Alquiler de despachos en Barcelona sin bullicio

El coworking, en español cotrabajo, se ha convertido en tendencia. Compartir el espacio de trabajo, sin tener que preocuparnos por nada más que entrar en el lugar y empezar a trabajar, es la opción elegida por todos aquellos que han descubierto que ahorrar dinero no solo no está reñido con la comodidad y la calidad de los servicios e instalaciones, sino que gastando menos dinero podemos ser más productivos.

Cuando vayamos a elegir un centro de coworking, tenemos que fijarnos, principalmente, en la ubicación y en los servicios que prestan. Ambos aspectos tienen la misma importancia.

Por una parte, cuando decidamos la ubicación, hemos de pensar además de en nuestra conveniencia, que también es importante, en la de aquellos que vengan a visitarnos. Un lugar muy céntrico, como este de alquiler despacho Barcelona es un buen ejemplo de lo que queremos decir. Al principio, es posible que solo necesitemos un despacho compartido, que solo lo usemos unas pocas horas y, además, no todos los días. Pero llegará el momento en que necesitemos más, como salas de reuniones, de videoconferencias, aulas de formación, espacio para eventos y para organizar showrooms y, ya puestos a pedir, hasta espacios exteriores donde poder tomar el aire y un café. Y todo ello bien organizado en un ambiente tranquilo, profesional y sin ruidos. Digo esto último porque hay coworkings que parecen cafeterías ruidosas.

Por la otra, en un centro de coworking los servicios que estén a nuestra disposición han de ser de primer nivel. Como los que presta AIN Centro de Negocios en Barceleona que alquila despachos tanto individuales como para compartiir. Veamos algunos:

• Material de oficina para que pidamos lo que sea necesario.
• Catering para eventos, servicios de desayuno y comida diarios..
• Mensajería que podemos encargar a la recepción del centro.
• Aparcamiento cercano y fácil de reservar.
• Centro de reprografía para escanear documentación de manera rápida y ágil, imprimir y hacer copias a color o a blanco y negro, enviar y recibir faxes o encargar encuadernaciones.
• Asesoría empresarial si requerimos ayuda con la gestión fiscal, laboral o contable.
• Exposición del logo de nuestro negocio en el panel de recepción. La entrada principal es punto de referencia para todas nuestras visitas y tenemos que ser visibles.
• Bebidas servidas en sala por el personal del centro cuando la ocasión lo requiera.
• Secretariado, por ejemplo, para maquetar presentaciones, enviar correos a contactos o gestionar traducciones.
• Soporte informático, por si tenemos problemas con el portátil.
• Plan de contingencia con las medidas técnicas, humanas y organizativas necesarias para garantizar la continuidad de nuestro negocio.

Lo más interesante de un buen centro de despachos compartidos es que solo pagamos por aquello que usamos. Es muy tranquilizador saber que podemos llegar a utilizar todos esos servicios en un solo lugar, pero hasta que no lo hagamos no hay gasto.

Por cierto, en el centro de cotrabajo que elijamos debe ser posible trabajar también los fines de semana, aunque el personal de las instalaciones no esté presente y, por lo tanto, haya algunas áreas con acceso restringido.