¿Cómo será la nueva política exterior en Europa?

La política exterior europea, si es que tal existe, se enfrenta ahora a un reto determinante. En mi exclusiva opinión, la inmensa burocracia de la Unión la ha hecho casi inoperante. Si para terminar aprobando una directiva europea, que después ha de ser adoptada por cada Estado miembro, se tarda cinco años, mal vamos.

Es cierto que Europa, y más concretamente la Unión Europea, representa el último reducto del Estado del Bienestar y de la democracia. Somos una isla que, además, molesta a todo el mundo. Pero pensábamos que nuestros valores eran suficiente dique de contención contra aquellos a los que nuestra solo existencia incomoda.

Gracias a la pandemia el triste espectáculo del Brexit ya no se recuerda. Y es que no se puede obligar a alguien a ser miembro de un club, aunque le pagues la cuota de socio, si no quiere serlo. “Serios” asuntos diplomáticos llevaron el tema hasta el hartazgo y al final los británicos se van, gracias a una campaña llena de mentiras. No obstante las mentiras ya no cuentan, pero los votos inducidos, la propaganda sesgada en la peor acepción del término y eso llamado “populismo” sí.

La gente prefiere informarse a través de las redes sociales antes que mediante la lectura sosegada de publicaciones serias. Por cierto, la gente no está formada por un conjunto de personas que vivan fuera de la realidad, no son alienígenas tampoco. La gente está compuesta por nuestros vecinos y algunas veces por nosotros mismos.

El Coronavirus y la descomposición de la Unión Europea

Muchos problemas, tanto de la Unión Europea como de cada uno de sus estados miembros, quedarán de nuevo en el cajón por la urgencia inevitable, aunque cosmética, de dar una respuesta a la pandemia. Se prometen fondos que llegarán en algún momento de 2021 o 2022. Nadie sabe de qué se va a comer hasta entonces. Los Estados más débiles no quieren ser rescatados a la manera griega y los Estados que ponen el dinero quieren saber en qué se gasta y cómo. Por cierto, según las informaciones publicadas ha gestionado bastante bien la acometida del Covit-19.

Y Europa descubrió el turismo

En España hemos pasado de escuchar declaraciones de autoridades, al menos rotundamente mal informadas, en las que se nos decía que como mucho tendríamos cuatro o cinco enfermos, pero sin riesgo de muerte. Tres meses después los fallecidos ya no se cuentan o se cuentan poco y con cuidado para no alarmar a la población.

Lo que si avisan constantemente es que en octubre la pandemia volverá. Lo dicen también sin crear alarma pero machaconamente, para que se nos quede en la cabeza. Y para pasar julio, agosto y septiembre quieren que viajemos, con el dinero que habría que guardar en una situación de incertidumbre como la actual.

Me van a perdonar, pero yo este año no voy ni a Grecia.