Las instalaciones y aparatos de gas sólo pueden ser revisadas y mantenidas por empresas y operarios habilitados por Industria. id:67342
Debido a la destrucción parcial de un edificio céntrico de Madrid,
Agremia (Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía) informa que hasta que no exista un informe oficial, es preciso mantener la máxima cautela ante las distintas informaciones sobre el origen del incidente.
Esta asociación recuerda que las instalaciones y aparatos de gas sólo pueden ser manipuladas, revisadas y mantenidas por empresas y operarios habilitados por la autoridad competente en materia de Industria de cada Comunidad Autónoma.
“Tal y como atestiguan las estadísticas de las Autoridades en materia de Seguridad y Calidad Industrial y las compañías energéticas, el gas es una fuente de energía segura y es excepcional que se produzca un accidente”, aseguran en Agremia.
Desde esta asociación también destacan que las instalaciones de gas deben pasar obligatoriamente la inspección/revisión cada cinco años tanto en gas canalizado como envasado (butano o propano).
Cuando la instalación es de gas natural, como es el caso del edificio destruido, o de propano canalizado, la empresa distribuidora comunicará a la propiedad por escrito la obligación de realizar esta inspección y las fechas aproximadas en que debe hacerlo. Dicha inspección será realizada bien por un técnico de la empresa distribuidora de gas o bien por una empresa instaladora de gas habilitada por la autoridad competente en materia de Industria.
“Cuando la revisión es de gas butano/propano envasado, es el consumidor quien debe ponerse en contacto con una empresa instaladora de gas y solicitar sus servicios (compruebe que está acreditada y dispone de seguro de responsabilidad civil en vigor)”, mantienen desde Agremia.
Campaña de seguridad del uso del gas
Agremia pone en marcha desde hace años una campaña de seguridad para prevenir accidentes de gas en viviendas. Entre otros consejos, esta campaña incide en la vigilancia de la correcta combustión de los aparatos –si la llama es de color azul esta es correcta, no así cuando es amarilla-, en la necesidad de no obstruir las ventilaciones obligatorias y cerrar la llave general si el usuario nota olor a gas.
Por otro lado, en caso de que se detecte olor a gas, Agremia informa que el protocolo de seguridad a seguir por los usuarios cuando noten olor a gas es el siguiente: cerrar la llave de paso del gas, abrir las ventanas, evitar la producción de chispas, no accionar interruptores eléctricos y llamar al servicio de Urgencias de la empresa distribuidora de gas o al 112.
En España existen más de 13 millones de usuarios de instalaciones domésticas de gas, 2,2 millones sólo en la Comunidad de Madrid. “Hasta el momento la concienciación del usuario y las revisiones periódicas que fija la normativa han hecho que de las más de 500.000 inspecciones que se realizan anualmente en aparatos e instalaciones en la región, el 95% hayan resultado favorables”, remarcan desde Agremia.
Por último, desde Agremia recalcan que las calderas no explotan, sino que los accidentes pueden producirse por acumulación de gas (en el caso de que exista una fuga en la instalación) y el gas entre en contacto con una chispa eléctrica (por ejemplo, al accionar un interruptor) o llama, que pueden producir la deflagración.