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Casas prefabricadas sostenibles y baratas

Casas prefabricadas sostenibles y baratas
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viernes 11 de diciembre de 2020, 11:15h
En los últimos años la demanda de casas prefabricadas ha ido en aumento, creciendo de manera exponencial en el último año ayudada por la crisis sobrevenida por la pandemia global de COVID-19, pero ¿cómo ha afectado esta demanda a los precios? ¿Están preparadas las empresas constructoras para dar cobertura al aluvión de peticiones de información que se han registrado en el último semestre de 2020? id:66108

¿Por qué este auge repentino?

Desde 2015, varios informes indican que la demanda pasó desde las 2.000 construcciones anuales a 7.000 en 2017 superando ampliamente las 10.000 (a falta de confirmar el dato del último trimestre) en este año 2020. Las razones son múltiples y diversas: desde el perfil del comprador que quiere una segunda residencia con todas las garantías de confort hasta aquellas personas que han tenido que pasar un confinamiento en un piso pequeño en la ciudad y han visto una salida económica y saludable en la mudanza a zonas rurales.

¿Por dónde empezar a la hora de comprar una casa prefabricada?

Comprar una casa prefabricada no difiere mucho del procedimiento de compra de una casa “normal” pero sí hay que tener en cuenta una serie de pasos para evitar problemas administrativos en el futuro. En primer lugar, contactar con varias empresas del sector que nos den una idea de por dónde andan actualmente los precios de casas prefabricadas.

Sólo en construcción, dejando de lado otro tipo de gastos como el de la parcela donde ubicarla, cimentación o trámites administrativos, el precio para una casa media, con todas las calidades se puede establecer en una aproximación de 1.000€ por metro cuadrado. Así, para una casa de 100m2 un precio cercano a los 100.000€ es un coste realista.

A este gasto principal de construcción en fábrica del edificio hay que sumar diferentes gastos:

  • Impuesto de instalaciones, obras y construcciones que puede llegar a un tipo máximo del 4%.
  • Cimentación y acondicionamiento del terreno. Dependerá mucho de la condición del suelo sobre el que hagamos la obra, además de su composición si se encuentra nivelado o en pendiente.
  • Traslado y montaje desde la fábrica.
  • IVA y demás impuestos típicos de cualquier vivienda y que son comunes tanto a los edificios de obra como a las casas prefabricadas.

Además de estos pagos, son también conocidas por el increíble ahorro energético que son capaces de desarrollar. Cuentan con todas las características obligatorias para la nueva construcción en cuanto a eficiencia energética, llegando cada vez a ser más común ver construcciones que dan un paso más, las denominadas “casas pasivas”.

Estas consiguen aislarse totalmente del exterior para consumir la mínima energía posible tanto en invierno como en verano, lo que a lo largo de los años se va a transformar en un importante ahorro en la factura energética.

Sin embargo, una de las principales ventajas de este tipo de construcciones es que es común cerrar un precio fijo con el constructor que englobe todos estos gastos y de esta formar evitar desagradables sorpresas y retrasos.

La forma más normal es la de trabajar con “precio cerrado”: se firma un contrato con el constructor que incluye un precio cerrado y convenido anteriormente que incluye absolutamente todo lo necesario: transporte, cimentación, fabricación e incluso hasta fecha de entrega garantizada (suele ser de unos tres meses máximo). Esto constituye una de las principales ventajas de este tipo de viviendas, ya que evitamos cualquier tipo de casuística usual en la construcción de vivienda nueva: retrasos debido a condiciones climatológicas, sorpresas de última hora que llevan a incrementos de gasto considerable.

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