El sello avala la implantación y despliegue de medidas de seguridad e higiene en todos los centros que la compañía tiene en España. id:58847
Argal Alimentación ha obtenido la certificación de AENOR de su Protocolo de Actuación frente al Coronavirus implantado durante la crisis sanitaria y con el que se han puesto en marcha una batería de medidas encaminadas a proteger a sus trabajadores, asegurando, en todo momento, los altos estándares de calidad y seguridad alimentaria.
El Grupo Alimentario, en su compromiso por asegurar la seguridad y salud de sus trabajadores, ha implementado desde el pasado mes de marzo diferentes medidas para proteger a sus profesionales frente al SARS-CoV-2. Se trata de una serie de medidas principalmente de higiene, organizativas, formativas e informativas para minimizar el riesgo de contagio. Con estas medidas — aplicables tanto para el personal de la compañía como para sus proveedores y empresas colaboradoras—Argal quiere dar prioridad a los trabajadores, garantizando su salud y seguridad, además de contribuir con la sociedad a minimizar la expansión del virus.
Ahora, y gracias a este Certificado de Buenas Prácticas contra la COVID-19 impulsado por AENOR, Argal cuenta con un aval externo que respalda que estas medidas llevadas a cabo por la compañía y que forman parte de su Protocolo de Actuación son eficaces frente a los riesgos derivados de esta pandemia, cumpliendo además con las directrices establecidas por el Ministerio de Sanidad en materia de prevención e higiene sobre la COVID-19 para los servicios esenciales.
Evaluación de AENOR
La evaluación realizada por AENOR valora aspectos como la gestión de riesgos, la gestión de la salud en el trabajo, la formación/información y comunicaciones desarrolladas para dar a conocer esas buenas prácticas, las medidas organizativas (control de aforo, distanciamiento social, rutas de circulación alternativas, etc.), las medidas de protección (uso de equipos de protección individual), así como la intensificación de las buenas prácticas de limpieza e higiene, entre otros.
En definitiva, se trata de una certificación que impulsa la confianza entre todos los colectivos y supone un paso más hacia la recuperación económica y social de los efectos de la crisis del coronavirus.