La subida vertiginosa de los precios de los materiales de construcción, la escasez de materias primas, la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de los costes de la energía han reducido los márgenes de beneficio medios de las actividades de construcción de los mayores contratistas europeos a sólo un 4% en los últimos años. id:83100
Las grandes constructoras, como Vinci, Ferrovial y ACS, se benefician de perfiles de negocio diversificados, que incluyen obras de ingeniería civil, construcción industrial y concesiones, y tienen posiciones sólidas de negociación. A medida que los márgenes de beneficio en su área principal -la construcción- se reducen, estas empresas han centrado sus estrategias en la
expansión del segmento de concesiones, para beneficiarse de los ingresos recurrentes y los mayores márgenes a través de la gestión de infraestructuras. Por ejemplo, en el caso de las concesiones de autopistas, los márgenes medios de EBITDA se sitúan entre el 50% y el 80%.
Además, las constructoras más grandes suelen estar más diversificadas en cuanto a segmentos y zonas geográficas. Su mayor tamaño también puede crear posiciones de negociación más fuertes y un mejor acceso a las materias primas, ya que las empresas más grandes pueden comprar suministros al por mayor. Por otro lado, las empresas más grandes suelen estar vinculadas a proyectos de mayor duración, lo que aumenta el riesgo si trabajan con contratos de precio fijo, con posibles consecuencias negativas para su rentabilidad.
Las empresas más pequeñas y concentradas geográficamente podrían tener más dificultades para gestionar el aumento de los precios de los materiales de construcción, no sólo desde el punto de vista de los costes, sino debido a los problemas de abastecimiento de materiales esenciales. Esto podría poner en peligro su capacidad para completar los proyectos. Además, se traducirá en flujos de caja y rentabilidad menos predecibles y más volátiles, lo que pesará sobre su perfil de riesgo empresarial y financiero y, en última instancia, afectará a su calidad crediticia.
Principales contratistas europeos: margen de EBITDA declarado de las actividades de construcción
* Beneficio de explotación // Fuente: información pública, Scope Ratings
¿Cómo afecta la guerra al sector constructor?
Rusia es un importante productor de una serie de metales clave como el cobre, el aluminio, el paladio, el platino y el níquel, que se utilizan en la fabricación de acero inoxidable. Su invasión a Ucrania agravará la escasez de materiales de construcción. Además, la producción de muchos de estos materiales, como el acero, el asfalto y el cemento, es intensiva en energía y se verá afectada si los precios de la energía se mantienen altos. Otro riesgo para el sector de la construcción es la escasez de mano de obra.
El aumento de los precios de la energía afectará a la producción de cemento en particular, ya que más del 50% del coste del cemento está directa o indirectamente vinculado a los precios del crudo. Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis), el precio de las barras de acero reforzadas creció un 53,2% interanual de media en 2021; el precio del alquitrán (utilizado en la construcción de carreteras, edificios y cimientos), un 36,1%. Los precios de producción de las placas aislantes de plástico, como el poliestireno, subieron un 20,7%; también aumentó el precio de los productos químicos.
Asimismo, el aumento de los precios de la energía repercutirá en las empresas de construcción que cumplen contratos a precio fijo. Los clientes -entre ellos las instituciones públicas- también están preocupados por la fuerte subida del precio de los materiales, que ha provocado retrasos en la finalización de las obras públicas, paros o incluso, en ocasiones, cancelaciones de contratos. El encarecimiento de los materiales también ha causado una creciente ola de licitaciones desiertas. La falta de capacidad para revisar los precios de los contratos desencadena licitaciones sin ofertas, poniendo en riesgo la ejecución de proyectos vinculados a fondos europeos. En los últimos meses, la escalada de costes ha provocado que cientos de licitaciones de obra pública queden desiertas (Por ejemplo, más de 500 proyectos por valor de 230 millones de euros han quedado desiertos por el aumento de los precios en España, según destaca un reciente informe de la Confederación Nacional de la Construcción de España (CNC)).
Una posible desaceleración económica también podría frenar la recuperación del sector de la construcción, que es muy vulnerable a posibles cambios en la política fiscal. Sin embargo, a medio plazo, la guerra en Ucrania puede llevar a un uso más intensivo de los fondos de la UE, especialmente para asegurar el suministro de energía. Las empresas constructoras podrían beneficiarse de esos recursos, en particular las que se centran en proyectos de construcción relacionados con el Cero Neto, que podrían estar mejor situadas para hacerse con futuras licitaciones.
El sector de la construcción se mantuvo relativamente resistente durante la pandemia. Tras sufrir algunos fuertes impactos negativos en el segundo trimestre de 2020, cuando se produjeron los primeros confinamientos por el Covid, la producción de la construcción en Europa volvió a los niveles anteriores a la pandemia en la segunda mitad de ese mismo año. La rápida recuperación también se tradujo en una demanda continua de materiales de construcción. Esto provocó una escasez mundial de materias primas, derivada de la demanda de madera y acero. La fuerte demanda -no sólo de la construcción, sino también de otras industrias como la del automóvil- se combinó con los problemas de transporte (limitaciones de capacidad, retrasos y mayores costes) y dio lugar a fuertes subidas de precios.
Producción en el sector de la construcción, febrero de 2015=100, serie desestacionalizada
Fuente: Eurostat, Scope Ratings