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Audi SQ8 TDI 4.0 V8 quattro Tiptronic

Audi SQ8 TDI 4.0 V8 quattro Tiptronic
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Una potente máquina incansable como pocos que invita conducirle y no bajarse de él

Por Mariano García Viana
jueves 12 de marzo de 2020, 23:25h
Hasta la aparición del RSQ8, el SQ8 hay sido el más potente de la gama y aunque en su “familia” ha perdido la hegemonía, sigue siendo uno de los modelos diésel más potentes del mercado europeo y desde luego uno de los que más tecnología incorpora tanto en su mecánica como en su “cuerpo” en general. id:56290
Aunque no es tan largo como el Q7, el 8 es un coche grande, más de lo que parece por su propio diseño, que le transfiere un aspecto compacto, pero realmente impresionante. Mide cinco metros de largo y dispone de una anchura de casi dos metros. Ahora bien, a la hora de conducirle, su excelente maniobrabilidad y su innata agilidad, en todo tipo de carreteras e incluso fuera de ella, le hacen sentir al conductor que maneja un coche más pequeño, pero con la ventaja de ir sentado sobre un compendio de tecnología, potencia, ayudas a la conducción, equipamientos de seguridad y de confort realmente envidiables.

El ”culpable” de ese dinamismo y esa elevada potencia es su motor diésel TDI biturbo más compresor, de 4 litros de cilindrada y 8 cilindros en V, capaz de desarrollar una potencia de 435 CV a 3.750/4.750 r.p.m. y un par de nada menos que 900 Nm entre las 1.250 y 3.250 vueltas. Con esas cifras es fácil adivinar que las prestaciones tienen que ser de vértigo y si bien su velocidad máxima se limita electrónicamente a los 250 km/h, su aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 4,8 segundos, confirman esa adivinanza. Un verdadero cohete de casi dos toneladas y media. Como decimos, se cuenta con un compresor de accionamiento eléctrico, que presta asistencia a dos turbocompresores movidos por los gases de escape al arrancar el coche e iniciar la marcha y al acelerar cuando el motor gira a bajas revoluciones. Por tanto, si los requerimientos de carga son altos mientras que la cantidad de energía de los gases de escape es baja, el aire de admisión fluye hacia el compresor eléctrico donde se comprime por segunda vez. De este modo, se garantiza una entrega de potencia homogénea y plena desde bajas vueltas. De todas formas, contribuye también a esa respuesta inmediata a los requerimientos del acelerador, el que la admisión se sitúe en el lado exterior de la V, mientras que el escape, con los dos turbocompresores, están situados en el interior de la misma, lo que hace que el recorrido de los gases se realmente muy corto. Los turbocompresores funcionan de forma secuencial y así, a bajas velocidades de giro del motor únicamente se activa un turbocompresor, y el segundo lo hace a partir de 2.200 rpm. El característico sonido del V8 es amplificado por un actuador en el sistema de escape, que puede ajustarse a las preferencias personales del conductor a través del Audi drive select.

Pero, aunque parezca un contrasentido, a pesar de esa elevada potencia, el SQ8 cuenta con la pegatina ECO de la DGT, con las ventajas que ello supone y esta en la mente de todos sobre todo para los que vivimos en las grandes ciudades. Ese “etiquetaje” es debido a que se cuenta con el sistema Mild Hybrid que ahorra energía y por lo tanto emisiones. Así, la energía para mover el compresor eléctrico proviene del sistema primario de 48 voltios que forma parte del esa media hibridación, que almacena la energía en una compacta batería de iones de litio. Esta se carga con la electricidad que proviene de alternador/motor de arranque, que una vez que el coche ya se mueve, al estar conectados al cigüeñal, permite recuperar 8 kW en las deceleraciones y además, si el conductor levanta el pie del acelerador a una velocidad de entre 55 y 160 km/h y durante 40 segundos el motor de combustión se para y no consume combustible. Cuando se acelera el sistema vuelve a arrancar el motor sin que el conductor se percate de lo que sucede, como no se fije en el cuentavueltas. El modo Star&Stop se puede activar, según las circunstancias de la conducción, a una velocidad de 22 km/h. Con todos estos sistemas se puede ahorrar hasta medio litro de combustible a los 100 kms, con la consiguiente reducción de emisión de gases.

