La invasión de Ucrania impulsará aún más los ya elevados precios de la energía en Europa: esperamos un aumento de al menos un 30% en la factura energética para 2022, que afectará sobre todo a los hogares con bajos ingresos en el Reino Unido y Alemania. Para 2022, calculamos una factura energética total por hogar de 3.400 euros en Alemania, más de 3.000 euros en el Reino Unido, 2.800 euros en Francia y algo menos de 2.000 euros en Italia y España. id:81702
En comparación con la situación previa a la guerra, esto representa para el consumidor medio una pérdida adicional de -2 puntos porcentuales (pp) en el Reino Unido, -1,5pp en Alemania y -1pp en Francia, Italia y España. En el peor de los escenarios, cuando el suministro de energía se corta parcialmente y los precios de la energía aumentan en un 70% adicional (20% de probabilidad), la renta disponible para el hogar europeo medio se reduciría en -2,5pp adicionales. Esto supondría un coste total de más de 4 puntos porcentuales en el Reino Unido y Alemania, lo que equivale a un coste adicional de más de 1.200 euros por hogar.
Para más de la mitad de los hogares, el exceso de ahorro no es suficiente para absorber el impacto sobre la renta que supone el aumento de las facturas de energía. Si no se adoptan nuevas medidas de apoyo estatal, la reducción resultante del gasto de los consumidores podría reducir el crecimiento del PIB en -0,6 puntos porcentuales en el Reino Unido, -0,5 puntos porcentuales en Alemania y -0,4 puntos porcentuales en Francia, Italia y España. En el peor de los casos, el coste del crecimiento derivado del menor gasto de los consumidores podría llegar a ser de hasta -1,1 puntos porcentuales.
En este contexto, se necesitará un apoyo estatal adicional de más de 20.000 millones de euros en Alemania, 14.000 millones en el Reino Unido, 17.000 millones en Francia y cerca de 10.000 millones en Italia y España. En el peor de los escenarios, el apoyo adicional necesario podría alcanzar los 75.000 millones de euros en Alemania y los 50.000 millones de euros en el Reino Unido y Francia. Actuar tanto sobre la demanda (es decir, el racionamiento de las actividades no esenciales) como sobre la oferta (es decir, las reservas estratégicas) podría ayudar: un recorte del suministro para usos no energéticos del petróleo y el gas aumentaría la oferta para usos energéticos en un +10% en Alemania, un +9% en Francia y alrededor de un +6% tanto en Italia como en España y el Reino Unido.