La aparición de una nueva variante del virus y la menor fortaleza de los datos macro que se publican están generando dudas de que la vuelta a la normalidad no será tan rápida como cabía esperar. id:74369
Si consideramos a China como indicador adelantado, los datos no son halagüeños ya que la actividad se desaceleró en el mes de junio. Sin embargo, una desaceleración no significa recesión. Pero tal y como veníamos anticipando, puede ser una buena excusa para un período de consolidación o corrección en la renta variable coincidiendo con la menor actividad en los meses de verano.
Los mercados de renta fija están recogiendo esos temores con la rentabilidad del bono americano a diez años descendiendo hasta niveles de 1,18%, niveles no vistos desde febrero 2021. El temor a la desaceleración supera en estos momentos a los temores a inflación. El dólar va recuperando terreno, pero de forma muy paulatina y en las últimas semanas se ha apreciado desde 1,21 a 1,18, frente al euro. En definitiva, el mercado está actuando como si esperase un crecimiento más lento.
Pero hay que decir que las vacunas funcionan y la tasa de mortalidad para los vacunados se sitúa en torno al 0,01%. Para ponerlo en perspectiva, el pasado lunes en España se detectaron 61.628 casos y fallecieron 23 personas, hace 6 meses, antes de la vacunación masiva, concretamente el 27 de enero, los casos detectados fueron de 40.285 y fallecieron 497 personas, además, la semana que termina es la primera sin fallecidos en residencias por Coronavirus. No obstante, convendrá estar atentos al sentimiento del mercado.