El SQ8 esta equipado con un cambio automático Tiptronic de 8 velocidades, que tienen un funcionamiento ejemplar, sin que apenas se noten las correspondientes inserciones de velocidades al acelerar o a reducir cuando tenemos que frenar. Además, gracias a su volante de inercia de doble masa, que integra un amortiguador torsional, se evitan las vibraciones de motor cuando este funciona a muy bajas revoluciones, adaptándose también de forma perfecta a la tecnología Mild Hybrid. Como ya es habitual en un gran número de modelos y versiones de Audi, el SQ8 cuenta con la tracción quattro permanente que distribuye la fuerza de motor entre ejes, en una proporción 60% delante y 40% atrás en condiciones normales de utilización. Pero gracias a su diferencial deportivo, se complementa el trabajo de la tracción quattro, distribuyendo el par de forma activa entre las dos ruedas del eje trasero. Al girar o al acelerar en una curva, el par se redirige de forma predominante hacia la rueda exterior, lo que inscribe al coche en la trazada, eliminando incluso el más leve indicio de subviraje. En caso de sobreviraje, este diferencial lo estabiliza al modificar el reparto de par hacia la rueda interior a la curva. El SQ8 TDI está equipado también con el sistema de conducción dinámica Audi drive select, que incluye siete programas, y con la suspensión neumática adaptativa con control de amortiguación. La suspensión neumática puede ajustar la altura de la carrocería en un rango de hasta 90 mm, según las necesidades en cada momento, como por ejemplo, en los modos Auto y Confort, la altura se rebaja en 40 mm, en velocidades por encima de los 120 km/h, mientras que en parado se puede reducir en 65 mm.

Otro elemento que pudiéramos llamar exclusivo, con el que esta equipado este Q8 es el sistema electromecánico de barras estabilizadoras activas, con las que se controla de forma efectiva el balanceo de la carrocería. El sistema incluye un motor eléctrico entre las dos mitades de cada una de las barras estabilizadoras situadas en los ejes delantero y trasero. Cuando se circula en línea recta, las dos partes que componen la barra estabilizadora se desacoplan, lo que reduce el movimiento de la carrocería en carreteras con pavimento irregular, y aumenta al mismo tiempo el confort. En conducción deportiva, los motores eléctricos se encargan de ejercer un par de torsión en la barra estabilizadora opuesto al movimiento de la misma, haciendo que el comportamiento del SQ8 resulte más firme, y reduciendo considerablemente el ángulo de balanceo de la carrocería. El sistema activo de control del balanceo de la carrocería está integrado en el sistema eléctrico primario de 48 voltios, y sirve al mismo tiempo como sistema de recuperación de energía, pues el movimiento de la carrocería puede utilizar los motores eléctricos para generar electricidad, que se almacena en la mencionada batería de litio.

Pero dejemos ya la parte técnica, que sería imposible de detallar en un artículo como este dado todo lo que incorpora y veamos como es este SUV premium de altas prestaciones. De entrada, lo primero en lo que uno se fija es en su especial parrilla octogonal “singleframe” típica de Audi en color oscuro que se prolonga en su contorno hasta por debajo de los faros, que por supuesto contienen tecnología HD Matrix LED y una luz de día igualmente de leds con efecto tridimensional. Del mismo color oscuro de la parrilla, en la que se encuentran los radares de proximidad, se hallan a cada lado de la parte baja de la misma, dos grandes entradas de aire para refrigerar los frenos. El protector de los bajos que comienza en el frontal también es de color negro. Un poderoso frontal que da idea de lo que el coche es capaz, además de una innegable robustez. Lateralmente se aprecia la buena inclinación del parabrisas y sobre todo la de la parte trasera de la carrocería, incluida la luneta, que transmite la deportividad de un coupé. Espíritu que se incrementa al carecer de marco las puertas. Los pasos de las ruedas son abultados y muestran uno ligeros protectores de mismo color de la carrocería. Por su parte, las fuertes y modernas llantas de aleación, son de 22” y muestran a través de sus sólidos radios unas enormes pinzas de freno de color rojo, frenos, que por cierto son ventilados en las cuatro ruedas. Si la trasera en poderosa, la trasera no lo es menos, encontrándonos cuatro salidas del escape, dos a cada lado del difusor de aire de color negro. Los grandes grupos ópticos son de efecto tridimensional e identifican claramente al coche por la noche, estando además unidos los dos, por una línea lumínica del mismo color rojo que enfatiza la considerable anchura del modelo. Un gran diseño de la carrocería, que a la vez transmite la susodicha solidez y una innegable deportividad.

