Cuando su empresa ha prestado un servicio o vendido un producto, parece obvio que debe esperar que le paguen por ello. A continuación, exponemos algunas de las formas en las que puede proteger a su empresa y evitar que se produzcan impagos. id:70654
Las facturas impagadas son un problema más importante de lo que mucha gente cree. Si no se controlan, pueden provocar pérdidas financieras, despidos o incluso la quiebra. Cobrar puede causar con frecuencia los mayores dolores de cabeza a las empresas. Por otra parte,
perseguir los pagos puede suponer un tiempo valioso para su propio negocio, lo que a su vez le cuesta más dinero. Algunos directores afirman que se limitan a dar por perdidas las facturas porque no consiguen cobrarlas y acaban aceptando que no se les pague.
Lo ideal sería mantener algunas reservas en la cuenta de su empresa para ayudarle a capear cualquier tormenta que pueda surgir de los retrasos en los pagos. Se aconseja tener suficiente dinero para cubrir los gastos de tres meses previstos, lo que incluye todos los salarios, facturas y costes de productos o servicios.
Como lo anterior no suele ser habitual es mejor protegerse. Tenga contratado un seguro de crédito que proteja a su empresa de la morosidad y le ofrezca cobertura adecuada con todos sus clientes.
También podemos investigar al cliente antes de aceptar el trabajo:
- ¿Tiene una buena reputación o hay otras empresas que desconfían de ellos?
- ¿Cómo es su proceso de pago?
- ¿Tienen un departamento de contabilidad dedicado o es ad hoc?
Aunque ninguna empresa quiere rechazar una oportunidad de trabajo, si considera que existe la posibilidad de que se produzca un impago, valore si merece la pena el riesgo. Sea claro en sus expectativas y determine las penalizaciones por retraso en el pago.
Cuando se establece un acuerdo de nivel de servicio o un contrato, hay que asegurarse de que las condiciones de pago sean un elemento clave. Deje claro desde el principio cuáles son las consecuencias del impago, como los intereses adicionales. Hablar de las condiciones de pago desde el principio demuestra que su empresa no tolerará el retraso o el impago. También podría considerar la posibilidad de ofrecer un descuento por pago anticipado. Aunque esto suponga aceptar un poco menos de dinero, puede ayudar a animar a las empresas a realizar el pago en el plazo requerido.
De todas formas, prepárese para los retrasos o impagos, lamentablemente, haga lo que haga, se encontrará con que los pagos se retrasan en ocasiones. Piense en contratar una póliza de seguro de crédito para proteger su negocio y cerciorarse de que los trastornos que experimenta como resultado de los impagos se reducen al mínimo.
La protección de impagos debe ser total en la empresa. Pero si no tiene ningún tipo de seguro y ya está empezando a tener impagados, debería recurrir a una asesoría empresarial que también preste los servicios de recobro de la deuda.
Como empresa que busca avanzar, usted que no quiere clientes que no valoren su trabajo y que no le paguen. Defiéndase y gane lo que le corresponde.