La pandemia de la COVID-19 ha provocado un período de incertidumbre prolongado que continuará durante los próximos años. Oliver Wyman analiza las oportunidades de inversión en compañías en dificultades y entornos como el actual. id:61732
La pandemia de la Covid-19 ha traído consigo un periodo de incertidumbre que probablemente se extienda durante los próximos años. No obstante, numerosos cambios disruptivos han amenazado a diversos sectores en varias ocasiones antes de este evento, y las implicaciones de esta inseguridad son especialmente importantes en un ámbito como el de las reestructuraciones corporativas.
Oliver Wyman ha presentado la nueva edición de su Restructuring Report, ‘Choose your path: Successful restructuring in times of uncertainty’, en donde encuesta a 150 expertos europeos en reestructuraciones y analiza el contexto actual.
Si hay algo seguro es la incertidumbre
Aunque la actual crisis no tiene precedentes en tamaño, velocidad y escala, se trata de un ejemplo más de cómo la tendencia en la economía global puede cambiar de forma abrupta: crisis como la financiera de 2008, la burbuja de las .com o las crisis del petróleo tienen en común que estallaron tras épocas de crecimiento.
Preguntados por qué áreas de sus negocios plantean una mayor incertidumbre, el entorno político y regulatorio acapara un 30% de las respuestas, seguramente impulsados por desarrollos recientes como las guerras comerciales o la regulación del sector bancario. Le siguen la demanda del mercado (23%) y la tecnología y capacidades necesarias para gestionar el negocio (20%). Todos estos factores son de naturaleza externa a las propias empresas y, por lo tanto, las compañías no pueden influir sobre ellos ni predecirlos. Por ello, ante este escenario, las compañías han de ser capaces de encontrar el modo de gestionarlos.
La confianza como elemento clave en los momentos de incertidumbre
Tener éxito en épocas de incertidumbre no es en absoluto una quimera. Así, preguntados por cuáles son los factores más importantes a la hora de estar preparados para cambios inesperados, los encuestados situaron un modelo operativo flexible y la voluntad de cambio dentro de la compañía como fundamentales. Le siguen una oferta sólida, así como relaciones con las clientes basadas en la confianza.
En la industria existen ejemplos de compañías que han apostado por cambiar de forma radical su modelo de negocio y han triunfado en su estrategia. En momentos de transformación, las empresas requieren normalmente el apoyo de financiadores (banca o fondos de inversión). La encuesta de Oliver Wyman analiza en detalle qué palancas pueden aplicarse a un deudor con dificultades en una situación incierta, y los resultados revelan que la disposición de los fondos de inversión para apostar por una compañía en esta situación crece incluso en tiempos de incertidumbre, especialmente en lo referente a intercambios de deuda por capital social, la concesión de certificados de participación, la subrogación de préstamos o la concesión de préstamos súper-senior. La razón de ello es el potencial alcista que los fondos de inversión ven en situaciones en las que los bancos u otros prestamistas pueden no estar dispuestos a asumir riesgos. Sin embargo, si los financieros no confían en un cambio de rumbo satisfactorio, su disposición a retirar su apoyo también aumenta en consonancia con el nivel de incertidumbre al que se enfrentan.
Como es natural, los fondos de inversión se encuentran bien posicionados para operar en situaciones inciertas. Preguntados por qué oportunidades de inversión ven en momentos de incertidumbre, el 63% de los responsables de inversión respondieron que las compañías con problemas en sectores inestables pueden estar infravaloradas y proporcionar ventajas. Por su parte, un 56% destacó que podrían beneficiarse de la falta de disposición por parte de los bancos a asumir riesgos.
Para que cualquier operación tenga éxito, el mantenimiento de la confianza resulta absolutamente clave. De lo contrario, la mayoría de los bancos y fondos de inversión pondrán en marcha acciones que reduzcan el riesgo en caso de encontrarse ante una situación incierta con un deudor en apuros: como mínimo, exigirán garantías adicionales, pero la mayoría (64%) también estará dispuesto a vender su préstamo o incluso finalizarlo si fuera posible. Por ello, preguntados por los errores críticos que se cometen en tiempos de incertidumbre, los encuestados sitúan en segundo lugar la pérdida de confianza (con una puntuación de 3,6 sobre 5), solo por detrás del reconocimiento tardío de un cambio disruptivo en el sector en el que operan.
Información y liderazgo, ingredientes de la confianza
A la hora de deducir cómo los directivos pueden crear confianza ante sus inversores y movilizarlos para invertir en tiempos de incertidumbre, parte de la respuesta se encuentra al comparar la capacidad percibida de diferentes stakeholders para gestionar la incertidumbre: los encuestados afirman que el top management y los accionistas son los mejor preparados para ello, mientras que bancos, aseguradoras de crédito o empleados se sitúan a la cola. Por ello, cuanto más cerca se esté del conocimiento y decisiones del liderazgo de la compañía, mejor se comprenderá el rumbo que está siguiendo esta para navegar en un entorno incierto.
En este sentido, parece que la capacidad de bancos y aseguradoras de crédito para afrontar la incertidumbre aumentaría si tuvieran niveles de conocimiento similares a los del management y los accionistas. Preguntados por cuáles son los elementos más importantes de una restructuración en tiempos de incertidumbre, los encuestados sitúan en primer lugar el conocimiento profundo del mercado y los factores de éxito competitivo (con una puntuación de 4,5 sobre 5). Le siguen contar con objetivo claro para el cambio (4,4), así como una descripción detallada de las acciones necesarias para alcanzar dicho cambio (4,3). Por el contrario, las herramientas digitales de análisis y toma de decisiones, o el histórico de información financiera se sitúan a la cola.
El liderazgo es el factor de éxito más importante en un entorno incierto, y ello comienza con que todo el equipo directivo acuerde los objetivos de la compañía, ya que la falta de alineamiento o la existencia de agendas ocultas son una receta para el fracaso. Además, los mandos intermedios han de estar involucrados y trabajar en estrecha colaboración, para lo cual el top management ha de demostrar confianza y seguridad ante el cambio que se plantea. Es el único modo de aumentar las probabilidades de éxito incluso en tiempos de alta incertidumbre como el actual.