El habitáculo del SQ8 es espacioso, pues no hay que olvidar que la distancia entre ejes es de 3 metros y ofrece un diseño que transpira calidad, buena terminación, un lujo funcional y sobre todo tecnología. El diseño del salpicadero es muy lineal con las salidas de aire que lo recorren en su totalidad, salvo lógicamente el cuadro. Como ya hemos visto en las versiones superiores de los modelos de Audi el Q8, dispone de tres pantallas para ofrecer su información. La de la instrumentación es de 12,3” con calidad Full HD y que se puede configurar en varias opciones, incluida la de ofrecer el mapa del GPS. Toda la información que ofrece es clara y sencilla de interpretar. En la consola central encontramos la segunda pantalla, la multifunción de 10,1 pulgadas y que perfectamente integrada en una superficie negra brillante que recorre esta parte media del salpicadero, cuando esta apagada es invisible. Debajo de ella, ya en la consola que se prolonga por el túnel central, encontramos una tercera pantalla con fondo negro de 8,6 pulgadas, desde la que se controla táctilmente el climatizador, la calefacción de los asientos, etc.

Ya en la parte horizontal de la consola se sitúa la pequeña y ancha palanca selectora de velocidades y un hueco con tapa. El amplio reposabrazos central separa unos magníficos asientos de aspecto y sujeción deportiva. Con un tapizado de piel con la parte central de rombos, incorpora en el respaldo, señalado con la sigla S, los reposacabezas que forman un todo. El trasero, diseñado para dos personas también ofrece una excelente comodidad, mientras que el posible ocupante central iría algo más incómodo debido al propio diseño, no por falta de espacio. El maletero ofrece una capacidad de 605 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.755 litros abatiendo los respaldos traseros. Por cierto, para acceder a él, el portón es de accionamiento eléctrico. Todo el habitáculo está iluminado por una luz ambiental de lo más agradable y que puede cambiar de color. Igualmente están iluminados los umbrales de las puertas y lucen el logo S.

Como es de suponer en un coche premium de esta categoría, el equipamiento es abrumador. En lo que se refiere al infoentretenimiento, además de disponer de un equipo de sonido de alta fidelidad, se puede acceder a un sinfín de sistemas de comunicación y entretenimiento. Igualmente se cuenta también con un sinfín de elementos y sistemas de seguridad, confort y de ayuda a la conducción, como el Audi cruise assist, que reduce la tarea del conductor en viajes largos, mediante la asistencia al control longitudinal y lateral del vehículo, el control de crucero adaptativo, el asistente de conducción en atascos, el asistente activo de mantenimiento de carril, el asistente de eficiencia, que reduce la velocidad o acelera de forma predictiva en función de la información recogida de los sensores, de los datos de navegación y de las señales de tráfico, el asistente de cruce, el asistente de tráfico cruzado trasero, el sistema de advertencia de salida, el asistente de cambio de carril, etc., etc. Por otra parte, el asistente de maniobras contrarresta los efectos de una posible colisión mediante pequeñas intervenciones en la dirección y en los frenos de forma independiente, llegando a detener el vehículo por completo, por ejemplo, si detecta un obstáculo como una columna al maniobrar en un parking. Las múltiples imágenes de las cámaras de 360 grados permiten maniobrar con precisión de centímetros, y proporcionan una vista del tráfico cruzado y de las ruedas. Una característica destacada es la vista 3D, que permite elegir libremente la perspectiva.

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