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Audi Q4 e-tron 50 quattro

Audi Q4 e-tron 50 quattro
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Primer SUV compacto eléctrico de la marca

Por Mariano García Viana
jueves 09 de diciembre de 2021, 23:40h
También es de los primeros modelos que, aún llevando ciertos elementos instalados, como por ejemplo las cámaras exteriores, si no se compra su activación, por un tiempo determinado o para siempre, no funcionan. Es la nueva forma de equipamiento que Audi llama “Functions on demand”. id:78698
Con una configuración típica de la marca para sus SUV, el Q4 e-tron se muestra tan atractivo como el resto de sus hermanos de combustión e híbridos, mostrando solo en su calandra “opaca” que se trata de un coche eléctrico. Aunque se dispone de otras versione menos potentes, en esta ocasión la prueba se ha centrado en la de mayor rendimiento, con una potencia de 299 CV, un par de 460 Nm y dos motores eléctricos, uno en cada eje que dan como resultado que sea un tracción 4x4 o sea en el “idioma” Audi, un quattro. El motor eléctrico delantero, situado en posición transversal, dispone de una potencia de 109 CV y un par de 162 Nm, mientras que el trasero, también con una disposición transversal, ofrece una potencia de 204 CV y un par de 310 Nm. La combinación de ambos es la ya mencionada de 299 CV de rendimiento.

Como es fácil de deducir dada la diferencia de potencias entre el motor delantero y el trasero, en una conducción normal solo actúa el de la parte posterior, más que suficiente para mover el coche con soltura. Ahora bien, si el conductor requiere más potencia en un momento dado y acelera con decisión, al instante se conecta el motor del eje delantero y lo mismo ocurre si se circula por firmes resbaladizos o si se toma una curva a gran velocidad, incluso antes de que el coche comience a subvirar o sobrevirar de forma apreciable. El Control Selectivo de Par de las ruedas, una función del software del coche, complementa a la tracción total eléctrica, que incluso realiza precisas intervenciones del freno en las interiores a la curva.

Conducir el Q4 es realmente agradable. El silencio nos rodea, a baja velocidad, entre 20 o 30 km/h, se deja oir un rumor hecho a propósito para no “pillar” a los peatones desprevenidos y a partir de ahí solamente el lejano ruido de la rodadura (Lejano pues el coche esta muy bien insonorizado) llega al habitáculo. Las aceleraciones son continuas y nada bruscas, como corresponde a los motores eléctricos, consiguiendo una aceleración de 0 a 100 de 6,2 segundos, que está muy bien para el peso del coche que supera las dos toneladas. También como buen vehículo eléctrico, la velocidad punta se queda en los 180 km/h. La dirección es suave, tiene un radio de giro bastante reducido, lo que facilita las maniobras y la circulación en ciudad y los frenos son potentes a pesar de contar, curiosamente, con tambores en el eje trasero, mientras que los del delantero sí son de discos ventilados. Y ya que hablamos de frenada mencionemos la forma y los modos de ésta en la conducción.

Si circulamos con el botón de deslizamiento del cambio en la posición D, el motor (o los motores), cuando dejamos de acelerar permite circular “a vela”, es decir, por inercia, a la hora de frenar podemos actuar sobre los frenos o bien activar los modos de retención, que además de ayudar en la frenada recargan la batería. Mediante las levas que tenemos tras el volante podemos utilizar tres niveles de desaceleración que permite reducir la velocidad en mayor o menor intensidad según la posición que elijamos, siendo el tercer “toque” a la leva el que más actúa y cuya retención puede llegar hasta circular a 10 o 15 km/h, pero si queremos detener el coche del todo, tendremos que actuar sobre el freno. También se puede elegir que el coche retenga por si solo según la distancia que nos separe con el coche que nos precede, para ello habrá que activar en la pantalla multifunción la opción de retención automática y en cuanto el radar delantero detecta un coche delante, primero circulará a vela, para reducir la velocidad, si la distancia se reduce el coche pasará al modo de desaceleración, siendo la máxima igual a como si activáramos en las levas la posición 2. En este apartado de retenciones y recuperaciones de energía, digamos por último, que también se pueden conseguir si circulamos en la posición B del botón deslizante del cambio, en este caso se tiene una retención como si se utilizara la tercera posición en las levas en cuanto se deja de acelerar.

