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Coface mejora las perspectivas para Emiratos Árabes Unidos tras un difícil 2020

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viernes 17 de septiembre de 2021, 10:17h
En 2020, la economía de los Emiratos Árabes Unidos sufrió un doble shock: El primero estuvo vinculado al colapso del precio del petróleo tras el desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudí en marzo de 2020. El segundo, a la pandemia de COVID-19. id:75962
La economía de Emiratos Árabes Unidos sufrió un doble shock en 2020: el colapso de los precios del petróleo y la pandemia de Covid-19. Según las primeras estimaciones, la economía de EAU se contrajo un 6,1% en 2020. No obstante, las perspectivas son más favorables para 2021. Coface prevé un crecimiento del 3,1% gracias a una rápida campaña de vacunación, una fuerte recuperación de la economía mundial y un repunte de los precios de la energía.

Sin embargo, el alcance de esta recuperación variará según el sector. Esperamos que el desarrollo del turismo, la construcción y el comercio minorista estén ligados a las nuevas variantes del virus. El Covid también será determinante para el sector minorista, uno de los más diversificados y desarrollados de la región.

Los sectores del petróleo y el transporte se beneficiarán de la fuerte recuperación económica mundial y regional. En julio, Emiratos Árabes Unidos acordaron con el grupo OPEP + aumentar la cuota de su producción de petróleo. A pesar de las dificultades, las perspectivas siguen siendo positivas para el sector petrolero de EAU, en línea con algunos proyectos de inversión. Además, el sector del transporte se verá sustentado por la posición de EAU como eje comercial regional.

En este contexto, la normalización de las relaciones entre Emiratos e Israel será rentable en términos de comercio e inversiones para determinados sectores. Podrían surgir tensiones inesperadas con Arabia Saudí debido a la competencia por el estatus de “eje” regional, pero estas deberían permanecer limitadas a la esfera económica.

“EAU son una de las economías más diversas de la región y desempeñan un papel importante como “hub” comercial regional. Esperamos que el crecimiento esté impulsado por el aumento de los precios del petróleo, la sólida campaña de vacunación en el país y la recuperación de los volúmenes comerciales mundiales. Estos factores entrañarán una mejora directa de las condiciones operativas para una serie de sectores como el turismo, la energía y el comercio minorista, aunque el ritmo de recuperación será variable. La organización de la Exposición Universal implicará un aumento de los flujos turísticos, lo que a su vez apoyará al sector de la construcción e inmobiliario. Sin embargo, este último necesitará más tiempo para recuperar los resultados precovid. De hecho, el teletrabajo y el declive de la población expatriada seguirán ejerciendo presión sobre los precios inmobiliarios. La voluntad de las autoridades de continuar con la disciplina presupuestaria también afectará a los nuevos proyectos. El establecimiento de nuevas alianzas regionales se ha vuelto más importante para EAU de cara a la creciente competencia con Arabia Saudí y Qatar por el liderazgo como hub regional. Se espera que la normalización de las relaciones con Israel ofrezca oportunidades significativas para ambos países en términos de comercio e inversión y para una amplia gama de sectores como el turismo, la agricultura, la defensa y la energía”, comenta Seltem İyigün, economista de Coface para Oriente Medio y Turquía.

¿Una recuperación sostenible después de Covid?

Tras la guerra de precios del petróleo entre Arabia Saudí y Rusia en marzo de 2020, el precio del barril cayó a 20 dólares, frente a alrededor de 70 dólares a principios de año. Según las primeras estimaciones, la economía de Emiratos Árabes Unidos se contrajo un 6,1% en 2020, en línea con la contracción de la economía mundial. La economía no petrolera se contrajo un 6,2%, con una caída del 23,6% para los servicios de alojamiento y alimentación, un 13% para el comercio mayorista y minorista y un 10,4% para la construcción. No obstante, las perspectivas de crecimiento para 2021 son mejores, con una previsión del 3,1% debido a varios factores: el efecto base, el aumento de los precios del petróleo, la alta tasa de vacunación (una de las mayores del mundo) y la recuperación de la economía global, que es más rápida de lo esperado.

