José María Torres considera que, pese al acuerdo del diálogo social, la reforma nace con la necesidad de ser adaptada a corto plazo y resalta la anomalía de que las pymes no estén representadas. id:79168
El presidente de CONPYMES, José María Torres, ha apuntado sobre el reciente acuerdo de reforma laboral que
el mercado de trabajo requería una reforma integral y con flexiseguridad, que ayudara a la recuperación económica y se adaptara a la realidad actual, y ha explicado que “
la reforma no es integral y, por lo tanto, supone una reforma laboral más estética que estructural”.
En este sentido, cree que la reforma laboral tendría que servir para solucionar problemas graves del mercado laboral como el acceso de las pymes a la negociación colectiva, la capacidad de las empresas de adaptar su fuerza del trabajo a las necesidades reales, la indexación de salarios a una cesta de indicadores de productividad y competitividad, la flexibilidad en la gestión de crisis empresariales, y la recuperación de los derechos perdidos por parte de las pymes en la reforma laboral de 2012. “Más allá de la parte estrictamente laboral, hace falta una revisión de las políticas de empleo, tanto las activas como las pasivas; hecho por el que la reforma nace con la necesidad de ser adaptada a corto plazo”, ha añadido.
Por otro lado, el presidente de CONPYMES ha manifestado que “la propuesta de reforma laboral no es integradora, teniendo en cuenta la no participación de las pymes en el diálogo social, cuando supone un 99,8% del tejido empresarial del país”. Además, ha denunciado de nuevo “esta anomalía que nos aleja de Europa y de la realidad” y ha reclamado la necesidad urgente de una representación real de las pymes en el ámbito estatal. Finalmente, ha destacado que esta anomalía se expresa especialmente con el hecho de que “se mantiene el privilegio de las grandes compañías para acceder a la negociación colectiva”.