Como todos los Audi, el Q4 e-tron también cuenta con varios modos de conducción, mediante los cuales varían la asistencia de la dirección, respuesta de los motores, el nivel de recuperación de energía y el funcionamiento del climatizador. Los modos son Efficiency, Comfort, Auto, Dymanic e Individual. A estas opciones del Audi Drive Select, hay que añadir otra opción que se activa a través de la pantalla multifunción, la Range, con la cual se consigue la máxima eficiencia y por lo tanto el menor consumo, aunque la velocidad se limita a los 90 km/h.

La batería, de iones de litio, tiene una capacidad de 82 kWh y esta situada bajo el piso en la zona trasera. La autonomía oficial es de 486 kilómetros, pero en una conducción normal, con más autovía que ciudad y por lo tanto el consumo es mayor, se queda en unos 332 kilómetros, cifra que es más o menos igual que el máximo que hemos conseguido cargar durante doce horas en un enchufe doméstico, partiendo de 120 km y en una carga completa se tardarían 24 horas. En un poste de 11 kW, el tiempo de recarga, de 0 al 100%, se sitúa en las 7 horas y media, mientras que el tiempo de o al 80% se puede reducir a los 40 minutos. La suspensión es de tipo McPherson en el eje delantero y de paralelogramo deformable en el trasero, ambos sistemas con sus correspondientes barras de estabilidad. Ésta desde luego esta más que asegurada, por el propio eficaz sistema de suspensiones y por el excelente equilibrio de pesos entre ambos trenes de rodaje. Ágil y eficaz en todo tipo de carreteras, el Q4 e-tron parece más pequeño y ligero de lo que es en realidad, además, como la unidad probada tenía el equipamiento S line, la carrocería estaba 15 mm. rebajada y por lo tanto las inercias eran menores en beneficio de la estupenda estabilidad.

Desde luego el diseño del Q4 e-tron es de lo más acertado, mostrando unas líneas fluidas y modernas que aligeran un frontal un tanto macizo, ya que la parrilla “single frame”, a pesar de las líneas decorativas que luce, al no tener rejilla la hacen más pesada. Te todas formas hay que reconocer que todo el morro esta muy elaborado, con entradas, salientes y recovecos de los distintos elementos que lo componen, entradas de aire laterales, entrada baja principal o faros. Lateralmente es cuando mejor se aprecian esas formas fluidas que mencionábamos, en las que se marcan horizontalmente los pasos de rueda o las sinuosas líneas que recorren la parte baja de las puertas o la propia forma descendente hacia atrás del techo. También las llantas de 20” son de bonito y moderno diseño. La trasera, también muy elaborada, esta dominada por los grupos ópticos y no por que sean especialmente grandes, de tamaño se podría decir que son normales, sino porque están unidos por una luminosa línea roja y porque muestran un particular grafismo tridimensional. Otro elemento a destacar es la inclinada luneta y sobre todo la gran visera que la protege superior y lateralmente. El paragolpes, con varios niveles horizontales en color de la carrocería, negros o color aluminio como el difusor de aire, contiene los catadiópticos. En fin, un Audi se mire por donde se mire, con lo que ello significa de distinción y personalidad.

