Citroën C5 Aircross PureTech 180 AET 8

En sus cuatro metros y medio el C5 Aircross, exhibe y encierra unas características casi únicas en este segmento de los crossover medios. Por un lado una carrocería distinta a cuanto se ofrece en el mercado, que remarca las zonas acristaladas de las puertas y obvia la tercera ventanilla apenas visible. Por otro un interior que, además de muy personal, ofrece una modularidad y posibilidades de utilización difícilmente igualable.

Dicho esto y centrándonos ahora en el exterior se puede observar un frontal muy del gusto de Citroën como reflejan los últimos modelos de la marca, C3 Aircross, C4 Captus, es decir alto y con el contoneado capó muy horizontal, lo que permite un morro macizo y con un gran reconocimiento de marca. La doble luz de día situada como una continuación de los estirados crevrones de Citroën, junto en el comienzo del capó. Un poco más abajo y con prácticamente la misma anchura que la estrecha calandra los dobles faros con tecnología Full Led. Más abajo, ya en el paragolpes, la gran entrada de aire, escoltada por dos branquias laterales que casi están en las aletas, que resaltan la anchura del vehículo. En la propia entrada de aire se encuentran dos inserciones de color que dan al frontal un toque aún más personal al modelo y lo identifican con Citroën sin necesidad de fijarse en el logotipo.

Lateralmente el C5 Aircross destacan sobre todo por dos elementos principales. Uno, el ya mencionado diseño de las zonas acristaladas que visualmente se centran en las dos grandes ventanillas de las puertas, ya que están enmarcadas por una ancha línea cromada, sobre todo en su parte trasera, donde se inicia la oscura tercera ventanilla. Esta oscuridad del cristal unido al negro del montante del parabrisas, los separadores de las puertas y las esquinas verticales del alerón de la luneta, hacen el efecto que la marca llama “techo flotante”, ya que todo es oscuro en la franja de las zonas acristaladas, mientras que el techo es del color de la carrocería, en este caso blanco. Las barras que recorren el techo son bicolores, lo que da un aire de modernidad y combinan con la inserción colorista que existe en el denominado Airbump, que se reduce a la parte baja de las puertas y cuyo color gris plástico, combina a su vez con los gruesos protectores del paso de rueda y la parte baja de ambos paragolpes. También son de destacar las bonitas llantas de aleación de 19”, que resaltan la generosa altura con respecto a suelo de 23 cms.

La parte trasera, más bien vertical, es redondeada y da una buena sensación de anchura y robustez al modelo, al igual que la delantera. En ese mismo sentido encontramos también a cada lado del paragolpes unas branquias que resaltan dicha sensación. Los grupos ópticos tridimensionales, están formados por cuatro módulos de leds, dos integrados en el portón y los otros dos en la esquina de la carrocería. A cada lado de la parte más baja del paragolpes se sitúan las rectangulares y cromadas salidas del escape.

Al abrir las amplias puertas nos encontramos un ambiente interior realmente acogedor, debido sobre todo a los elaborados asientos que, sin ser especialmente de diseño deportivo, si ofrecen un impecable aspecto y dejan adivinar una no menos excelente comodidad, como así es, debido al grosor de su mullidos, tanto en banqueta como en respaldo. Ante el conductor se despliega un salpicadero bitono de diseño bastante lineal aunque no exento de creatividad, debido sobre todo a las nada menos que 8 salidas de aire, distribuidas de dos en dos, tanto en los laterales del salpicadero como en la zona central junto a la pantalla multifunción. También es destacable el generoso tamaño del cuadro de instrumentos que en realidad es una pantalla de TFT de 12,3 pulgadas (31,2 cms.), que ofrece tres posibilidades de grafismos según elija el conductor, cualquiera de las tres aporta una buena cantidad de información. La mencionada pantalla táctil multifunción es de 8 pulgadas y su manejo es muy intuitivo y fácil de comprender. Bajo ella se distribuyen una hilera de interruptores auxiliares que se complementan con otra fila justo donde comienza la consola central ya en posición horizontal. En ella, además de la pequeña palanca selectora de velocidades, se encuentran el botón de arranque y parada, la tecla del modo ECO, la del modo Sport y la del control de descenso, además de la rueda selectora de los 5 modos de conducción o Grip Control: normal o autopista, nieve, todoterreno, arena y anulación del control de tracción, más un par de un hueco para pequeños objetos y la palanquita del freno de mano eléctrico. Entre los asientos delanteros se cuenta con un ancho reposabrazos de apertura de mariposa, que incluye un amplio espacio refrigerado, dos porta latas retroiluminados y una zona dedicada a la recarga sin cable del smartphone.

