La economía española ha crecido un 2,8% en el segundo trimestre, según datos adelantados del INE, un 19,8% respecto al mismo trimestre del año anterior. id:74594
Los datos adelantados de contabilidad nacional correspondientes al segundo trimestre de 2021 publicados por el INE reflejan un incremento del PIB del 2,8%, y del 19,8% respecto al segundo trimestre de 2020, fundamentalmente por la contribución de la demanda nacional que ha sido de 20,3 puntos. La evolución de los principales indicadores ha sido la siguiente:
SEGUNDO TRIMESTRE 2021
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Tasa variación Intertrimestral %
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Tasa variación Interanual %
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CONSUMO TOTAL
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2,8
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20,8
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CONSUMO HOGARES
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6,6
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29,5
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FORMACION BRUTA CAPITAL
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-1,5
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18,9
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EXPORTACIONES
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0,4
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34,1
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IMPORTACIONES
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2,9
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36,8
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En cuanto al tercer trimestre, el índice PMI de la Zona Euro de IHS Markit señala que la actividad total de la zona euro en julio ha aumentado al ritmo más intenso de los últimos veintiún años gracias a la continuación de la reapertura de la actividad económica tras las restricciones por la COVID-19. No obstante, este aumento se ha visto moderado por una desaceleración de la expansión de la producción del sector manufacturero, vinculada en gran número de casos a un empeoramiento de la entrega de insumos. No obstante, la confianza empresarial se ha visto afectada por las crecientes preocupaciones sobre la variante delta.
Este incremento del ritmo de actividad en España hace que las expectativas respecto al segundo semestre del año sean positivas. Se espera una recuperación del turismo, fundamentalmente nacional, que sería deseable que pasara del 40% con respecto a 2019, lo que conllevaría un incremento de la actividad de las empresas del sector. Esto se podría traducir en un incremento del PIB en torno al 3% en el tercer trimestre y en menor medida, del 2,5%, en el cuarto trimestre.
Teniendo en cuenta estos indicadores y considerando que la situación sanitaria se mantenga controlada, nos ratificamos en nuestra previsión de crecimiento en 2021 del 6,3%. Para 2022, considerando que ya se estén aplicando las ayudas europeas, y por tanto sus efectos, incrementamos nuestra previsión hasta el 5,9%.
Como ya venimos apuntando, la disparidad del comportamiento de los distintos sectores productivos puede poner en peligro la recuperación y supervivencia de muchas empresas, pymes en su mayoría, muy endeudadas, que requieren ayudas directas y refinanciación del endeudamiento y, en cierta medida, cambios en su modelo de negocio.
La tasa de variación anual del IPC adelantado del mes de julio se ha incrementado dos décimas con respecto al mes de junio, alcanzando el 2,9% mientras que la inflación subyacente se ha incrementado el 0,6% (0,2% en junio). Con este incremento, debido en parte a la subida del precio de los servicios de alojamiento, del gas y la gasolina, como consecuencia del aumento de demanda a un mayor ritmo que la oferta, se encadenan siete meses consecutivos de tasas positivas con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo que influye en el consumo.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en su reunión del 7 de julio, aprobó el nuevo objetivo de inflación, una tasa media del 2 % a medio plazo, aunque se podría tolerar una tasa algo superior de forma transitoria para no entorpecer el crecimiento. Es por ello que se espera que en los próximos meses se estabilicen y el año finalice con un incremento de los precios en torno al 2% y se moderen en 2022 en torno al 1,5%.
En cuanto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios han presentado una variación trimestral del 0,4% y del 34,1% respecto al 2º trimestre del 2020 según datos del INE, si bien es verdad que en ese trimestre las exportaciones disminuyeron el 38%. En cuanto a la evolución de la movilidad, a nivel nacional e internacional, esperamos que genere en el segundo semestre de 2021 y en todo 2022 un auge exportador, sobre todo para el sector industrial.
Las importaciones también han sufrido un incremento con respecto al trimestre anterior, del 2,9%. En tasas interanuales el incremento ha sido del 36,8%
La deuda pública en mayo ha alcanzado la cifra de 1.402.142 millones de euros (0,68% más que en marzo, que suponía el 125,4 % del PIB). Nuestra previsión es que en los siguientes meses se vaya moderando (también considerando el incremento del PIB) para situarse a final de año en el 121,5%, en tanto que el déficit se prevé que se sitúe en 2021 en una horquilla de entre el 8% y el 9%.
La EPA correspondiente al segundo trimestre de 2021 ha situado el número de ocupados en 19.671.700, 464.900 personas más que el trimestre anterior y 1.064.400 personas más que el segundo trimestre de 2020, aunque 133.300 menos que en el mismo trimestre de 2019.
El empleo privado ha aumentado en 422.700 personas, situándose en 16.232.100 y el empleo público ha aumentado en 42.100, hasta 3.439.500. La tasa de paro se ha situado en el 15,26%. Aunque gran parte de los trabajadores acogidos a ERTEs ya se han incorporado, nos preocupa la finalización de los ERTEs. Si los ERTEs se prorrogan hasta el 31 de diciembre, así como la moratoria concursal, unido a la inmunización conseguida gracias a la aceleración de la vacunación y la posibilidad de que los fondos europeos lleguen en el último trimestre y se consiga la reactivación del tejido productivo, este indicador podría evolucionar favorablemente. Se espera que en el segundo semestre, la evolución sea positiva con el resurgir de la demanda y la reactivación del sector servicios. Por ello mantenemos nuestra previsión de que la tasa de paro se sitúe en el 15,5%, con las cautelas citadas, mientras que estimamos un descenso en 2022 hasta el 14,9%.
El mes de julio se ha caracterizado por una cierta atonía en la evolución de los principales índices bursátiles europeos. El selectivo español se ha situado en 8.786,30 puntos, con una leve pérdida en el mes de julio. Esto mismo ha ocurrido con el precio de barril de Brent que, tras las subidas de meses anteriores, se ha mantenido en torno a 75 $ en el último mes.
En nuestro país preocupa el alto nivel de la deuda, el déficit público y la alta tasa de paro. Es por ello que, como venimos apuntando, es importante que una vez iniciada la senda del crecimiento, se aborden reformas necesarias fundamentales para cimentar el crecimiento –plan de consolidación fiscal, flexibilización mercado laboral, reforma inexcusable de pensiones, impulsar la competitividad de las empresas y la productividad, fomentar la inversión privada y foránea, etc.– que, de no producirse, provocarán una factura muy pesada que comenzará a pagarse cuando termine la ayuda de Europa.