Trabajar cuando hace demasiado calor puede influir negativamente en el desempeño de la actividad laboral. Lo mismo ocurre cuando intentamos descansar en nuestro hogar en plena ola de calor. En el caso contrario, cuando estamos trabajando o pasando nuestro tiempo libre mientras disfrutamos del confort térmico en nuestro hogar o en el entorno laboral, estamos mucho más cómodos y disfrutamos bastante más de nuestro día a día.
Por este motivo, muchas personas deciden invertir en la instalación de un buen aparato de aire acondicionado en su hogar o en su negocio. Después de todo, la satisfacción personal y la de las personas que se encuentran al abrigo de unas temperaturas suaves, permite que nos relajemos más cuando estamos en nuestro hogar y que rindamos mucho mejor en el entorno laboral. En este sentido, comprar e instalar un aire acondicionado se vuelve una necesidad.
Ahora bien, muchas personas deciden no comprar ni instalar un aparato de aire acondicionado con la creencia de que es una solución que resulta demasiado cara. Obviamente su adquisición e instalación requiere una inversión, pero queremos desmontar el hecho de que necesariamente su coste deba resultar elevado. Por este motivo, los especialistas de TSCLIMA nos van a dar las claves para comprar e instalar un aire acondicionado al mejor precio. Sigue leyendo para obtener más información.
¿Qué es el aire acondicionado?
El aire acondicionado es un proceso mediante el que se consigue extraer el aire caliente de una estancia o espacio interior para crear una atmósfera agradable y alcanzar la temperatura ideal para el confort térmico de los seres humanos. Esta suele ser de unos 20ºC en invierno y de en torno a los 25ºC en verano. Además de controlar la temperatura, estos aparatos también pueden ser capaces de reducir el nivel de humedad en el aire, además de filtrar y renovar el mismo.
El aire acondicionado se agrupa en distintos sistemas y, normalmente, está formado por dos equipos o aparatos que se encargan de los procesos que hemos comentado anteriormente. Así pues, es habitual encontrar dos unidades: una en el interior y otra en el exterior. Dentro del sistema, como norma general, incluye distintos componentes que realizan distintas funciones.
Entre ellos se encuentra el evaporador, que se encarga de capturar el aire caliente que existe en el interior de la habitación. Contiene un líquido refrigerante cuya función es enfriar el aire caliente que captura en su interior y devolverlo a la estancia ya refrigerado.
Obviamente, el líquido refrigerante absorbe la temperatura caliente del aire, sube su temperatura y se evapora. Para seguir haciendo descender la temperatura del aire, este líquido debe volver a enfriarse y regresar a estado líquido. Para ello, los equipos de aire acondicionado también cuentan con un compresor. Este se encarga de aumentar la presión para que este eleve todavía más la temperatura del fluido para que llegue al condensador.
En el condensador, el fluido, que se encuentra en estado gaseoso, expulsa su calor hacia el aire del exterior y regresa a estado líquido y baja hasta la válvula de expansión. Aquí, la presión se reduce de manera drástica, por lo que su temperatura también desciende.
De esta manera, el fluido está listo para seguir capturando el calor del ambiente y enfriando la sala. El líquido refrigerante se encuentra dentro de un circuito cerrado, por lo que todo este proceso se realiza de manera constante.
¿Cómo comprar e instalar un aire acondicionado al mejor precio?
Resulta evidente que los aparatos de aire acondicionado hoy en día se han convertido en una necesidad. Por este motivo, conviene pensar bien qué tipo de dispositivo necesitamos y, por supuesto, cómo podemos ahorrar la máxima cantidad de dinero. Antes de empezar, advertimos que los equipos que, en primera instancia, son más económicos, a la larga suelen salir bastante más caros. Además, si quieres saber cómo ahorrar con el aire acondicionado en tiendas y empresas, puedes consultar este artículo de Pymespedia.