Al comienzo del artículo mencionábamos que una de las características del C5 Aircross es su modularidad y efectivamente encontramos distintas aplicaciones que así lo confirman. El asiento trasero esta formado en realidad por tres asientos independientes, que pueden ser escamoteables, deslizantes y reclinable de forma individual, siendo cada uno de ellos de la misma anchura con lo que el pasajero que se instala en el asiento central, viaja con la misma comodidad que los de los asientos laterales. La regulación en inclinación tiene 5 posiciones para adaptarse al gusto de pasajero. El deslizamiento hace que se puedan desplazar a lo largo 150 mm., con lo que se puede modular el espacio disponible en el maletero, que puede variar desde los 580 litros hasta los 720 l. en función del movimiento de los asientos. Si estos se abaten la capacidad sube hasta los 1.630 litros, siendo el SUV de esta categoría que ofrece mayor capacidad y que además ofrece dos alturas del piso a elegir. El portón de accionamiento eléctrico se puede accionar pasando el pie por debajo del paragolpes trasero.

Además de un equipamiento muy completo tanto en sistemas de seguridad, ayuda a la conducción y confort, los pasajeros encuentran un habitáculo muy silencioso, si apenas ruido de la rodadura, de motor (Sobre todo en esta versión de gasolina) y muy pocos sonidos aerodinámicos, gracias a buen trabajo de los ingenieros y a que los cristales delanteros son laminados de doble espesor con capa aislante. Entre los elementos de confort, además de los más o menos habituales de elevalunas, cierra centralizado sin llave, asientos delanteros calefactados y con 5 funciones de masajes, techo panorámico de grandes dimensiones, Park Assitan, cámara de marcha atrás, cámara visión de 360º, etc., se cuenta también con el “Air Quality System”, que consiste en que la climatización automática esta equipada con un filtro de carbono activo de alto rendimiento, que impide la entrada de partículas exteriores contaminantes y por lo tanto proporciona una excelente calidad de aire. Entre los elementos de seguridad cabe destacar, el Active Safety Brake, que frena automáticamente en caso de riesgo de colisión o atropello, el Sistema Activo de Control de Ángulo muerto, Aviso de Cambio Involuntario de Carril activo, Regulador de velocidad adaptativo y activo, Alerta de riesgo de colisión, Alerta de Atención del Conductor, Identificador de Señales de tráfico, faros inteligentes…….y así hasta más de 20 sistemas.

Tampoco podían faltar en el C5 Aircross los sistemas intuitivos y tecnológicamente avanzados dedicados al infoentretenimiento y así encontramos en la pantalla multifunción, la función Mirror Screen compatible con Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink, que permiten aprovechar las aplicaciones del teléfono móvil. También disponemos del Citroën Connect Nav de 3 D, conectado a TomTom Traffic, del Connect Box con Pack SOS, para el caso de necesita ayuda y del ConnectedCAM Citroën, un sistema de cámara integrado en la parte baja del retrovisor interior, que permite hacer videos o fotos del exterior del coche y almacenarla en una memoria integrada. Todo ello complementado por un excelente equipo de sonido.

Para mover con soltura este SUV tan tecnológicamente avanzado, disponemos en la unidad de pruebas de un motor de gasolina PureTech de 1,6 litros, que proporciona una potencia de 181 CV a 5.500 r.p.m. y un par de 250 Nm a 1.650 r.p.m. Una motorización, toda de aluminio, que da al C5 Aircross una agilidad y capacidad de aceleración y recuperación más que notables, consiguiendo además unas estupendas prestaciones, como la velocidad máxima que se sitúa en los 220 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos. No es que sea un deportivo, pero se puede presumir de acercase a ello. Por su parte el consumo medio no llega a los 6 litros y aunque sube algo en una utilización rápida y con ganas de sacar al motor lo mejor de sí, nunca se muestra especialmente sediento ni mucho menos. La verdad es que conducir el C5 Aircross con este motor es de lo más agradable, silencioso y rápido de respuesta y además acompañado de una eficiente caja de cambios automática de convertidor de par y 8 relaciones. Su funcionamiento es siempre suave y la velocidad de paso de una velocidad a otra es bastante rápida y gracias a las levas situadas detrás del volante se puede utilizar manualmente y reducir a conveniencia. Es de destacar que con el modo ECO se activa la función de avance por inercia, mientras que con el Sport se reduce la velocidad de respuesta y se alargan las revoluciones hasta cambiar a otra marcha, pero desde luego no con un talante decididamente deportivo.

El C5 Aircross es un coche dócil de conducir y sobre todo muy cómodo. Ello es debido además de los excelentes asientos, a que esta equipado con las suspensiones Citroën de Amortiguadores Progresivos Hidráulicos que proporcionan lo que la marca denomina efecto “Alfombra voladora”, (Como es su día se denominó a la suspensión hidráulica del mítico e inigualable DS). Este tipo de amortiguadores permiten una mejor absorción de las irregularidades del terreno, y desde luego, dan como resultado un elevado grado de confort a los ocupantes, a la vez que aseguran una estabilidad de lo más eficaz.