Despierta tu mente y controla tus pensamientos. id:60480
El frenesí y el estrés de la vida moderna nos impiden advertir lo que ocurre a nuestro alrededor. Los proyectos, recuerdos, palabras e imágenes se suceden con rapidez en nuestro cerebro. La mente trabaja a toda velocidad y, muchas veces, nos resulta imposible controlar lo que sucede en nuestro día a día. Pierre Feuga, célebre maestro de yoga, nos da las herramientas necesarias para despertar nuestra mente y practicar la concentración, un arte milenario que nos permitirá desarrollar una consciencia profunda de nuestro propio ser y de cuanto nos rodea, y decir adiós al estrés y a la ansiedad.
Existen muchos libros sobre meditación, contemplación o el Despertar, pero más bien pocos sobre la concentración, la práctica imprescindible sin la cual sería imposible alcanzar ninguno de los estados superiores. Las personas atraídas por el mundo espiritual que tienen como objetivo llegar a conseguir un elevado estado de consciencia olvidan en repetidas ocasiones que la concentración es la base más importante en el mundo espiritual, o no saben cómo trabajarla debido a la poca información que existe sobre cómo llevarla a la práctica. Esto hace que el camino hacia su objetivo se vuelva más difícil, incompleto e insatisfactorio.
En El arte de la concentración, Pierre Feuga, a través de explicaciones, ejercicios prácticos y consejos, nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad de atención ya sea de forma consciente (cuando ejercitamos nuestra espiritualidad a través de la meditación o el yoga) o inconsciente (en momentos cotidianos). Este libro, único e inspirador, es la guía perfecta para ejercitar y construir el camino hacia una mente sana y en calma.
Algunos ejercicios que practicarás
Nadi Shodhana- para purificar los canales de energía del cuerpo humano
Kapalabhati- para despejar la mente y aliviar el dolor
Ujjayi- para mantener la mente alejada de pensamientos no deseados
El autor
Pierre Feuga fue un novelista, ensayista y traductor francés. Especialista en vedānta, cultos Shakti y tantrismo, también enseñó yoga durante veintisiete años. Al final de un largo viaje en velero que lo llevó a Nueva Caledonia (donde dio sus primeras clases de yoga), se instaló en París, ciudad en la que residió hasta su muerte.
Fuente: Kitsune Books