No muy conocido, por su exclusividad, el A5 Cabrio muestra una pureza de líneas difíciles de igualar, con la ventaja de que pueden disfrutar de él cuatro personas de forma cómoda y segura. id:84315
Es innegable que los coches descapotables tienen algo especial, sobre todo cuando llevan la capota recogida, tienen un cierto glamour y parece que están hechos para, como así es, disfrutar de la vida y sentir el viento alrededor de los ocupantes. Las limpias líneas, las suelen perder la mayoría de los cabrio cuando la capota esta montada, pero en este caso del A5 no pasa. Audi ha sabido integrar la capota en las líneas generales del coche y en particular, con la unidad probada, la capota granate ha combinado tan bien con el verde oliva de la carrocería, que casi ha llamado más la atención con la capota puesta que quitada.
Como parte de la gama del A5, la mayor parte del diseño del Cabrio, coincide con el resto, así el morro es casi idéntico a la última remodelación que se llevó a cabo hace unos meses. El capó baja decididamente hacia la tridimensional calandra “single frame” compuesta por un tramado de hexágonos “aplastados” a modo de nido de abeja, lo que hace que su tamaño sea más pequeño en lo que a altura se refiere, pues además en el cromado marco de la mencionada parrilla, en la parte superior, se sitúan unas estrechas entradas de aire, que recuerdan de algún modo a las más llamativas del mítico Audi quattro de competición de hace años. A cada lado de del paragolpes, en su parte inferior, encontramos dos grandes y falsas entradas de aire para los frenos, parte de cual luce un llamativo marco color aluminio dentro del cual se sitúen los faros antiniebla. Y ya que hablamos de faros digamos que los del A5 Cabrio disponen de tecnología Matrix LED con 18 diodos emisores de luz que alumbran a través de dos lentes para producir el haz de luz larga. Con la información proporcionada por la cámara situada en el retrovisor interior, la unidad de control los enciende y apaga individualmente o los atenúa en 64 niveles si es necesario. Esto hace posible que los faros Matrix LED produzcan hasta varios millones de formas diferentes de distribuir el haz de luz, iluminando la carretera de forma óptima y con una calidad de luz similar a del día, sin deslumbrar a otros usuarios de la vía. La firma lumínica de día, esta compuesta por cuadraditos de led, que recorren la parte superior de la óptica del faro.
El inclinado parabrisas esta reforzado, como es lógico en un descapotable, por un grueso marco de aspecto de aluminio satinado. Una sinuosa nervadura une, por encima de los abridores de las puertas, los faros delanteros con el grupo óptico trasero y otras más sinuosas y suaves recorren la carrocería entre ambos pasos de rueda y en la parte baja de las puertas. Las llantas de cinco originales brazos, con unos neumáticos de perfil superbajo, resultan claramente deportivas. A partir de la gran puerta, todo tiene el mismo nivel que la propia cintura del coche, ya que la capota se encierra totalmente en un compartimento enrrasado con el maletero, que dispone de una más bien corta tapa, pues el resto de este “tercer volumen” sirve para guardar la capota.
Esta mencionada tapa del maletero que contiene en su borde un discreto y acertado alerón aerodinámico. El panel trasero está dominado por los generosos grupos ópticos horizontales con tecnología de led y con intermitentes dinámicos, destacando que la tercera luz del freno esta situada discretamente en el borde cromado del compartimento de la capota. El generoso paragolpes contiene en su parte baja, un oscuro difusor de aire, enmarcado por una ancha línea quebrada en aluminio satinado, que parece “proteger” los catadiópticos y las trapezoidales salidas del escape situadas en sus extremos.
