Audi S TDI, deportividad para trayectos largos

En cualquier circunstancia, desde una conducción ágil en reviradas carreteras de montaña hasta un viaje por largas rectas de autopista o incluso en los desplazamientos cotidianos, los modelos Audi S TDI hacen gala de una dinámica sobresaliente y una gran reserva de potencia permanente, junto con un reducido consumo y una gran autonomía. La interacción del elevado par motor del bloque 3.0 V6 TDI con el compresor eléctrico (EPC) y el sistema Mild Hybrid de 48 voltios se convierte en una base perfecta.

Suave entrega de potencia y sensaciones deportivas

Gracias al motor de 3 litros V6 TDI, que es capaz de entregar 700 Nm de par desde 2.500 rpm, al compresor eléctrico de rápida respuesta y al sistema eléctrico principal de 48 voltios, el conductor disfruta de una entrega de potencia contundente e inmediata dentro de un amplio rango de revoluciones, que abarca desde el régimen de ralentí hasta las 3.100 rpm. La autonomía es otro de sus puntos fuertes, gracias, en parte, al sistema Mild Hybrid. Por ejemplo, el Audi S6, con su depósito de 73 litros de serie, puede cubrir una distancia de hasta 1.170 km. Su consumo medio es de tan sólo 6,2 l/100 km.

En los segmentos superiores, la gama S TDI abarca un amplio espectro que va desde la deportividad hasta el confort, lo que convierte a cada modelo en una interesante opción para aquellos clientes que buscan un diseño diferenciado y elegante, pero que a la vez quieren un coche que les permita rodar durante un gran número de kilómetros. Los S4 y S5 son los que más rápido aceleran; el S6 desempeña el papel de potente berlina premium; el S6 Avant añade un punto de distinción y versatilidad; y el S7 Sportback aporta el carisma propio de un Gran Turismo de cuatro puertas. La recientemente desvelada segunda generación del Audi SQ5 TDI continúa con la tradición de SUV potente y práctico.

Empuje contundente: motor V6 TDI con 700 Nm de par, turbo convencional, EPC y sistema eléctrico de 48 V

Los modelos S TDI recogen el testigo del SQ7 TDI y lo llevan un paso más allá. Este gran SUV fue el primer modelo de la marca en emplear el compresor eléctrico (EPC), que garantiza una rápida escalada de par en plena aceleración y es responsable directo de ese empuje tan característico. En este caso, el EPC se ubica en otro sitio, más cerca del motor, para así reducir el tiempo de respuesta y aumentar la eficiencia en el consumo de combustible. La interacción del compresor eléctrico y el turbo convencional permite una aceleración instantánea y contundente en todo tipo de situaciones.

El compresor obtiene la energía del sistema eléctrico Mild Hybrid (MHEV) de 48 voltios, que se encarga de ofrecer suministro siempre que haga falta. A diferencia de un compresor convencional, empieza a funcionar únicamente mediante energía eléctrica y su tiempo de respuesta ronda los 250 milisegundos. En el rango comprendido entre 2.500 y 3.100 rpm, la combinación del compresor eléctrico y el turbocompresor permite que la entrega de par sea instantánea y alcance un pico de 700 Nm. Lo que experimenta el conductor es una entrega suave de potencia y una sensación de conducción ágil en sus viajes cotidianos, incluso a regímenes bajos de giro.

Por primera vez, Audi ha unido en la misma ecuación el sistema eléctrico principal de 48 voltios con el compresor eléctrico y el motor V6 TDI. La integración del compresor eléctrico (EPC) y el sistema MHEV supone un paso más en la estrategia de electrificación de la marca. Mientras el compresor mejora las prestaciones, el sistema Mild Hybrid ayuda a reducir el consumo de combustible. A velocidades de entre 55 y 160 km/h, el vehículo puede avanzar en modo marcha por inercia con el motor apagado durante intervalos de hasta 40 segundos. Con la frenada regenerativa, la potencia máxima de salida es de 8 kW. Al estar conectado el MHEV al sistema de sensores del vehículo, el consumo de combustible en los modelos S de Audi se ve reducido hasta en 0,4 l/100 km en condiciones reales de uso.

El motor 3 litros V6 TDI se ha desarrollado para alcanzar el más alto nivel de prestaciones en los Audi S y está preparado para soportar la elevada potencia gracias a una serie de cambios, tales como: pistones de aluminio más resistentes a la temperatura, modificaciones en el cigüeñal y las bielas, culatas con refrigeración optimizada, así como bombas de agua y de aceite de mayor tamaño. Todas estas medidas ayudan a mejorar la eficiencia. El resultado de poner en relación la electrificación y la potencia del V6 diésel da como resultado un motor ampliamente versátil.

Todos los modelos S TDI cumplen con la normativa de emisiones Euro 6d-temp. El sistema common rail inyecta el combustible mediante los 8 orificios de cada inyector a una presión de 2.500 bar, con una mezcla fina que da como resultado una combustión limpia y precisa. Los motores diésel de alto rendimiento se benefician del tratamiento posterior de los gases de escape con dos grandes módulos trabajando en tándem: el primero de ellos, el NOC (catalizador de NOx), almacena los óxidos de nitrógeno hasta que se llena. Llegado a este punto, se limpia enriqueciendo la mezcla en el motor. Para minimizar el aumento de consumo derivado de ello, el NOC se activa especialmente con bajas temperaturas de escape. Una vez se ha alcanzado la temperatura de funcionamiento, entra en juego el segundo módulo del sistema (filtro de partículas diésel recubierto con SCR), que se encarga de la conversión de NOx durante la conducción interurbana y en carretera, es decir, en situaciones en las que la velocidad de giro del motor es baja.

Para quienes buscan deportividad, estética o confort: suspensión, diseño y equipamiento

Igual que el motor, el comportamiento dinámico de los modelos S TDI proporciona grandes sensaciones, tanto en conducción por autovía como en carreteras de curvas. La sofisticada tecnología aplicada a la suspensión asegura una dinámica lateral mejorada. La suspensión deportiva S con amortiguación de dureza regulable forma parte del equipamiento de serie en los S6 y S7; la suspensión neumática adaptativa, más confortable, está disponible en el catálogo de opciones. La suspensión neumática deportiva es de serie en el SQ5.

Además de la dirección asistida de serie en los S4 y S5, y de la dirección progresiva en los S6 y S7, Audi ofrece como opción la dirección dinámica, que varía la desmultiplicación en función de la velocidad. Esta dirección viene de serie en el SQ5. La dirección dinámica en las cuatro ruedas está disponible como opción en el Audi S6 y el Audi S7. Las berlinas pueden incorporar, también, discos de freno carbocerámicos capaces de lograr las mejores distancias de detención, incluso a plena carga. Toda la familia S TDI incorpora la tracción integral quattro y la transmisión automática tiptronic de 8 velocidades. Quien así lo desee, puede montar en su Audi S el diferencial trasero deportivo, que distribuye de forma activa la fuerza entre las dos ruedas del eje trasero, lo que asegura una mayor agilidad en el paso por curvas rápidas.

El diseño enfatiza el carácter deportivo y elegante. Con su exterior llamativo y su interior claramente deportivo, no deja a nadie indiferente. El completo equipamiento de serie hace aún más atractiva a esta familia: en los S6, S6 Avant y S7 Sportback, la instrumentación digital Audi virtual cockpit y el sistema MMI Navegación plus son de serie. Los S6 y S7 TDI ya están disponibles en la oferta comercial, mientras que los S4 y S5 TDI lo estarán durante este mismo mes de mayo 2019. Más adelante, se admitirán pedidos para el SQ5 TDI.