La eficiencia energética del aparato es importante
La eficiencia energética se aplica al gasto energético por parte de cualquier dispositivo electrónico que tengamos en nuestro hogar. Pueden ser televisores, neveras, lavadoras, secadoras, lavavajillas o, en nuestro caso, aparatos de aire acondicionado. Las etiquetas se clasifican dentro de varias letras: A, B, C, D, E, F, G, donde la A es la más alta y eficiente y la G es la más baja y deficiente desde el punto de vista de aprovechamiento energético.
¿Qué quiere decir esto? Que un aparato de aire acondicionado con una etiqueta A se considera el más eficiente energéticamente hablando y que, por lo tanto, consume la mínima cantidad de energía para mantener la temperatura de cualquier estancia.
Los dispositivos que cuentan con las calificaciones más bajas, como la F o la G, para lograr los mismos resultados que los de la etiqueta A tienen que gastar una cantidad de energía mucho mayor. Por lo tanto, a pesar de que los aparatos más eficientes requieren una inversión mayor, el consumo de electricidad, siempre es mucho menor. Y, a la larga, ahorrarás bastante dinero en la factura de la luz.
¿Dónde vas a instalar tu aire acondicionado?
No en todos los lugares del hogar o de tu local se puede instalar un aparato de aire acondicionado ni disfrutar de todas sus ventajas. De hecho, no todas las viviendas ni espacios cuentan con las mismas condiciones para aprovechar al máximo sus posibilidades. En este sentido, debes tener en cuenta que estos aparatos funcionan con un dispositivo interno y otro externo. Para ahorrar energía y dinero, lo mejor es instalar tu aparato en una zona que no se encuentre demasiado expuesta al sol.
Por este motivo, es mejor realizar su instalación en zonas de sombra, semisombra o que incluya la posibilidad de instalar un toldo para proteger el aparato de las altas temperaturas producidas por los rayos solares. Esto es tan importante, que tu aparato de aire acondicionado puede tener una eficiencia energética un 20% peor, ya que debe trabajar mucho más de lo normal.
Tampoco hay que olvidar que la distancia entre el aparato del interior y del exterior debe tenerse en cuenta. Recuerda que los aparatos funcionan con un fluido refrigerante y que cuanto mayor es la distancia que debe recorrer el mismo para enfriarse, peor es su eficiencia. Por este motivo, también se obliga al aparato a funcionar más de lo necesario para cumplir su objetivo. Asimismo, es importante que los cerramientos de las estancias, tales como las puertas o las ventanas, sean herméticos y que no existan puentes térmicos.
El mantenimiento y la limpieza son fundamentales
Si quieres que tu aparato de aire acondicionado funcione adecuadamente y no consuma más energía de la necesaria, debes limpiarlo y mantenerlo periódicamente. En cada temporada es recomendable limpiar y renovar los filtros. Puedes hacerlo por tu cuenta o llamar a un especialista para que se encargue de estas labores. De esta manera, a la larga, ahorrarás bastante dinero en la factura de la luz.
Ajusta correctamente la temperatura
En cuanto al uso del aire acondicionado, una práctica bastante habitual es poner la temperatura demasiado elevada en invierno y demasiado baja en verano. Esto, además de ser perjudicial para la salud, supone un desperdicio excesivo de energía debido a que el aparato debe trabajar continuamente para mantener la temperatura adecuada.
La diferencia térmica del interior respecto a la del exterior no debería ser superior a los 10ºC. Por lo tanto, en invierno es recomendable disfrutar de una temperatura de en torno a los 18ºC y 23ºC mientras que en verano ésta podría ser de unos 23ºC y 26ºC. La cuestión es generar una sensación térmica agradable que se aleje de las temperaturas extremas que se producen en el exterior durante los meses de verano e invierno.
En definitiva, estas son las claves que te aportamos para comprar e instalar un aire acondicionado al mejor precio. Es necesario comprender que disfrutar de una temperatura de confort durante todo el año no es algo que deba resultar caro. De hecho, si aplicas todos los consejos que te hemos aportado, podrás reducir drásticamente el coste de tu factura de la luz mes a mes y amortizar la inversión en muy poco tiempo.