Cuando se lleva a cabo el alquiler de una propiedad y se realiza el pago de un depósito, el desgaste natural suele ser uno de los aspectos de referencia contemplados para la devolución del mismo. Esto se debe a que se trata del tipo de deterioro que no está relacionado con un accionar irresponsable o malicioso por parte del inquilino, sino que tiene que ver con un desgaste propio del uso de una propiedad. Barnaflat cuenta acerca de qué se considera desgaste natural y cómo se puede hacer para reducirlo. ID: 86001
¿Qué es el desgaste natural en una vivienda? Responde Barnaflat
De acuerdo con Barnaflat, se entiende por desgaste natural a todas aquellas condiciones que son esperables tras el uso de un inmueble. En toda vivienda, cuando esta es habitada, se dan ciertos desgastes vinculados al uso normal, que son esperables en todos los casos; incluidos aquellos en los que habitan personas en exceso cuidadosas.
En primer lugar y como concepto muy importante se debe tener en cuenta el criterio de temporalidad en el uso de la vivienda. Según el tiempo que se lleva en el inmueble habrá unos desgastes propios del uso, y otros que no serían aceptables atendiendo a la temporalidad en la que se ha usado el inmueble. A modo de ejemplo la pintura; es decir, no es lo mismo una rozadura en una zona de paso en un piso cuando se lleva cinco años en la vivienda que si tan solo se lleva un mes en ella.
En segundo lugar es muy importante el tipo de uso que se hace del inmueble, es decir, el trato cuidadoso de las cosas, sin ser necesariamente obsesivo, conllevará un buen mantenimiento de las cosas y menor deterioro, más allá de la vida útil de las cosas. La delicadeza en el uso de los elementos y la limpieza son los grandes aliados del cuidado de las cosas. Aconsejan no usar productos abrasivos para la limpieza.
También es importante no dejar las cosas estropeadas y que se deterioren más. Es decir se ha de realizar un mantenimiento adecuado al usuario del inmueble. Hay casos en que se produce una pequeña incidencia que con una simple reparación se resuelve y el activo vuelve a estar en pleno funcionamiento. El hecho de dejarlo estar y no reparar es falta de mantenimiento y ello conlleva la reparación más costosa o sustitución que con un cuidado a tiempo hubiera sido posible evitarla. Todo ello sin mencionar los posibles daños paralelos que podría producir esa falta de mantenimiento, como una ventana que cierra mal y entra agua provocando filtraciones. O como otro ejemplo una bisagra de una puerta un poco suelta, con el simple enroscado se resuelve la incidencia, si no se realiza la actuación precisa, puede llegar a descolgar la puerta y tenerse que reparar de forma muy costosa o incluso tenerse que sustituir.
Es decir, generalmente, y teniendo en cuenta los puntos antes indicados se pueden llegar a considerar dentro de la categoría de desgaste natural esperable a algunos de los siguientes resultados:
- Pequeñas manchas recuperables en las paredes o en los suelos.
- Pintura un poco descolorida.
- Alfombras un poco descoloridas por el contacto con el Sol.
- Tratamientos o pinturas de ventanas descoloridas.
- Interruptores de luz desgastados.
- Pintura alrededor de los interruptores de luz un poco descolorida.
Lo que se debe tener en cuenta, explican desde Barnaflat, es que se trata de desgastes que surgen dentro de cualquier estilo de vida y que son absolutamente normales. No obstante, siempre se recomienda leer detalladamente el contrato de arrendamiento, a fin de poder identificar si allí se especifica algo distinto vinculado al desgaste normal o si se hace alguna especificación de lo que puede o no ser considerado de esa manera. Estará bien a la entrada en el piso o local, informar al Administrador que gestiona el contrato de alquiler o a la propiedad, de los pequeños puntos que se pueden llegar a considerar de falta de mantenimiento, para que no sean reclamados al usuario entrante a su salida, evitando de esta forma malos entendidos entre ambas partes.
¿Qué cosas no se consideran desgaste normal?
Dicho lo anterior, explican en Barnaflat que existen ciertos problemas que no están considerados como desgaste natural y que sí pueden impactar en el retorno o no de la fianza y el depósito, independientemente de que sean accidentales o deliberados. Además, en lo que refiere al monto del depósito que se podría retener, esto dependerá del valor que se considere que requiere la reparación de los daños.
En este sentido, algunos de los desgastes o daños que no se consideran dentro de la categoría de desgaste natural son:
- Daños ocasionados por mascotas.
- Manchas o quemaduras en alfombras o en cortinas.
- Olores fuertes como consecuencia del uso de ciertas sustancias.
- Manchas en la pared.
- Olor o manchas vinculadas al cigarrillo en interiores.
- Exceso de suciedad.
- Roturas o agujeros en puertas, paredes, baldosas o suelos.
- Excesiva cantidad de orificios para clavos en las paredes u orificios de gran tamaño.
- Rotura de grifos en el baño o en la cocina.
- Grifos estropeados en su exterior por exceso de cal, es necesario limpieza antical no abrasiva.
- Parcial o total obstrucción de los fregaderos.
- Marcas de tráfico en alfombras.
- Cordones de cortinas deshilachados.
- Bisagras o manijas sueltas en ventanas.
- Bisagras o manijas sueltas en puertas.
- Suciedad
- Grasa en hornos, campanas extractoras, etc…
A fin de poder evitar el desgaste natural de las propiedades, cuentan desde Barnaflat que lo que se recomienda es amplificar los cuidados que se desarrollan en el uso diario. Un ejemplo de ello es la ventilación adecuada y frecuente de los espacios, orientada a eliminar los malos olores y la humedad. También se recomienda mantener una buena limpieza de los ambientes de la casa, a fin de evitar que se pueda acumular.