Pide en torno al 30% de los fondos del llamado 'plan Marshall' europeo para su ayuda y reconversión. id:63532
Qué tendencias y evolución de la demanda se perfilan en el sector turístico tras el impacto del COVID-19, cómo pueden optimizar sus cuentas de resultados las empresas de esta industria o de qué manera pueden ayudar la digitalización y los procesos analíticos de datos a ganar eficiencia y encontrar nuevas vías y modelos de negocio son algunos de los puntos clave que se han abordado en la XV edición de la jornada anual “Gestión de riesgos en el sector turístico”.
Celebrada por la consultora Willis Towers Watson junto a Hosteltur, la sesión ha contado con los máximos representantes de las entidades organizadoras y ponentes de primer nivel de Google y Grupo Iberostar.
En un momento crítico para el sector Turismo en España, con pérdidas multimillonarias y una importantísima caída del empleo a causa de la pandemia COVID-19, durante el foro ha habido unanimidad en la necesidad de afrontar replanteamientos en el sector, así como en demandar que las administraciones públicas colaboren con su recuperación dado que ha sido uno de los más golpeados por la crisis.
En opinión de Juan Carlos Tárraga, subdirector general de Willis Towers Watson y experto en la Industria turística, “La actual crisis supone una oportunidad para replantear un cambio de modelo porque la recuperación económica llegará, y nos tiene que encontrar preparados para despegar con fuerza. En este marco, como pide el sector, una parte importante del fondo de recuperación europeo debería ser empleada en la salvaguarda y transformación de la industria turística y también será importantísimo reforzar la colaboración público-privada para recuperar una buena imagen de España como destino seguro”. Hablamos, según lo detectado entre los asistentes al foro, de que el sector turístico reclamaría para su ayuda y transformación en torno al 30% de los fondos del llamado 'plan Marshall' europeo, porcentaje alineado con el recomendado recientemente a los países de la UE por el Comisario Europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
La petición del sector sube aún más de tono al haberse recién conocido a través del diario El Mundo que, según ha manifestado recientemente Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea, el Gobierno de España no se ha puesto en contacto con la institución para que autorice planes de apoyo público al sector mientras que una decena de países ya tienen esa luz verde. El sector, que antes de la pandemia generaba en España el 14,6% del PIB (176.000 millones de euros) y el 14,7% del empleo (2,8 millones de puestos de trabajo) según el World Travel & Tourism Council (WTTC), se encuentra casi paralizado y teniendo que recurrir a duros procesos de ERTE y ERE.
La ayuda de las administraciones públicas, por diferentes vías, es un imperativo para una industria en serio peligro. Según los últimos datos aportados por un reciente análisis de Randstad sobre la evolución del mercado laboral en el sector turístico teniendo en cuenta los datos publicados por el Ministerio de Industria Energía y Turismo correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de la última década, el empleo directo en el sector del turismo se redujo este verano un 15,1% con respecto al año pasado, registrando una afiliación media de 1.585.914 profesionales, 282.376 menos que en 2019. El volumen -promedio de ocupados durante los meses de junio, julio y agosto-, de este año se encuentra a niveles de 2015, cuando se registraron 1.584.33 trabajadores.
En este sentido, Manuel Molina, director de Hosteltur, ha mostrado su preocupación por que “la reputación de España, a todos los niveles, se ha visto dañada y requiere un importante trabajo en equipo. Si bien la falta de liderazgo y responsabilidad del gobierno evaluando el sector del turismo como de poco valor y la ineficacia de su comunicación acerca de nuestro país como destino seguro han dañado seriamente la imagen turística de nuestro país en el extranjero, el problema no es únicamente del poder político. Hay que unir fuerzas y conciliar inteligencia colectiva, gestión privada y pública para rescatar el prestigio de la marca turística española cuanto antes”.
