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El posible impago de Evergrande, el promotor inmobiliario chino, ha desencadenado una onda expansiva en los mercados

Jean Marie Mercadal, OFI Asset Management.
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Jean Marie Mercadal, OFI Asset Management.

OPINIÓN: Por Jean Marie Mercadal, Jefe de Estrategias de Inversión del holding de la gestora francesa OFI Asset Management

domingo 26 de septiembre de 2021, 09:57h
El asunto Evergrande no ha salido de la nada. El desenlace ha llegado en medio de unos meses agitados en China que vale la pena recordar y analizar. id:76190
China se enfrenta a algunos problemas estructurales importantes, que en muchos aspectos son similares a los que Estados Unidos y Europa también afrontan:
  1. Problemas sociales agravados por las grandes desigualdades de riqueza, que podrían socavar la cohesión nacional. El presidente Xi Jinping quiere un país en el que "todos se hagan ricos".
  2. Una baja tasa de natalidad. Varios años con política de hijo único han transformado la pirámide de edad; además, los jóvenes no tienen suficientes hijos, debido al alto coste de la vivienda, la educación y la sanidad.
  3. Dificultad para situar la economía en un nivel bajo en carbono.
  4. Además de estos problemas básicos, China está decidida a hacer que su economía sea menos dependiente de las exportaciones, y a frenar la influencia de las grandes empresas de la economía digital.

La diferencia con los países occidentales reside en que estas cuestiones estructurales se abordan de forma muy directa, quizás autoritaria, que sólo es posible con un tipo de gobernanza y un régimen político diferentes, como el chino. Además, China suele tropezar a la hora de revelar los problemas al mundo exterior.

Xi Jinping ya había explicado que planeaba "apuntalar" la economía y la sociedad en general. En un primer momento, se adoptaron una serie de medidas (algunas de ellas contundentes) para limitar la influencia de las empresas de la economía digital y sus directivos (por ejemplo, Alibaba (dirigida por Jack Ma), Didi Tencent y otras). Esto provocó un importante desplome de las acciones de estas empresas, que son los equivalentes chinos de las GAFAM estadounidenses (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft).

Desde la pasada primavera, Xi se ha centrado en fomentar la natalidad, levantando medidas como la regulación más estricta para las empresas de educación online (cuyas elevadas tasas de matrícula las limitan a los hogares más ricos), la prohibición de los videojuegos más allá de un determinado tiempo de juego, la penalización de los casinos, o tomando medidas para frenar el aumento del precio de la vivienda, etc.

El caso Evergrande debe considerarse en este contexto. Evergrande es una empresa inmobiliaria líder en las ciudades de nivel 3 y 4. El sector inmobiliario es un eslabón esencial en la riqueza de los hogares, y los principales bancos y compañías de seguros están expuestos a esta clase de riqueza.

El gobierno quiere evitar un repunte especulativo de los precios inmobiliarios en las ciudades de nivel 3 y 4, para que la mayoría de la población de esas ciudades pueda vivir allí cómodamente... y con ¡varios hijos!

La regulación ha provocado un descenso interanual del 8,5% en las transacciones inmobiliarias (a finales de julio de 2021) y mucha cautela en el mercado de los promotores inmobiliarios. Evergrande es un claro ejemplo. El holding tiene una deuda de casi 300.000 millones de dólares , casi un tercio de la cual vence en 2022.

Un impago de Evergrande podría desencadenar reacciones en cadena y una crisis sistémica. Al menos, eso es lo que temen los mercados. Y es cierto que los precios de las acciones de otros desarrolladores han caído bruscamente, junto con las de las entidades financieras.

Este escenario es posible pero poco probable, en nuestra opinión. Las autoridades no permitirían el desarrollo de una crisis financiera. Seguramente acudirían al rescate con una política monetaria más flexible y el apoyo de los bancos nacionales.

Hay que tener en cuenta también que las deudas de Evergrande están en manos principalmente de intermediarios financieros chinos, bancos chinos en particular, y en RMB. Aunque existe un riesgo de contagio, Evergrande sigue siendo un asunto chino, lejos de ser una crisis internacional, como la quiebra de Lehman Brothers.

Pero mientras tanto, Evergrande avivará la volatilidad en los mercados. La prima de riesgo de las acciones chinas ha, naturalmente, aumentado en las últimas semanas, y es probable que siga siendo bastante alta. Una de las razones de ello es que la creciente intervención del Estado en los negocios demuestra que los intereses públicos pueden superar en ocasiones a los de los accionistas. Pero en este escenario de mayor volatilidad, también habrá oportunidades de inversión

En nuestra opinión, Evergrande no ha socavado el potencial estructural de las inversiones en estos mercados a medio y largo plazo. Estas inversiones tienen un papel especial en una asignación global de activos, debido al creciente protagonismo de China en la economía mundial y en las finanzas internacionales, así como la apertura real de los mercados y su positiva dinámica sectorial y temática.

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