La insignia API Profesional identificará a los agentes inmobiliarios suficientemente formados y que se comprometan al cumplimiento de un código ético y de buena conducta en aras de convertirse en una red de seguridad para el consumidor en un mercado falto de regulación. id:69865
La
Asociación Profesional de los Agentes Inmobiliarios de España (API España) ha presentado la insignia API Profesional que identificará a los agentes inmobiliarios suficientemente formados y que
se comprometan al cumplimiento de un código ético y de buena conducta en aras de convertirse en una red de seguridad para el consumidor inmobiliario en un mercado falto de regulación. Y es que, tras la liberalización de la actividad inmobiliaria en el año 2000, sólo en algunas comunidades autónomas se han aprobado regulaciones específicas. Eso significa que la gran mayoría de las transacciones inmobiliarias se realizan sin las garantías deseables para una operación de la envergadura de una compraventa de un inmueble.
La asociación API España y su insignia API Profesional se presentó ante el sector inmobiliario y los medios de comunicación en un
evento digital que fue conducido por
Vicenç Hernández, presidente de API España, y
Anna Puigdevall, directora general de la asociación, y que ha contado con la participación de
Joan Clos, exministro y presidente de FIABCI España y de Asval,
Gerard Duelo, presidente del COAPI de Barcelona, entre otros, el economista
Gonzalo Bernardos,
Joan Riera, presidente de Active Development y profesor en la escuela de negocios ESADE, y
Joan Fontrodona, profesor de Ética Empresarial en la IESE Business School.
Joan Clos quiso poner el foco en el actual
“paradigma cultural” en el que
“existe mucha presión sobre la imagen ética del sector inmobiliario”.
“La recuperación de los valores éticos es un esfuerzo cultural del colectivo inmobiliario que tiene que hacerse con determinación. En estos momentos estamos en una buena posición para mejorar la imagen a veces dudosa de los profesionales que operan en nuestro sector. Afortunadamente, Europa ha avanzado mucho gracias a su capital social. Hay una fuerte tradición de códigos deontológicos en base a asociaciones no obligatorias, por lo que se compensa la exigencia con el reconocimiento de la responsabilidad individual. La sociedad está avanzando en su conjunto. Por ejemplo, ahora hay mucha más transparencia fiscal que hace 30 años gracias a los sistemas de seguimiento del recorrido del dinero”, subrayó el también exdirector ejecutivo de ONU-Hábitat.
Joan Fontrodona, que compartió mesa redonda con Clos, fue en la misma línea:
“Escribir leyes o textos de contenido deontológico es más fácil que hacerlos cumplir. Muchas empresas tienen sus propios códigos de conducta, pero muy pocas hacen formación continuada y establecen medidas para que ese código se viva en la realidad diaria de la empresa. No hay que olvidar que los sistemas de control son eficaces para limitar las malas acciones y alejarse de ciertas prácticas que culturalmente hemos ido adquiriendo a lo largo de los años”. Por su parte,
Joan Riera incidió en la importancia de la innovación como generadora de negocio para cualquier empresa en un contexto tan cambiante como el actual.
“La innovación en el sector inmobiliario, como en cualquier otro, es crucial. Si la industria en la operamos avanza más rápido que nuestra propia empresa, necesitamos innovar. Para ello hay que analizar muy bien el entorno y encontrar las oportunidades que aparezcan. También hay que ser conscientes de las capacidades y recursos de cada organización para su transformación empresarial y combinarla, evidentemente, con la estrategia comercial de cada compañía”, enfatizó.
El economista
Gonzalo Bernardos felicitó a los API por esta iniciativa y puso en valor la figura del agente en cualquier transacción inmobiliaria:
“Un agente inmobiliario no es un ‘enseñapisos’, sino que debe tener elevados conocimientos sobre urbanismo, fiscalidad, valoraciones inmobiliarias, aptitudes comerciales… El sector se merece los mejores profesionales, y aquellos que no estén bien formados deben hacerlo para ofrecer un servicio de calidad y que aporte seguridad al consumidor. Las nuevas técnicas de captación, administración y venta evolucionan constantemente, por lo que aquellas empresas que no se reciclan no son poseedoras de sellos de gran calidad. Hay que instalar en la mentalidad de los profesionales la necesidad de ser cada día mejores”. Gerard Duelo clausuró el evento y celebró la fundación de API España y de API Profesional como garante de la calidad del servicio de los profesionales.
“El consumidor lo que busca es un distintivo que le otorgue garantías y fiabilidad desde el primer momento en el que accede al mercado inmobiliario. Es por ello por lo que es muy necesario que todos los API, colegiados o no, se vean obligados a atesorar conocimientos y experiencia suficientes como para poder acceder a la profesión. Hemos de priorizar la calidad de los profesionales por encima de la cantidad, por el bien del sector inmobiliario”, destacó el presidente del COAPI de Barcelona.