El CES pide una reforma del marco fiscal europeo para potenciar el crecimiento sostenible e inclusivo y estabilizar la economía sin menoscabar la sostenibilidad de la deuda

El Consejo Económico y Social de España (CES) pide una reforma del marco fiscal europeo para potenciar el crecimiento sostenible e inclusivo y estabilizar la economía sin menoscabar la sostenibilidad de la deuda, tal y como recoge el Informe sobre “La gobernanza económica de la Unión Europea”, aprobado esta mañana por el Pleno, un día después de la visita de Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía.

En pleno proceso de debate y consulta pública de la reforma de la gobernanza económica de la UE, el Informe propone formular nuevas reglas fiscales más sencillas, transparentes y realistas que favorezcan la reducción tendencial de la deuda pero permitan fluctuaciones del déficit anticíclicas.

Asimismo, plantea medidas transitorias que permitan la armonización de la posición fiscal inicial de los Estados, ahora enormemente dispar, a través de medidas de ajuste fiscal más extendidas en el tiempo para los países más endeudados, o a través de la creación de fondos de redención que absorban la deuda de los Estados que sobrepase un determinado umbral. De igual modo, recomienda introducir mecanismos para proteger el gasto público de manera que éste favorezca el crecimiento sostenible e inclusivo en los periodos de consolidación fiscal.

Reaseguro de desempleo comunitario

El Consejo sostiene que los fondos Next Generation EU (NGEU) suponen un importante avance para la construcción europea porque constituye un primer paso para la creación de herramientas europeas de estabilización macroeconómica. Sin embargo, advierte que sigue siendo necesario crear herramientas fiscales supranacionales permanentes, entre las que se incluiría también algún tipo de reaseguro de desempleo comunitario, influir en la posición fiscal de la Eurozona en su conjunto y apoyar a la política monetaria para salvaguardar la estabilidad macroeconómica de la misma.

En todo caso, insta a redoblar los esfuerzos para profundizar en la integración fiscal de la UE, ante el riesgo creciente de que se produzcan grandes perturbaciones económicas en el futuro asociadas a dinámicas estructurales como son el cambio climático y la transición energética; la globalización económica y financiera; la digitalización; la concentración del poder de mercado; el aumento de la desigualdad; o el desequilibrio demográfico entre las áreas económicas más desarrolladas y el resto.

En paralelo, el Informe ve pertinente incluir los indicadores sociales (como desigualdad social, igualdad de género, pobreza, incluida la infantil, y con carácter transversal la perspectiva medioambiental y digital), en los mecanismos de supervisión, como el Procedimiento de Desequilibrio Macroeconómico (PDM), habida cuenta de su influencia en las finanzas públicas y, por ende, en la estabilidad macroeconómica de los Estados miembros.

Incorporar nuevas figuras al sistema de recursos propios

Para evitar en un futuro cualquier situación de inestabilidad financiera, el Consejo opina que se deberían impulsar los esfuerzos para hacer realidad la Unión Bancaria lo antes posible y crear el Sistema de Garantía de Depósitos Europeo, definiendo un calendario preciso y factible y un esquema ambicioso de mutualización plena.

Asimismo, el Informe ve necesario avanzar en la Unión del Mercado de Capitales, que permitirá impulsar el desarrollo de fuentes de financiación a largo plazo, e incorporar nuevas figuras al sistema de recursos propios de la UE para poder atender a su vencimiento la devolución de la deuda ligada al componente concesional del NGEU sin tener que aumentar las aportaciones de los Estados o recortar otras políticas de gasto europeas.

En opinión del CES, la incorporación de nuevos recursos supondría un aumento de la independencia del presupuesto comunitario que descansaría más en ingresos propios y menos en transferencias de los Estados miembros, lo que podría aportar más transparencia, simplicidad, previsión y equidad a la vertiente de ingresos e ir superando la lógica nacionalista actual de las negociaciones presupuestarias centradas en la posición relativa de cada Estado respecto al presupuesto.

Por otra parte, respecto a los fondos europeos, el Informe aboga por una evaluación más detenida de los impactos no deseados y riesgos de las inversiones proyectadas así como de la posibilidad de establecer mecanismos compensatorios, garantizando una transición justa hacia el nuevo modelo, atendiendo a una de las prioridades de los planes que es garantizar la cohesión social y territorial.

Coordinación de los agentes económicos y sociales

En el ámbito de los planes nacionales, el Consejo cree que hubiera sido necesario garantizar que los agentes económicos y sociales participaran activamente en su diseño a través de los cauces oportunos del diálogo social.

Igualmente, recomienda facilitar instrumentos para una adecuada coordinación de los distintos agentes económicos y sociales implicados, entre sí, y con las Administraciones públicas. De cara a los próximos años y durante su ejecución, seguimiento y evaluación, propone superar esta carencia para lograr que las mismas se adecúen mejor a las necesidades y retos que presenta cada Estado miembro.

Liderazgo para afrontar desafíos sanitarios, sociales, económicos y climáticos

La pandemia ha evidenciado las debilidades y fortalezas de la UE para dar una respuesta común y coordinada a los desafíos internos y globales. En este contexto, el Consejo opina que la UE -a través de sus instituciones y Estados miembros- deberá ser capaz de ejercer el liderazgo para afrontar los enormes desafíos actuales en los ámbitos sanitario, social, económico y climático.

Finalmente, si bien la implicación de los interlocutores sociales en el proceso de gobernanza ha ido aumentando progresivamente en el marco del Semestre Europeo, el Informe insta a avanzar para lograr una participación plena, tanto a nivel comunitario como nacional, teniendo en cuenta la necesidad de integrar la dimensión social en la gobernanza económica de la Unión Europea.