de la noche. Los datos de la CNMC indican que el número de contratos domésticos con discriminación horaria está experimentando un crecimiento importante en los últimos años: han pasado del 5% en 2013 a cerca del 15% en 2018.
Estacionalidad de los patrones de demanda eléctrica
La curva horaria de demanda eléctrica está fuertemente influenciada por la actividad laboral, comercial y escolar que son las que determinan en gran medida el uso que se hace de la electricidad. La diferencia entre la noche, un valle con una demanda menor, y el día, al menos con un pico de demanda, se mantiene durante todo el año. Pero el comportamiento durante las horas fuera del valle tiene distintas unas características según la época del año. Durante los meses de invierno, existen dos picos durante el día: uno con el máximo entre las 10:00 y las 12:00, y otro por la tarde-noche un poco más alto que el anterior con el máximo entre las 19:00 y las 21:00. Estos picos coinciden con las horas del comienzo de las jornadas laborales y escolares, y con la hora de vuelta a casa y de la cena. Por otro lado, en verano, el máximo del pico de la mañana se atrasa entre las 12:00 y las 14:00 coincidiendo en este caso con las horas de más calor durante la jornada laboral, y el pico de la tarde prácticamente se desvanece.
Perspectivas sobre la evolución de la demanda eléctrica
Mirando al futuro, la tendencia es a aumentar la eficiencia energética, lo que producirá una rebaja de la intensidad energética, aunque el volumen de demanda continúe aumentando. La demanda de electricidad se enfrenta a retos importantes en los próximos años, entre los que destacan la expansión del uso del vehículo eléctrico, el incremento de las instalaciones de autoconsumo y el incremento de la capacidad de almacenamiento de energía con baterías e hidrógeno.
Además de la eficiencia, también se incrementará la flexibilidad de la demanda. Esta flexibilidad, aparte de optimizar el coste de la electricidad, también será cada vez más necesaria para hacer frente al incremento de la producción renovable, la mayor parte de la cuál, eólica y fotovoltaica, será no gestionable. Un paso importante en esa dirección será la incorporación al sistema eléctrico de la figura del agregador de demanda, ya presente en varios países europeos, que permitirá que el balance entre consumo y producción se pueda ajustar también desde el lado de la demanda.
Y, por último, el aplanamiento de la curva de demanda conllevará también un aplanamiento de la curva de precios del mercado eléctrico, tal y como se mostraba en el análisis de AleaSoft de la evolución de los precios.
Para más información, se puede seguir el siguiente enlace: https://aleasoft.com/es/eficiencia-energetica-aumenta-despues-crisis-economica/