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Aurelio Medel, Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
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Aurelio Medel, Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Del confinamiento a la España 2.0

OPINIÓN: Por Aurelio Medel, Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad Complutense de Madrid

lunes 20 de abril de 2020, 10:21h
En la España del preconfinamiento se estaba trabajando en la digitalización de nuestra realidad económica y social, pero sin ritmo. Los apóstoles de lo físico aún encontraban eco a sus argumentos y más en una comunidad donde la socialización forma parte esencial del carácter. id:57637
En pocos días hemos aprendido que las pandemias pueden repetirse y que en tiempos de confinamiento, viva el ancho de banda. Por eso el proceso de transformación digital de este país se va acelerar de tal manera que la construcción de una España 2.0 se va a hacer a una velocidad que no hubiéramos alcanzado de otra manera.

El teletrabajo es lo primero que tienen que revaluar empresas y administraciones públicas. Antes del encierro, el trabajo en remoto era visto como una forma de facilitar la conciliación entre lo laboral y lo personal. Hoy es el mejor sistema para mantener en pie el negocio ante imprevistos.

Si se quiere diseñar un buen esquema de trabajo en remoto lo más práctico es extender al máximo la obligación de implantar planes de contingencia y continuidad de negocio, aunque no seas una empresa crítica para la sociedad. Cuando una organización se somete a ese test, ve rápido dónde están los puntos críticos y los déficits. Es hora de abandonar la pereza que da montar esos comités para cosas que nunca pasan, pues ya vemos que sí. Ya sabemos que el conductor de autobús no puede teletrabajar o que una central nuclear no puede parar porque se funde el núcleo, pero, fuera de las obviedades, hay un enorme trabajo por hacer para precipitar el cambio.

Es el caso de nuestro sistema educativo. El debate que hay abierto sobre qué hacer con el curso escolar 2019-20 es consecuencia de que la digitalización de la enseñanza está en pañales en todos los niveles, incluidas las escuelas de negocios. Nos falta de todo; material educativo construido en lenguaje on-line, que nada tiene que ver con un repositorio de documentos para imprimir, faltan herramientas para los profesores y los alumnos, y, sobre todo, falta práctica. Uno no se acuesta analógico el domingo de libertad y se levanta digital el lunes de confinamiento.

Si las administraciones y los colegios hubieran hecho un plan de contingencia, tendrían todo mapeado. A los profesores que reniegan de lo virtual y a los alumnos que no llegan por falta de ordenar, de conexión a internet, o los dos. Es fácil de imaginar un piso con dos adultos y uno o dos hijos, es lo más frecuente, pero, ¿cuántos de esos hogares tienen tres o cuatro ordenadores para que todos puedan teletrabajar y seguir las clases? Cada barrio tiene su propia realidad, por no ampliar el zoom al mundo urbano y a la España vaciada.

Los capos del sistema público educativo, sin olvidar el judicial y sus legajos, tienen que ponerse en contacto urgentemente con sus colegas de la Agencia Tributaria, que como siempre y cada 1 de abril ha lanzado su campaña de la renta, gracias a que está absolutamente digitalizada. Es más sobre la plataforma construida por Hacienda operan otros muchos trámites del querido contribuyente con la Administración.

En el ámbito de la empresa privada la desigualdad es enorme. Hay empresas que han descubierto con amargura que si se hubieran preparado, que si conocieran mejor a sus clientes y se pudieran dirigir a ellos, no llevarían cuatro semanas con cero facturación. No llore, pónganse manos a la obra ya, porque el punto crítico no va estar en que su empresa se haga digital, es el cliente el que lleva semanas buceando en las redes y le ha perdido de vista.

Lo que mejor está funcionando en tiempos de madriguera son aquellos negocios que habían abrazado lo digital, da igual si por la fuerza o por convicción. Es el caso de los bancos o los medios de comunicación, dos sectores en plena transformación digital y que están operativos desde sus casas, o las telecos. Algún día se reconocerá el enorme valor que está teniendo la apuesta que Telefónica hizo en su día por la fibra óptica para suministrar ancho de banda. Esa infraestructura es la que hace posible que todo lo demás funcione.

Las telecos, las energéticas o los bancos y sus medios de pagos son los que hacen posible un pacífico encierro. Estos y otros suman eso que el populismo identifica con el demonizado Ibex, al que eluden reconocer su aportación a la reconstrucción de este país y que será clave en la nueva España 2.0.

Aurelio Medel

Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Ha dedicado media vida profesional al periodismo económico (Expansión, Diario 16, Cinco Días y ABC) y la otra media a la comunicación en Banco Santander, donde ha sido Director de Comunicación Corporativa.

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