Como ya hemos dicho, con la capota desplegada el A5 Cabrio no pierde apenas enteros en los que a diseño se refiere, pues encaja perfectamente con la línea general del coche y le convierte en un auténtico coupé, con la gran ventanilla de la puerta y otra más pequeña para las plazas traseras, pero con el techo de lona retráctil formando una bien estudiada curva. La luneta es de cristal y dispone de las clásicas resistencia para evitar el empañamiento. La acción de abrir o cerrar el techo, solo requiere accionar una pestaña situada en el centro de la consola en su parte horizontal, muy cerca de la mano y junto a la palanca selectora del cambio. Se puede activar incluso en marcha, siempre que no superemos los 50 km/h. Para quitar el techo solo se necesitan 15 segundos y automáticamente en ese tiempo se pliega y se encierra en el compartimento que, al cerrarse, como hemos dicho queda en línea con el maletero. La desplegar el techo el procedimiento es el mismo y solo se tardan unos 3 segundos más que en el de pliegue.
El interior del A5 Cabrio, al igual que el exterior, mezcla sabiamente los elementos deportivos con la elegancia y cierto lujo, aglutinados bajo una excelente terminación y calidad de los materiales empleados. El habitáculo en su parte delantera es prácticamente el mismo que el ofrecido por las versiones Coupé y Sportback, mientras que en las plazas traseras si ha habido lógicamente variación, pues ahora en el Cabrio, solo se puede ofrecer dos plazas debido a que esta parte es más estrecha al ocupar sito lateral los mecanismos de la capota para su apertura y cierre. Ahora bien eso dos pasajeros viajaran tan cómodos como los delanteros, al esta así configurado el asiento y disponer un generoso lugar para las piernas. Los asientos delanteros tienen un diseño realmente deportivo y con el reposacabezas incorporado al respaldo, además de la regulación eléctrica, calefacción y ventilación, ofrecen una excelente sujeción y el cuerpo apenas se mueve una vez ajustado, con los reglajes, a nuestra anatomía. Es de destacar que, debido al gran tamaño de la puerta que obliga a situar el anclaje del cinturón de seguridad muy atrasado, un sistema eléctrico hace que un brazo nos lo acerque, para no tener que retorcer el cuerpo para alcanzarlo. Si no se van a utilizar las plazas traseras, se puede instalar un deflector de viento para que no afecte a los ocupantes delanteros, cuando se va sin capota a velocidades altas.
El salpicadero tiene un diseño bastante horizontal, lo que contribuye a dar aún más esa sensación de espacio que los pasajeros delanteros tienen nada más entrar en el coche. Las inserciones de aluminio combinan perfectamente con la piel y el plástico negros de alta calidad. El cuadro que se ofrece al conductor (Audi Virtual Cockpit) no puede ser más informativo y fácil de interpretar, pues además se puede configurar a voluntad, ya que está realmente compuesto por una pantalla TFT de 12,3 pulgadas con una resolución de 1.440 x 540 pixeles y que entre otros datos puede reproducir los mapas del GPS de la pantalla de la consola central de 8,3 pulgadas, así como variar el tamaño de los relojes habituales, cuentavueltas y velocímetro entre otros indicadores y el propio mapa. Todo es gracias a que se dispone, en esta versión, del sistema de navegación MMI plus con su avanzada tecnología. Por si fuera poca esta fácil y completa información que se puede recibir y adaptar al gusto de conductor, éste dispone ante sí del heap-up display que proyecta toda la información relevante en el parabrisas, como flotando ante la visión del conductor, que no tiene que desviar lo más mínimo la vista sobre la carretera para asimilar la información. La capacidad del maletero es de 380 litros, notablemente inferior a la de las versiones con techo duro, pero es que la capota necesita su espacio.
La ya mencionada pantalla central táctil tiene bajo ella las salidas de aire y más abajo los mandos del potente climatizador y más abajo aun interruptores auxiliares y el del Drive Select para los modos de conducción. La consola, ya en posición horizontal, contiene el botón de arranque y pare, un hueco para dos botes de bebida otro hueco más pequeño y ya la achatada palanca selectora del cambio. El reposabrazos central también ofrece un útil hueco bajo él. Los viajeros traseros tienen sus propias salidas del climatizador.
