Un 14 % de los infectados por COVID-19 son profesionales de la salud. Sin embargo, su reemplazo está siendo más lento de lo esperado. Muchos de los que se han ofrecido para trabajar en hospitales y residencias indican que no están recibiendo respuesta alguna. id:56923
Con una
Sanidad colapsada por la falta de medios, una pregunta flota en el aire: “¿Por qué, si estamos disponibles, no nos llaman?”. Astrid C., doctora con experiencia en urgencias y registrada en el Colegio de Médicos de Madrid, indica que en todos sus círculos no se habla de otra cosa. “Llevamos días esperando a que nos contacten. En mi caso, he hablado con varios hospitales nacionales y sigo sin obtener respuesta. Lo comentamos por
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Twitter… Estamos todos igual”.
Marta L. es fisioterapeuta en Madrid. Se encuentra en un periodo de excedencia y quiere trabajar donde su experiencia sea necesaria, pero le está resultando muy complicado. Como ella, muchos sanitarios en España se han replanteado su situación laboral y han aparcado proyectos personales para dar lo mejor de sí mismos en este momento, por ejemplo, en residencias. Pero se están topando con un muro. “Envié mi currículum hace más de una semana a un hospital y me dijeron que lo pasarían. También al hospital de IFEMA; sin embargo, por el momento, no he obtenido respuesta”.
Esta situación es detectada también por sanitarios en activo como Abel Martínez, Técnico de Emergencias Sanitarias en la Comunidad de Madrid desde hace casi quince años. Percibe que los hospitales públicos están contratando, pero explica que, en general, hay necesidad de más personal. “En muchas residencias de ancianos lo que está ocurriendo es que en ellas trabajaban enfermeros y auxiliares con contrato temporal. Ahora a estos profesionales les han llamado de la bolsa de empleo de la Comunidad de Madrid para cubrir bajas y, al incorporarse de forma urgente, las residencias se han quedado sin empleados”.
Los procedimientos legales habituales están dificultando la incorporación de especialistas sanitarios. “Estoy en España con un permiso de estudiante y me han comentado que, cuando reciba una oferta en firme, un bufete que está ofreciendo asesoría gratuita puede ayudarme a acelerar la tramitación del permiso de trabajo. Pero seguimos a la espera”. Añade Astrid.
Otra fuente importante de sanitarios dispuestos a ayudar es la formada por todos aquellos que, residiendo ya en España, aún no han obtenido la homologación de su título. Es el caso de Jesús Ernesto Rodríguez, un médico cubano que vive en León y que considera que se está demorando en exceso la tramitación de algunos expedientes. “La ley española indica que una homologación debe resolverse en menos de tres meses. Tenemos amigos médicos en España que llevan esperando más de un año. Amigos con experiencia en diversos países y en crisis como la del ébola. Si las fuerzas de seguridad están doblando turnos, podría considerarse que el personal de administración del Ministerio de Ciencia e Innovación hiciera lo mismo para no demorar aún más las incorporaciones”.
Jesús Ernesto se muestra preocupado, ya que le consta que cursó sus estudios en la misma universidad que otros compañeros que fueron homologados años atrás. Por tanto, este no sería un trámite nuevo para la Administración. Y aclara: “No estamos diciendo que homologuen a cualquiera, solo a aquel que realmente cumpla los requisitos, porque entendemos que se trata de dar la posibilidad de trabajar a un profesional al que no conoces de nada. Pero se podría ganar tiempo también si nos fuesen facilitando los últimos protocolos de atención sanitaria ya que, de incorporarnos de manera inminente, necesitaríamos tener previamente esta información para realizar nuestro trabajo con la calidad necesaria”.
Ignacio Barriendos, fundador de binternational, una compañía de selección de personal que colabora desinteresadamente para encontrar profesionales para empresas con necesidades de contratación urgentes (sanitarias, farmacéuticas, de alimentación o transporte) confirma esta realidad: “En un solo fin de semana han aplicado a nuestras ofertas casi trescientos profesionales, por lo que hemos constatado que todavía quedan personas disponibles que no han podido acceder a las vacantes.Tenemos puestos sin cubrir en toda España y estamos canalizando a los candidatos hacia los distintos centros porque están desbordados gestionando tal necesidad de personal. Hemos reclutado perfiles sanitarios durante siete años, por lo que todo nuestro equipo está a disposición de quien lo necesite. Queremos que esto se termine cuanto antes porque cada nueva incorporación salva vidas”.
También reciben ofrecimientos de voluntarios, que estando de baja, desempleados o habiéndose retirado de su profesión hace tiempo quieren ponerse a disposición de quien lo precise para ayudar de forma telefónica o prestar su apoyo en tareas complementarias. Sin duda, todos estos son gestos solidarios que este momento pueden significar un antes y un después en la lucha contra el coronavirus.