Andreas Larsson, mejor sumiller del mundo en 2007 realiza la guía de vinos Tasted.wine en sistema de cata ciega. Ha otorgado 94 puntos a El Linze 2018. id:72919
Poco se podían imaginar los paisanos que en el 1880 plantaron un majuelo de la variedad Tinto Velasco en la zona de Quero (Toledo) que hoy, 140 años después, un vino elaborado con uvas vendimiadas de esas cepas y bajo
cultivo ecológico sería con
94 puntos el
mejor de España y en el nº 19 de los mejores vinos tintos del mundo de la añada 2018 en la cata a ciegas que realiza
Andreas Larsson, mejor sumiller del mundo en 2007 y una de las voces más prestigiosas del sector del vino.
EL Linze 2018 está elaborado con un 75% de la variedad autóctona Tinto Velasco, un viñedo prefiloxérico y por lo tanto, de pie franco que apenas produce 1.100 kgs/ha. Se acompaña de un 25% de uno de los syrah de más edad de la región, superando los 30 años desde su plantación y con rendimientos de 5.200 kgs/ha. Realiza la fermentación alcohólica en viejas tinajas de barro manchegas y posterior maloláctica en barrica de roble francés. Tiene una crianza de 9 meses en barricas nuevas de las mejores tonelerías de Francia (Taransaud, Radoux, Adour y AnA).
Con certificación de cultivo ecológico, la cosecha 2018 está limitada a 8.297 botellas de 75 cl, 145 de 1,5 litros y 49 de 3 litros. Un vino consolidado como uno de los más innovadores de Castilla-La Mancha.
En palabras de Andreas Larsson, destacan moras, cassis, especias y una boca sabrosa, fresca, con buena acidez y fruta concentrada. un vino todavía joven pero muy prometedor otorgando 94 puntos, la más alta de España para un vino de esta añada y la más alta de Castilla-La Mancha en la serie histórica de la guía.
En la cata realizada por el sueco Larsson, también aparece el vino César Lucendo A. 2016 aupándose con 92 puntos al puesto nº 22 de los mejores vinos tintos españoles de esa añada.
Federico Lucendo viene de una gran saga familiar de enólogos ocupando la 4ª generación. Es hijo del prestigioso enólogo y profesor Jesús Lucendo. En 2009 recibe el premio Baco de Enología otorgado por el “Aula Internacional de Catadores” que lo distingue como mejor enólogo español del año. Fue uno de los primeros enólogos en recuperar la elaboración de la variedad “tinto velasco” para la elaboración de vinos de calidad.