En este contexto, prevemos una contracción económica de alrededor del 6,5% para la eurozona en 2020, con los descensos más pronunciados en España (alrededor del 8%). id:57046
La pandemia de Covid-19 está provocando elevados riesgos que desencadenarán una profunda recesión global. La economía mundial se contraerá en torno al -0,5% este año, tras la paralización sin precedentes del primer semestre causada por la pandemia del coronavirus. Esto tendrá implicaciones cíclicas y estructurales para los perfiles de crédito soberano, consideramos desde Scope Ratings. (
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La recesión mundial de 2020 será la más profunda desde el punto más bajo de la crisis financiera de 2009, cuando la producción se contrajo en un 0,1%. Ninguna de las principales economías del mundo escapará al impacto macroeconómico ni financiero de la pandemia.
En este contexto, prevemos una contracción económica de alrededor del 6,5% para la eurozona en 2020, con los descensos más pronunciados en España (alrededor del 8%) e Italia (alrededor del 7,5%), mientras que Alemania se contraerá un 5,2% y Francia un 6,3%.
Más allá de la eurozona, China sólo crecerá un 4%, mientras que Estados Unidos se contraerá alrededor del 3,5% y el PIB de Japón retrocederá un 4%. "La recesión ligada a la pandemia tendrá un doble impacto en lascalificaciones crediticias soberanas", dice Giacomo Barisone, responsable de Finanzas Públicas de Scope.
"Las implicaciones cíclicas de esta crisis están relacionadas con la gravedad y la duración de la recesión a corto plazo, con los riesgos vinculados al aumento de los non-performing loans, el desempleo y las quiebras de empresas", afirma Barisone. "Las implicaciones estructurales corresponden a la extraordinaria movilización de las políticas monetarias y fiscales para responder al impacto económico de la crisis sanitaria, que elevará los ratios de deuda a largo plazo y debilitará estructuralmente los balances del sector privado y de los gobiernos", explica.
El aumento de los tipos de interés de los préstamos y la depreciación de las divisas son otros riesgos relevantes para los ratings soberanos. Entre los países más expuestos figuran: China (con un rating A+/Negativo), Japón (A+/Estable), Italia (BBB+/Estable), España (A-/Estable) y Turquía (BB-/Negativo).
En concreto, el rating de España, actualmente en A-/Estable está sujeto a riesgos a la baja, ya que la crisis de Covid-19 exacerba los desequilibrios estructurales fiscales y del mercado laboral del país. Esperamos una profunda recesión para este año (de alrededor de -8%), un aumento significativo de la relación deuda/PIB hasta alrededor del 110% del PIB y, dado el uso generalizado de contratos temporales y el hecho de que alrededor del 40% de los empleados trabajan en sectores fuertemente afectados por la crisis (incluidosturismo, transporte y entretenimiento), también prevemos un fuerte aumento de la tasa de desempleo.
"Hemos hecho varias suposiciones, incluyendo la posibilidad de que en China el brote se mantenga bastante contenido después de finales de marzo, mientras que en Europa y en Estados Unidos, habrá una temporal pero marcada disminución de las infecciones a finales del segundo trimestre", dice Barisone. En Scope asumimos un levantamiento gradual asociado de las medidas de contención durante el segundo y tercer trimestre.
"Nuestro escenario base contempla, además, el supuesto de que la producción económica de la mayoría de las economías desarrolladas disminuya bruscamente durante el primer y segundo trimestres y se recupere, de forma gradual, a partir del tercer trimestre, estando la fuerza y la durabilidad de esta recuperación sujeta a riesgo en la segunda mitad del año y dependiendo del país", dice Barisone.
En tercer lugar, la recuperación de China, donde se inició el brote de coronavirus -siendo un país que desempeña un papel tan crucial en las cadenas de suministro mundiales- precederá a las de Estados Unidos y Europa, y las economías de estos últimos comenzarán a recuperarse después de un retraso.
"La recuperación, cuando se produzca, reflejará el impacto más duradero de la pandemia en las cadenas de suministro y en el sentimiento y el impacto de posibles nuevas oleadas de infección por coronavirus, por lo que no vemos ni un drástico giro en forma de una V, ni una prolongada caída en forma de una L", dice Barisone. "Dicho esto, no podemos ignorar los riesgos a la baja de nuestro escenario base", dice Barisone.
En un escenario de estrés, suponiendo que los cierres y las políticas de cuarentena se extiendan significativamente en las economías occidentales hasta finales del tercer trimestre de 2020, el crecimiento mundial se contraería un 3,5%, una cifra sin precedentes. Además, la economía de la eurozona sufrirá un descenso del 11,5% y la estadounidense del 8%. China experimentaría su crecimiento más lento desde 1976, en alrededor del 2%.