Ya hemos comentado el excelente diseño y la belleza de la carrocería y la elegancia deportiva del interior del A5 Cabrio, en esta versión probada 45 TFSI, se disponía de un motor con una aceleración realmente impresionante, pues es capaz desde parado llegar a los 100 km/h en tan solo 6 segundos, una cifra digna de un deportivo nato, mientras que la velocidad punta se limita a 250 km/h. Esta eficaz y dinámica motorización es un 2 litros de gasolina que desarrolla una potencia de 265 CV entre 5.250 y 6.500 r.p.m., mientras que su par se sitúa en los 370 Nm a 1.600/4.500 r.p.m., lo que da idea de la amplitud de utilización, con un soberbio empuje, a disposición del conductor por muy exigente que éste sea.
Entre los aspectos técnicos más destacados de este excelente motor figuran el colector de escape integrado en la culata, el módulo central giratorio para el sistema de gestión térmica, el Audi valvelift (AVS), el turbocompresor con válvula de descarga eléctrica y la inyección dual, en la que un sistema de inyección indirecta en el colector de admisión complementa a la inyección directa FSI. El consumo medio es de 7 litros de combustible cada 100 kilómetros, una cifra sorprendentemente baja para un coche de este porte y las altas prestaciones que se pueden conseguir. Como complemento a esta eficaz mecánica, de “hibridación suave”, se cuenta con un motor eléctrico de 2 CV que permite alargar, los “Stop&Star”, con lo que supone de ahorro y además facilitar la puesta en marcha del motor y circular a “vela”, cuando no se acelera y complementar la producción de energía para la batería de inones de litio y la de 12 voltios. Gracias a estos ahorros de combustible y de energía en general, Tráfico concede la calcomanía de ECO.
La transmisión la lleva a cabo una caja de cambios automática de 7 velocidades S Tronic, sumamente eficaz y perfectamente adaptada a las características de la mecánica. Aunque pocos echaran de menos su utilización manual, dada la rapidez, la suavidad y la eficacia del automatismo de esta caja de doble embrague, se puede utilizar de forma manual a través de las levas situadas tras el volante. El A5 TFSI Cabrio está equipado en esta versión con la nueva tracción quattro con la denominada tecnología ultra. Este sistema optimizado de cuatro ruedas motrices no difiere de forma perceptible de otros sistemas permanentes en términos de tracción, pero se consigue una mayor eficacia y seguridad. El control inteligente de la tracción total trabaja de forma predictiva, anticipándose siempre a las necesidades por medio de un completo despliegue de sensores y del análisis continuo de los datos recibidos de la dinámica de conducción, las condiciones de la carretera y la actitud del conductor. Durante el funcionamiento normal con baja carga del motor y siempre que no exista riesgo de deslizamiento de las ruedas por pérdida de tracción, el nuevo sistema quattro ultra posee las ventajas de un modelo con tracción delantera, pero siempre permanece alerta por si tuviera que entrar en acción. A la hora de redistribuir estas fuerzas, es capaz de enviar hasta un 70 por ciento al eje delantero y hasta un 85 al trasero. Con ello es fácil adivinar la seguridad y estabilidad que proporciona en toda circunstancia.
El A5 Cabrio es un coche fácil de conducir a pesar de su elevada potencia y las igualmente elevadas prestaciones que se pueden alcanzar, siempre se muestra dócil y transmite una sensación de seguridad encomiable por muy sinuosa que sea la carretera y todo ello acompañado por un sonido agradable y nada molesto aunque se suba de revoluciones y se le exija al máximo en un momento dado. Por otra parte, si circulamos disfrutando del paisaje e ir sin capota, solamente nos acompaña el suave rumor del viento, la mayor parte del cual pasa por encima de nuestra cabeza.