Aunque la oferta es prácticamente ilimitada, la elección de nuestro broker no se puede dejar al azar. No se trata de que unos sean mucho mejores que otros, que también los hay malos, sino de acertar con aquel que se ajusta a nuestro perfil de inversor. id:51862
Hay algunos brokers que ofrecen todos los productos, desde acciones, ETFs, fondos de inversión, opciones, warrants, Forex, futuros, etc. Hay otros brokers que son especialistas en un solo producto. Por ejemplo, muchos brokers de Forex y futuros son especialistas en su sector y no ofrecen trading o inversión en otros activos.
Cuando alguien se decide a invertir en bolsa, aparecen ante esa persona distintas opciones financieras, desde las más conservadoras hasta las más arriesgadas. Afortunadamente, la legislación actual obliga a explicar muy claro los riesgos que podemos correr en función del tipo de inversión elegida, o eso pretende. Pero eso no quita que lo podamos perder todo de la noche a la mañana si nos creemos que una inversión a largo plazo, en un valor presuntamente solido, al margen de los lógicos cambios en la cotización diaria, es segura. Ya saben que me estoy refiriendo al Banco Popular.
Cualquier inversión conlleva un riesgo y lo importante es conocer los riesgos. Si una parte de nuestro capital lo ponemos a trabajar en activos de alto riesgo con la suficiente información, los resultados pueden ser muy positivos, ya que la posibilidad de ganancias también es alta.
Como decía antes, que nos digan que una inversión es de bajo riesgo está bien, pero puede no servir para mucho. En cambio, está muy bien que recibamos avisos como estos: “los CFDs son instrumentos complejos y tienen un alto riesgo de que se pueda perder el capital rápidamente debido al apalancamiento. Entre el 74 y el 89% de los inversores de cuentas minoristas pierden dinero cuando negocian con CFDs”.
Así ya sabemos dónde nos estamos metiendo. Ahora lo mejor es encontrar el mejor compañero de viaje, el broker, para poder invertir con conocimiento -no sin riesgo- en lo que queramos, por ejemplo en futuros sobre el DAX30 u opciones financieras sobre el IBEX35. Hablemos un poco de los CFDs.
Un CFD, contrato por diferencia (en inglés, contract for difference), es un derivado cuyo precio se basa en el de un activo subyacente. Es decir, las operaciones abiertas son contratos con el bróker, en lugar de la adquisición única de un activo. Así, el CFD refleja el valor del precio de este activo.
Tenemos que tener muy claro que si compramos un CFD sobre una acción, no estamos comprando ninguna acción, solo tenemos un contrato con el broker. Pero también debemos saber que se pueden utilizar como parte de una cartera de inversión más amplia. Son negociados por un broker, en lugar de en una bolsa de valores. Una de las características principales de los CFDs es que permiten a los traders operar con apalancamiento.
El tema del apalancamiento ya será objeto de otro artículo, ya que ofrece muchas posibilidades.
Si (
No(
