El trabajo en casa y la pandemia

El trabajo a distancia puede ser un mal augurio para los proveedores de espacio de oficina, pero para los proveedores de equipos de oficina de consumo ha sido una mina de oro. Escritorios, sillas, monitores, ordenadores, impresoras, lámparas y todo tipo de material de oficina apenas pueden abastecerse con la rapidez necesaria para satisfacer la demanda histórica. Los trabajadores remotos que trabajan desde casa están yendo más allá del propio cubículo para crear oficinas domésticas que se parecen más a un puesto de trabajo que a una sala de juntas, lo que hace mucho más difícil convencer a los empleados de que vuelvan a su espacio básico en la oficina.

No es sólo el trabajo a distancia lo que los minoristas de material de oficina físico están perdiendo, sino también el aprendizaje a distancia. El material escolar es otra de las principales fuentes de ingresos de las que dependen las tiendas de material de oficina. La escuela tampoco se detuvo, sólo cambió de ubicación a diferencia de los trabajadores de oficina, por lo que los profesores y los estudiantes tuvieron que cambiar la forma de obtener sus suministros.

El trabajo remoto no ha eliminado las oficinas, los espacios de oficina o la necesidad de suministros de oficina, simplemente está cambiando quiénes serán los ganadores y los perdedores de la nueva forma de trabajo. Las empresas que atienden a los compradores individuales con ventas en línea y entrega directa han prosperado. Las empresas que se abrieron camino con los contratos de compra tradicionales vendiendo muebles corporativos de mayor tamaño se han visto perjudicadas. Las ventas de ordenadores batieron un récord de 10 años durante la pandemia. Las ventas de portátiles y estaciones de trabajo móviles se dispararon casi un 30% interanual en el momento álgido de la pandemia.

Las ventas récord de suministros de oficina nos dicen que todavía se está haciendo mucho trabajo. De hecho, muchos estudios demuestran que el trabajo a distancia hace que los empleados trabajen más, no menos, y que hagan más horas. Por supuesto, los propietarios de oficinas quieren desesperadamente que los ocupantes vuelvan y eso significaría una inyección de ánimo, por así decirlo, para las ventas de mobiliario corporativo. Pero si no lo hacen, eso no significa que la oficina esté muerta, sino que en lugar de la brigada prepandémica, muchas empresas podrían estar equipando un vasto ejército de puestos de trabajo individuales.

Parece imposible, pero después todos los meses de este experimento de trabajo a distancia, todavía se debate en Internet si los empleadores deberían ayudar a cubrir el coste de los suministros de oficina para los trabajadores online y cuál debería ser esa cantidad.