Análisis de datos y ciencia del riesgo, los aliados perfectos
Como ha enfatizado Alberto Gallego, CEO de Willis Towers Watson Iberia, en la sesión de apertura del foro “La crisis del sector turístico a nivel mundial a causa de la pandemia está siendo de enorme envergadura. Claramente, algo ha fallado a escala global a la hora de ver con antelación los riesgos de una situación que no por inesperada era imposible. Pero lo ocurrido abre la puerta a plantear una mejor estrategia para cuantificar, mitigar y transferir esos riesgos y otros que puedan darse en un futuro, así como afrontar aproximaciones innovadoras para, mostrando cómo asumir esos riesgos, generar resultados positivos. Desde nuestro punto de vista, la ciencia del riesgo es fundamental para lograrlo y ha de emplearse a escala global, no es responsabilidad de un solo país”.
Basada en un modelado de datos, complejos modelos y representaciones matemáticas, la ciencia del riesgo permite avanzar en la predicción y prevención del riesgo y, en la medida de lo posible, instaurar de forma ágil las medidas y la planificación necesarias para gestionar las crisis; y es una de las herramientas más eficaces utilizadas por los especialistas en gestión de riesgos de Willis Towers Watson en distintos ámbitos.
Pero el valor de análisis de datos y nuevas tendencias va, además, mucho más allá de esa importante previsión del riesgo. Como ha explicado Maialen Carbajo, directora de Industria en Google, “La transformación digital del sector turístico es clave para que se adapte de una manera eficaz a los cambios de intereses de los viajeros. La adopción de herramientas de análisis de datos de Google como Smart Bidding ayuda a identificar cuáles son las búsquedas más rentables que se van a convertir en transacciones turísticas y así poder responder a las nuevas demandas del viajero. Las empresas que sobrevivan a la crisis serán las que hayan sabido digitalizarse y tengan claro el impacto que el análisis de datos va a tener en sus resultados”.
Por su parte, Tomeu Bennasar, CIO de Grupo Iberostar, ha afirmado que “La cultura del dato es estratégica en nuestra compañía. El reto más importante está en identificar y activar aquellos datos a través de los cuales podemos generar valor, y eso es posible gracias a la utilización de procesos analíticos correctos y que, ya en el momento de su conceptualización, evidencien ese valor. La optimización puede llevarse a cabo de forma intuitiva, aplicando el sentido común, pero los modelos analíticos pueden ir mucho más allá e inferir comportamientos o reacciones de los clientes en base a la información disponible y al adecuado “entrenamiento de estos modelos”. Es algo clave para mejorar la experiencia del cliente y la gestión de nuestra operativa”.
Lecciones aprendidas
La pandemia ha venido a demostrar la vulnerabilidad de las personas, de las empresas, de las instituciones y, en definitiva, de toda la sociedad a escala mundial. Y ha hecho especial daño al sector turístico. En este contexto, Bennasar ha querido destacar la importancia de la resiliencia de las compañías del sector, así como el papel que debe jugar la sostenibilidad en sus agendas para el futuro de las organizaciones. “Lo importante que es la actitud para superar las situaciones adversas. Es crucial preservar el talento de las plantillas, porque esa será la palanca más importante para la reactivación. También es importante la diversificación de destinos y mercados; aún a pesar de la actual crisis global ha habido un decalaje en el tiempo que nos ha permitido activar una cierta actividad” añade el ejecutivo.
El sector turístico español tardará en recuperarse. Las previsiones más optimistas hablan de 2021 como punto de partida, las más pesimistas se sitúan en 2024 para una plena recuperación. En cualquier caso, las principales conclusiones de la XV edición de la jornada “Gestión de riesgos en el sector turístico” apuntan a tres directrices claras para avanzar: ayuda, a todos los niveles, de las administraciones públicas; inversiones en tecnología que garanticen la efectividad de la cultura del dato para ganar eficiencia operativa, eliminar riesgos, tomar decisiones en momentos de incertidumbre y mejorar la experiencia del cliente; y poner el foco en la comunicación como herramienta clave para la recuperación del sector. Las claves para avanzar: transformación tecnológica, inversión inteligente y evolución sectorial a la hora de modernizar procesos.