La Fundación Línea Directa estima que, si no se toman medidas relacionadas con la Seguridad Vial, los fallecidos en accidentes con Vehículos de Movilidad Personal (VMP) pueden alcanzar los 17 en 2019, más del triple que en 2018. id:41467
Patinetes eléctricos, monociclos,
hoverboards,
segways… Hasta sus nombres resultan nuevos, pero lo cierto es que los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) forman parte de nuestro paisaje urbano desde hace apenas dos años, un plazo que, en el caso de las empresas de alquiler, alcanza poco más de 6 meses. Las ventajas de estos vehículos son numerosas: son económicos, ligeros, no contaminan y, además, no necesitan seguros ni permisos para poder circular por nuestras ciudades, lo que, a priori, podría parecer positivo para la Seguridad Vial.
Sin embargo, la falta de experiencia de muchos de sus usuarios y la ausencia de una normativa homogénea han sembrado el caos en nuestras calzadas y aceras. Y no es sólo una cuestión de movilidad: según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, en 2018 hubo 273 accidentes con Vehículos de Movilidad Personal en los que se registraron 5 víctimas mortales. Pero si no se toman medidas, el futuro puede ser peor. De hecho, teniendo en cuenta el éxito comercial de estos vehículos, la generalización de plataformas de sharing en las ciudades y algunas variables técnicas como el aumento de frecuencia de uso y la exposición en la circulación, la Fundación Línea Directa estima que, de no afrontarse el problema, el número de fallecidos en accidentes con patinetes eléctricos puede triplicarse durante 2019, pudiendo alcanzar los 17 fallecidos.
Además, según datos de la Fundación Línea Directa, casi 11 millones de personas dicen estar dispuestos a usar los VMP como medio de transporte habitual y más de 2 millones aseguran tener previsto comprarse uno en los próximos meses. Paradójicamente, pese a su popularidad, casi 25 millones de españoles (72%) consideran que los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) son un “auténtico riesgo” para la seguridad vial y el 95% cree que los usuarios de estos vehículos “no respetan las normas de circulación y van por donde quieren”, siendo los monociclos los que peor imagen tienen, seguidos de los hoverboard, los patinetes eléctricos y los segways.
Éstas son algunas de las conclusiones del estudio “Vehículos de Movilidad Personal (VMP): ¿amenaza u oportunidad para la seguridad vial? Accidentes, movilidad, empresas de alquiler y opinión ciudadana”, presentado hoy por la Fundación Línea Directa. El informe, el primero que recoge la opinión de la población general sobre este medio de transporte, incluye casi 2.600 entrevistas a ciudadanos de toda la geografía nacional y es el primero que realiza una previsión de accidentalidad. Además, se ha hecho foco en las ciudades pioneras en este tipo de transporte, como Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, con casi 1.000 entrevistas específicas en estas capitales.
Por otra parte, la Fundación Línea Directa ha lanzado la web https://patinete-electrico-fundacionlineadirecta.org, un site con información completa y exhaustiva sobre estos vehículos que incluye normativa, accidentalidad, vídeos, etc. El objetivo es aportar a los usuarios toda la información sobre esta nueva forma de movilidad.
Radiografía del accidente con patinete eléctrico
Para dibujar el accidente tipo de los Vehículos de Movilidad Personal, en su mayoría patinetes eléctricos, la Fundación Línea Directa ha analizado todos los accidentes con víctimas de VMP de los que hay datos disponibles, poniendo el foco en aquellos en los que se ha habido fallecidos o heridos graves. En ellos, los Vehículos de Movilidad Personal tuvieron la responsabilidad en el 90% casos, generalmente por imprudencias, descuidos o por falta de pericia. Estos siniestros sucedieron sobre todo en la calzada (33%) y en la acera (28%), seguidos a más distancia por los pasos de peatones (19%).
Los accidentes con patinetes suelen estar protagonizados por usuarios jóvenes (29 años de media) en los que los patinetes eléctricos son normalmente arrollados por turismos y autobuses (57%).
