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Dong Chen, y Alexandre Tavazzi, Pictet WM.
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Dong Chen, y Alexandre Tavazzi, Pictet WM.

El impacto de la Guerra en la economía de Asia

OPINIÓN: Por Dong Chen, director de investigación macroeconómica de Asia y Alexandre Tavazzi, estratega de Pictet WM

viernes 29 de abril de 2022, 11:44h
En China el impacto directo puede ser más limitado. id:83463
Al igual que para el resto del mundo, la guerra entre Rusia y Ucrania tiene impacto en la economía de Asia. Hay que tener en cuenta que, aunque los lazos económicos directos entre Asia y Rusia son limitados, el aumento de los precios de la energía tiene mayor efecto negativo en Asia que en otras regiones. Efectivamente, varios países asiáticos, incluyendo Tailandia, Taiwán, India y Corea del Sur, dependen en gran medida de las importaciones de petróleo, siendo Singapur el país más afectado. Sin embargo, determinados países con superávit por cuenta corriente, como Corea del Sur, la propia Tailandia y Vietnam pueden poder absorber mejor este shock externo. Por otra parte hay que tener precaución respecto a países estructuralmente débiles de la región, como India y Filipinas.

Sin embargo en China el impacto directo puede ser más limitado, debido a su tamaño, una economía diversificada y el control gubernamental de su sistema de suministros. Por el contrario, Rusia es mucho más dependiente de China que de cualquier otro socio comercial. Casi 25% de las importaciones rusas provienen de China y 15% de las exportaciones rusas van a China. Es probable que esta dependencia aumente, especialmente en cuanto a mayor exportaciones a China. Pero, es una relación muy asimétrica, pues las importaciones y exportaciones chinas a Rusia representan solo alrededor de 2% del total. El caso es que a largo plazo la situación puede impulsar la agenda del gobierno chino, que incluye una mayor internacionalización de su moneda, el renminbi. De hecho los conglomerados chinos han podido recibir mandato de apoyar a empresas rusas en sectores de energía, materias primas e industria, comprando participaciones en empresas rusas cuyos precios se han derrumbado. Además, China ha llegado a pagar su factura petrolera a Arabia Saudita en yuanes, demostrando que su moneda puede ser internacional en un mercado tan importante como la energía.

El caso es que para los inversores el estado de ánimo pesimista sobre los mercados de China y Hong Kong cambió el 16 de marzo, cuando el gobierno señaló su voluntad de apoyar al mercado, tras movimientos regulatorios casi punitivos en varios sectores desde propiedad inmobiliaria a tecnología, que han ha estado afectados más de un año.

La situación geopolítica sigue incierta, pero China puede ser un actor clave en 2022, ya que tanto su política fiscal como monetaria son cada vez más favorables. Las autoridades chinas estiman un crecimiento del PIB del 5,5%, mientras que nuestro escenario sigue siendo 4,5%. Pero su moderado de nivel inflación permite mayor maniobrabilidad monetaria, pues su IPC general sigue por debajo del 1% su nivel de deuda es muy bajo nivel. El progreso en la cooperación entre reguladores estadounidenses y chinos sobre requisitos de auditoría para empresas que cotizan en el extranjero, así como comentarios del Consejo de Estado, Gobierno Popular Central, el máximo órgano del poder ejecutivo de la República Popular, de que apoyarán a los mercados son una señal positiva respecto a que China no tiene intención de enfrentarse a Occidente.

Pero todavía se observa desaceleración en su sector inmobiliario, diseñada por las autoridades para des apalancar a los promotores inmobiliarios. Ello ha creado una crisis de liquidez, que aún no muestra signos de mejora. Además, en la medida que China mantiene su política “cero Covid”, con muchas ciudades bajo confinamiento, el consumo se ve afectado. El índice de gestores Caixin China ha llegado a caer a 42 en marzo desde 50,2 en Febrero, la lectura más baja desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020. Incluso se ha visto una disminución del 26,2% en los viajes respecto al año pasado.

Por otra parte, la deuda de emisores chinos de alta calidad ofrece perspectivas de rentabilidad atractivas en vencimientos hasta cinco años, especialmente a tres años. En cuanto a renta variable china, es demasiado pronto, dada la alta volatilidad y contracción de múltiplos de valoración. Algunos sectores chinos cotizan con relación precio-beneficios esperados extremadamente baja, pero se trata principalmente de servicios públicos. En otros sectores, los múltiplos siguen elevados, alrededor de 20 a 30 veces. Así que necesitamos más evidencia de que el sector privado de la economía china se recupera y sus mercados de crédito se estabilizan, además de disminución de los efectos de los cierres por Covid. Revisaremos esta visión si vemos una mejora significativa de apoyo del gobierno chino, tanto en política fiscal como monetaria.

En esta coyuntura conviene la gestión activa. Los inversores que buscan explotar la debilidad actual para aumentar la exposición a China deben considerar acciones o fondos que ofrezcan crecimiento secular de alta calidad y diversificado.

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