El primer impacto del rápido proceso de vacunación y el levantamiento de las restricciones sanitarias se dejará sentir en el sector turístico, que supuso entre el 7 y el 8% del PIB en 2019.

Se estima que las llegadas internacionales a Emiratos Árabes Unidos se han desplomado alrededor del 70%. Gracias a la vacuna, las autoridades han permitido a los hoteles reabrir sus puertas al máximo de su capacidad. Esto debería permitir maximizar el impacto de la Dubai World Expo, un evento muy esperado que durará seis meses y está programado para comenzar en octubre de 2021. Alrededor del 35% del total de los turistas que llegan a Emiratos Árabes Unidos proviene de AsiaPacífico, un 27% de Europa y un 26% de Oriente Medio. A medida que estos países vuelvan a abrir sus puertas y vacunen a su población, el turismo se recuperará.

Sin embargo, es poco probable que el retorno a los resultados anteriores a la crisis sea inmediato. Los 12 millones de turistas que se esperan en 2021 representan un nivel inferior al pre-crisis y se prevé que generen unos ingresos de 15.000 millones de dólares, frente a los 35.000 millones de 2019. La recuperación dependerá del ritmo de vacunación en los países de origen, de las restricciones de viaje y los riesgos sanitarios que siguen vigentes en todo el mundo. Además, la decisión de las autoridades federales de implementar una disciplina presupuestaria mediante la reducción del gasto en un 5,3% en 2021 afectará a la realización de nuevos proyectos en los sectores turístico y hotelero.

Esta disciplina fiscal ralentizará la recuperación en el sector inmobiliario y de la construcción, que se contrajo en 2020. En el primer trimestre de 2021, los precios medios de venta y de los alquileres en Dubái bajaron un 5% y un 10% anual respecto al año anterior. En Abu Dhabi, los precios de venta medios parecen haberse estabilizado en el primer trimestre de 2021, mientras que las tasas de alquiler medias todavía estaban un 3,5% por debajo de su nivel de 2020. No obstante, Emiratos Árabes Unidos siguen siendo un enclave atractivo gracias a su estabilidad política y su entorno empresarial favorable. Las autoridades permitieron recientemente la propiedad extranjera al 100% de las empresas locales para alentar la inversión extranjera directa y han implementado nuevas iniciativas en relación a las visas para expatriados. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha provocado una salida masiva de expatriados del país.

La vacunación y la reanudación de los flujos turísticos tendrán un efecto positivo en las ventas minoristas, pero de forma gradual. Después de caer un 14,3% en 2020, se espera que el consumo privado crezca un 1,1% en 2021, impulsado por medidas de estímulo del gobierno. Estas medidas incluyen un apoyo federal, mediante la reducción de impuestos y otros cargos a las empresas, garantías de crédito y devoluciones de impuestos. Para los hogares, el gobierno ha introducido aplazamientos de pago de las cuotas e intereses vencidos de los préstamos y tarjetas de crédito, subsidios de agua y electricidad y diversas facilidades bancarias.

Se espera que el gasto en alimentación, excluido el alcohol, aumente un 3,3% en 2021 respecto a 2020. Los electrodomésticos son otro segmento que se beneficiará de la recuperación: se espera que las ventas aumenten un 4,9% en 2021, después de caer un 9,2% en 2020. Esta disminución se debe, en particular, a un aplazamiento de las compras importantes durante la pandemia.

El petróleo y el transporte impulsan la recuperación de la economía y del comercio mundial

El aumento de los precios del petróleo también ayudará a la recuperación económica de EAU, ya que representa alrededor del 30% del PIB y el 50% de los ingresos fiscales. En lo que va de 2021, los precios del petróleo han subido casi un 50% desde finales de 2020 hasta alcanzar los 73 dólares por barril. Esta tendencia se explica por el aumento de la demanda global y por ciertas interrupciones de la oferta. Emiratos Árabes Unidos exportan alrededor del 90% de su petróleo a Asia. Por tanto, la recuperación económica de Japón, Corea del Sur y China será crucial para los ingresos de exportación. Los términos del acuerdo OPEP + alcanzado en abril de 2020, destinado a reducir parte de la producción de petróleo para respaldar los precios, penalizaron significativamente a los Emiratos.

