Pagaremos todo con el móvil, sin necesidad de tarjetas o sacar dinero en efectivo. id:43570
¡Nos falta tiempo! pero la tecnología actual e internet nos da la oportunidad de ser más efectivos. También con la relación con nuestro banco. Ya no es necesario pasar por una oficina para hacer gestiones, ni siquiera para darse de alta…
la red posibilita que llevemos nuestra oficina bancaria en el smartphone. Pero… ¿están los bancos dispuestos a ofrecernos ese lujo?
“Se puede decir que los grandes bancos quieren que sigamos yendo a sus sucursales para cualquier trámite. ¡No están escuchando a los usuarios! Los anuncios televisivos de los grandes bancos nos venden el tú a tú pero realmente no oyen ni a sus clientes ni al resto de los ciudadanos. Las generaciones millennials y centennials no queremos encender y apagar nuestra tarjeta desde una app, queremos no necesitar tarjetas. Los ciudadanos entre 25 y 35 años no quieren ir a un cajero, no quieren llevar efectivo… ¡confían ciegamente en la tecnología!”, asegura Raúl Montalvo, CEO de Esmartia.
Mientras los bancos pequeños nacidos en la Era Digital permiten abrir una cuenta sin pasar por una oficina, no cobran comisiones y ofrecen sistemas que permiten el ahorro; los grandes bancos siguen apostando por las tradicionales campañas publicitarias en televisión a sabiendas que las nuevas generaciones no la ven.
“Se habla de algoritmos inteligentes pero todos ellos se basan en información y los grandes bancos poseen información de calidad sobre cada uno de nosotros y debería servirle para ofrecer mejores servicios, mejores propuestas a sus clientes. Tristemente, siguen anclados en lo que les funcionaba hace 2 décadas y las nuevas generaciones buscan otra cosa. A los jóvenes les gustaría que su banco les ayudase a gestionar mejor, que les ayude con su economía y finanzas. Para eso hay que saber escuchar y en la antigua comunicación, las empresas estaban acostumbradas a lanzar ellas los mensajes y no a recibir los de sus clientes. La Era Digital ha traído la comunicación bidireccional y hay que saber usarla”, afirma Montalvo.
A pesar de las grandes inversiones, los pequeños bancos están adelantando a los grandes en su transformación digital. La tecnología está desarrollada y las herramientas existen pero la tradición pesa en el sector bancario. Los ciudadanos demandan un servicio personalizado, online, directo y rápido, los grandes bancos siguen ofreciendo los mismos servicios que a finales del siglo XX.