El habitáculo del Q4 es realmente amplio, tanto las plazas delanteras como las traseras, éstos ocupantes, por cierto, disponen de un espacio para las piernas envidiable y que pocos modelos de este tamaño pueden ofrecer. El salpicadero, de líneas horizontales y en tonos grises, muestra unas grandes salidas de aire laterales y centrales. El cuadro, que es una pantalla de 10,25 pulgadas y se controla a través del volante multifunción. Entre los indicadores que ofrece hay que destacar el “powermeter” que, situado junto a velocímetro, resume la información importante sobre el sistema de propulsión, desde la potencia y el estado de carga de la batería en porcentajes, hasta la recuperación de energía. El Audi virtual cockpit, integra el mapa de navegación, el control de los sistemas de infotainment, dos estilos de visualización, así como, los modos “Classic”, “sport” y “e-tron”, este último con protagonismo para el powermeter.

En el centro del salpicadero esta incrustada la pantalla multifunción MMI Touch, es de 11,6 pulgadas y una resolución de 1.764 x 824 píxeles. En ella, además de su propio funcionamiento de conectividad e infoentretenimiento, contiene también algunos “interruptores” para activar ciertos sistemas. En su funcionamiento también se puede utilizar la voz para transmitir órdenes. Es de destacar que se cuenta con el Head up display que refleja información relevante en el parabrisas en dos niveles separados, la zona de estado y la sección de realidad aumentada. La información relativa a algunos de los sistemas de asistencia a la conducción, las flechas de cambio de dirección del sistema de navegación, así como los puntos de inicio y de destino se superponen visualmente en el lugar correspondiente del mundo exterior real como contenido de la sección de realidad virtual, y se muestran de forma dinámica. Bajo la pantalla una mucho más pequeña y estrecha para el climatizador y teclas auxiliares de éste. En la parte horizontal de la consola se sitúan el pequeño mando selector del cambio, la tecla del Drive Select, la de las luces de emergencia, un disco para manejar el equipo de sonido, el botón de arranque, que no hace falta utilizar pues el coche detecta la llave y con solo insertar la velocidad se pone en marcha y la de anulación del ESC. Todo este conjunto esta instalado en una plataforma flotante que permite que bajo ella se sitúe un hueco para dejar objetos, un par de enchufe USB y una toma de 12V. Otro par de portabotes se encuentran a continuación y ya entre los asientos el reposabrazos en cuy interior, además de huecos hay una plataforma para cargar el móvil por inducción.

Los asientos son supercómodos y de aspecto deportivo, sujetando los delanteros perfectamente el cuerpo y con capacidad para tres personas el trasero, a pesar de que su diseño es más adecuado para dos. El reglaje de los delanteros es eléctrico y cuenta también con calefacción de tres niveles. El maletero tiene una capacidad de 520 litros que se pueden ampliar hasta los 1.490 al abatir el respaldo trasero. Al no existir un pequeño espacio en la parte delantera como en otros modelos, bajo el piso del maletero se encuentra el hueco para los cables de carga en poste y el cargador para enchufe doméstico. El portón se abre y cierra eléctricamente. La iluminación interior del habitáculo en general, se puede variar de color y de intensidad.

Los sistemas de ayuda a la conducción son más que abundantes. Un radar frontal detecta un gran número de situaciones que pueden darse en la circulación y que en prevención activan los correspondientes sistemas, como el la frenada automática de emergencia, con reconocimiento de peatones, asistente anticolisión, alerta por cambio involuntario de carril, avisador vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores, etc., con la posibilidad de ampliar el número de opciones de forma periódica, por corto espacio de tiempo o para siempre, con el sistema “Funtions on deman” que comentábamos al principio, mediante el cual se paga por el tiempo que se activan las opciones, como en el caso de la unidad de pruebas que tenía instalada la cámara trasera, pero no funcionaba por que no se había activado mediante este sistema que, desde nuestro punto de vista nos parece un poco abusivo, pues si entramos en esa dinámica pagaríamos por el uso, exagerando la situación, hasta de los elevalunas eléctricos, pues sino estarían siempre subidos o la calefacción apagada esperando su activación previo pago.

Bueno, centrándonos en el coche en sí, un acertado modelo con un precio bastante inferior al de su hermano mayor el Q8, cómodo, superseguro, fácil de conducir, silencioso y potente, con los inconvenientes que tienen los eléctricos en la actualidad.

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