Tras una ruptura en las negociaciones, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí acordaron una nueva base de producción a partir de mayo de 2022. Estos ingresos petroleros son necesarios para financiar la estrategia de diversificación económica y ampliar sus capacidades a otros segmentos. A pesar de estos desafíos a corto plazo, las perspectivas siguen siendo positivas para el sector petrolero de los EAU, en línea con algunos proyectos de inversión destinados a expandir la capacidad de producción del país.

La fuerza de la recuperación económica también dependerá su posicionamiento como hub regional. El aumento de los volúmenes del comercio internacional, debido a la reapertura de las economías y a los esfuerzos globales de vacunación, respaldarán al comercio de los EAU, que debería alcanzar los 540.000 millones de dólares en 2021, frente a 478.000 millones en 2020. Los hidrocarburos representan alrededor del 20% de los ingresos totales de exportación de bienes. Los principales bienes reexportados por el país consisten en minerales, plásticos, productos químicos, metales y vehículos de transporte, estos últimos particularmente sensibles a los precios mundiales de las materias primas. La recuperación de todas estas categorías dará lugar a un aumento del transporte de mercancías por carretera. Igualmente, se espera un crecimiento del flete aéreo gracias al fortalecimiento de la demanda interna, la organización de la Expo 2020 y el transporte de productos sanitarios de emergencia.

En este nuevo entorno económico, forjar alianzas se ha vuelto crucial para aprovechar las oportunidades. Consecuentemente, es pertinente analizar los esfuerzos para normalizar las relaciones entre Emiratos Árabes Unidos e Israel y los recientes desacuerdos con Arabia Saudí durante las negociaciones de la OPEP +.

Oportunidades y desafíos regionales

En septiembre de 2020, Emiratos Árabes Unidos se convirtió en el tercer país árabe en aceptar normalizar sus relaciones con Israel. Este acuerdo representa importantes oportunidades para ambos países en términos de comercio e inversión. Para Emiratos Árabes Unidos, este podría ser un paso clave para impulsar sus esfuerzos de diversificación. El turismo, la defensa, la agricultura y la energía serían los principales beneficiarios. Las importaciones israelíes de petróleo crudo y otros líquidos podrían aumentar un 5,9% con respecto al año anterior. El acuerdo permitiría a Emiratos Árabes Unidos asumir una parte de esta demanda adicional. La normalización de los lazos también les permitiría beneficiarse de la capacidad tecnológica y de innovación israelí. En abril de 2021, Emiratos Árabes Unidos anunciaron la estructuración de un fondo de inversión de 10.000 millones de dólares para invertir en sectores estratégicos en Israel, como la energía, el agua, las manufacturas, la carrera espacial, la agro-tecnología y la salud. En junio, ambos países firmaron un acuerdo bilateral de cooperación económica y comercial. Las autoridades han declarado que el comercio bilateral alcanzó los 675 millones de dólares en de los diez meses posteriores a la firma del acuerdo.

En realidad, la razón principal del conflicto entre Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí tiene que ver con la voluntad de diversificar sus economías fuera del sector petrolero. Actualmente, los EAU cuentan con el estatus de eje comercial regional. Por el contrario, Arabia Saudí, cuya economía depende más del petróleo, ha implementado una estrategia para transformar el país en un centro de negocios y comercio. No obstante, esta competencia debería limitarse al ámbito económico porque, en el plano político, los dos países deberían seguir siendo aliados, especialmente en un momento marcado por las incertidumbres sobre la estabilidad regional. Las relaciones entre los países del Consejo de Cooperación del Golfo y la administración estadounidense parecen haberse enfriado. Por su parte, Estados Unidos quiere retomar el acuerdo nuclear con Irán, del que se retiró en 2018. Estas incertidumbres deberían evitar una ruptura de los lazos políticos entre los dos pesos pesados de la región.

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