Según el Informe de Competitividad Mundial y ranking entre países, que ha sido presentado hoy en España en un acto organizado por el Consejo General de Economistas e IMD Business School, en el que ha participado, entre otros, el director del World Competitiveness Center del IMD, Arturo Bris. id:59789
En un acto organizado por el
Consejo General de Economistas de España e IMD Business School, hoy se ha presentado en España el
Informe de Competitividad Mundial y ranking entre países, que elabora anualmente IMD y que constituye uno de los informes sobre competitividad internacional más relevantes. Dicho informe analiza las variables políticas, sociales y culturales con el objetivo de evaluar la capacidad de los países para dotarse de infraestructuras, instituciones y políticas que apoyen la competitividad de las empresas.
La presentación ha corrido a cargo del director del World Competitiveness Center del IMD, Arturo Bris, quien ha expuesto que los resultados de este año muestran un patrón común en los países mejor clasificados. Este patrón –según Bris– viene determinado por el comercio internacional y la inversión, el empleo, la apertura de las sociedades, las medidas relacionadas con la estabilidad política y la igualdad social y de género. “Pero no todas las economías abordan los problemas de la misma manera, y esto afecta su resistencia y agilidad ante circunstancias cambiantes y difíciles”, ha señalado.
Para el profesor Bris, pequeños países europeos como Dinamarca, Holanda y Suiza han abanderado la eficiencia empresarial europea y han conseguido situarse entre los cinco primeros países de mundo más competitivos de las 63 economías analizadas. Estos países destacan por su productividad y su fuerte rendimiento en la inversión internacional, así como por la eficiencia de sus sistemas educativos y de salud.
España
Respecto a España, sigue por segundo año estancada en el puesto número 36 y se pone de manifiesto un empeoramiento en tres de los grandes indicadores analizados, tales como el rendimiento económico (de la posición 29 a 31), la eficiencia empresarial (de 39 a 42) y especialmente la eficiencia gubernamental (de 40 a 44).
Según los resultados del informe, los principales desafíos que tiene que solucionar la economía española deben ir dirigidos a la reducción de la tasa de desempleo y sobre todo a mejorar la empleabilidad. Para ello, según el Informe, será necesario repensar las políticas de empleo en el marco del diálogo social. Así mismo, considera necesario mejorar el clima de hacer negocios para reactivar la inversión, e impulsar la digitalización y la investigación científica, así como el desarrollo y la innovación tecnológica. El informe también recuerda la necesidad de llevar a cabo el renacimiento de la industria, que debe apostar por un crecimiento de alto valor añadido.
Mesa redonda
Tras la presentación del informe, se ha realizado una mesa redonda en la que se ha tratado la posición de España y Europa en un mundo hiper-polarizado y se ha analizado si será la sostenibilidad el eje vertebrador de la nueva competitividad europea. En el debate han participado el propio profesor Arturo Bris, Beatriz Yordi, directora de mercados de Carbono de la UE; Elena Valderrábano, directora de Etica y Sostenibilidad de Telefónica; Rami Baitieh, CEO de Carrefour, y Antonio Calçada, director general de la Fundación Repsol.
Para el Presidente del Consejo General de Economistas de España –institución organizadora del acto–, Valentín Pich, “resulta necesario aprender de la crisis sin dejar nadie atrás y abordar los retos estratégicos de Europa”. Según Pich, “sería indispensable que las políticas fueran dirigidas a potenciar la competitividad de las empresas con el fin de preservar y fortalecer el tejido empresarial, que es la mejor manera de mantener y crear empleo”. Para el presidente de los economistas, “gracias a las ganancias de competitividad se puede asegurar un crecimiento sostenible, robusto e inclusivo, que permita brindar bienestar y supervivencia a las generaciones futuras”. “Adaptar los procesos productivos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible supondrá una ventaja competitiva gracias a la eficiencia ganada; ahora es el momento de que la Unión Europea se ponga de nuevo en pie y avance para reparar los daños provocados por la crisis y preparar un futuro mejor para la próxima generación, ha concluido.
Para el profesor Bris, “la sostenibilidad es un pilar muy importante y , en este sentido, Europa juega un gran papel, ya que todos los países europeos tienen marcada la senda de la sostenibilidad”. También ha señalado que “en cuanto todos los países jueguen la carta de la sostenibilidad, seremos más competitivos; en un futuro próximo una empresa no sostenible, no será aceptada por los consumidores, agentes sociales, etc.”
Para Elena Valderrábano, “el plan de Recuperación de Europa se ha articulado en torno al Pacto Verde Europeo (European Green Deal) y a la Digitalización, como vías para la recuperación económica y del empleo”. En línea con lo anterior, justamente acaba de presentarse en España un estudio en el que se señala que todas las dimensiones de la Sostenibilidad cobran mayor importancia en la era pos-COVID, aunque cambian las prioridades, entre las que siguen encontrándose a la cabeza el Medio Ambiente y la Digitalización. Según Valderrábano, “no es casualidad, por tanto, que Europa, a la cabeza del mundo en estas dos materias, haga valer esta fortaleza como eje vertebrador de su estrategia de competitividad”.