Otra de las cuestiones más destacables del informe es que un 5% de los españoles, el equivalente a 1,7 millones de personas, aseguran haber visto o sufrido accidentes con un VMP en el que ha habido lesionados, lo que pone de relieve que los datos reales de accidentalidad pueden ser muy superiores a los que se manejan. Un porcentaje que en la ciudad de Valencia es alarmante, ya que casi el 12% de los valencianos sufrieron o fueron testigos de algunos de estos percances, según reconocen en esta encuesta.
Por Comunidades, País Vasco y Canarias son los territorios con más proporción de accidentes de patinetes eléctricos con lesionados, mientras que Asturias y Castilla y León, son las que menos incidentes de este tipo registraron.
Borrador de Real Decreto de la DGT
En los últimos días, se ha hecho público un borrador de Real Decreto elaborado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en fase de información pública hasta el 7 de febrero, que señala las principales normas generales que la Administración prevé implantar durante este año para regular la circulación de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en España. Una medida importante y esperada, sobre todo teniendo en cuenta que casi el 70% de los encuestados reclaman una norma clara y común en todo el país.
En este texto, además de prohibir la circulación de los VMP por vías interurbanas, se incluye la limitación de la velocidad de los patinetes eléctricos a 25 Km/h, una medida que apoya el 87% de los españoles. Pese a ello, algunas exigencias de los ciudadanos no están recogidas por el borrador. De hecho, nada dice sobre su zona de circulación, cuya regulación parece delegarse en los Ayuntamientos. En este sentido, los ciudadanos parecen tenerlo claro ya que el 96% de los encuestados desean que los patinetes circulen “fuera de la acera”. Además, los ciudadanos reclaman que los usuarios de patinetes tengan algún tipo de carné o formación (84%), algo comprensible teniendo en cuenta que el 96% de la población reconoce no saber “nada o casi nada” de la normativa aplicable a estos vehículos.
Los ciudadanos también son partidarios de que los usuarios de VMP dispongan de un seguro que haga frente a los daños que causen (88%), así como el uso de casco obligatorio (79%) y que el vehículo disponga de timbre, luces o, incluso, que se matricule, algo que también parece reservarse para las corporaciones locales.
Ciudades, patinetes y nuevas formas de movilidad
Es evidente que las restricciones de tráfico a motor en el centro de las grandes ciudades han sido determinantes para el auge de estas formas de movilidad. Sin embargo, aunque estas restricciones tienen cada vez más apoyo entre los ciudadanos (53%), una parte importante de los encuestados (29%) considera que las decisiones se están tomando “con precipitación y sin mucho análisis.
En relación con los patinetes eléctricos, un 63% de los ciudadanos creen que la ordenación actual del tráfico de los VMP es “caótica” y el 90% piensa que sus ciudades “no están preparadas para estos vehículos. A ello contribuye la gran disparidad de normas que existen en la actualidad, en la que, en según el municipio, no coinciden ni la edad mínima de uso, ni los elementos obligatorios de seguridad pasiva, ni las zonas de circulación y estacionamiento.
Por último, las empresas de sharing de VMP son las grandes desconocidas: más del 35% de los españoles reconocen “que no las conocen y que no saben de dónde salen”. Eso sí, la mayoría se siente abierto a dejar que estos usuarios aparquen sus vehículos en la acera (51%).
Ficha metodológica
Para la realización del informe, la consultora MDK ha realizado 2.541 entrevistas a españoles mayores de 18 años ponderadas por territorios, con un margen de error de +/-2,4% - 3,1%. Para el zoom en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla se han realizado 945 entrevistas con un margen de error +/-3,2% - 4,2%. En ambos casos, el trabajo de campo se produjo entre el 19 y el 31 de diciembre de 2018. Para la estimación de accidentalidad se ha tenido en cuenta variables como el aumento de exposición derivada de las proyecciones de venta, de parque de VMP y de uso y el aumento de frecuencia accidental.