www.economiadehoy.es

Entrevista a Javier Rodríguez-Avial, cofundador de Aceites Heraldo

Javier Rodríguez-Avial, Aceites Heraldo.
Ampliar
Javier Rodríguez-Avial, Aceites Heraldo.
lunes 28 de enero de 2019, 07:00h
«A las grandes marcas les es más rentable pagar multas y seguir con las malas prácticas». id:40980
Con olivares que se han mantenido desde el siglo XIX hasta nuestros días, Aceites Heraldo elabora un aceite de oliva 100% virgen extra (AOVE) siguiendo un método de elaboración natural respetuoso con el medio ambiente. Este productor, ubicado en el pueblo de Agrupación de Mogón (Jaén), puede hablar con conocimiento de causa sobre la calidad de un alimento del cual España provee al mundo de más de la mitad de la producción anual. (Aceites Heraldo)

Economía de Hoy (EdH): Hace unos meses, un análisis de la OCU puso en entredicho la calidad del AOVE que se comercializa en nuestro país. ¿Han afectado estas denuncias al sector? En caso negativo, ¿por qué?

Javier Rodríguez-Avial: En el mercado del aceite de oliva tenemos que distinguir las grandes marcas, las de las envasadoras industriales, de las marcas de almazara, que están menos difundidas y que por lo general envasan los AOVE de mayor calidad. Es como comparar el zumo de tetrabrik con el recién exprimido.

El estudio de la OCU en cuestión se realizó sobre esas conocidas marcas presentes en la gran distribución. El producto que ofrecen procede de las envasadoras industriales, que obtienen los aceites mediante mezclas de distintos orígenes, variedades y añadas. Y para cumplir los límites de calidad marcados por la legislación, los someten a unos procesos de desodorizado, filtrado, etcétera, obteniendo un producto estándar, con características muy justitas para poder denominarse AOVE cuando sale a la venta. Pero al cabo de unos meses, la oxidación y la degradación natural del aceite causa que sobrepase esos límites de los vírgenes extra.

Los resultados del estudio sí que afectan al mercado de las grandes marcas, pero no debería influir en los pequeños productores, al ser muy diferenciado en cuanto a disponibilidad.

EdH: ¿Cómo calificaría el control que llevan a cabo las diferentes administraciones sobre la industria del aceite de oliva?

JR-A: En pocas palabras: escaso y poco efectivo. Para asegurar los estándares de calidad que luego se transmiten a los consumidores sería necesario multiplicar las inspecciones y, especialmente, aumentar las sanciones por fraude, que hoy resultan poco menos que simbólicas. Como ocurre en otros sectores, a las marcas de mayor tamaño les resulta más rentable pagar la multa y seguir manteniendo las mismas prácticas.

EdH: El mercado español parece estar fragmentado en dos extremos, el de unas pocas empresas de gran tamaño y una multitud de micropymes y pequeños productores, ¿cuáles son los inconvenientes que acarrea este modelo?

JR-A: Efectivamente, como comentábamos antes, nos encontramos con una decena de grandes envasadoras, cuyas marcas representan más del 80% de la cuota del mercado, y con más de un millar de marcas de pequeños productores, que se reparten el resto.

Desde el punto de vista de estos últimos, la atomización impide que sean eficaces en su promoción y defensa de sus intereses, casi siempre contrapuestos a los de las grandes envasadoras.

EdH:¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan esos pequeños productores?

JR-A: El reto principal se basa en la premisa de "la unión hace la fuerza". Se están haciendo esfuerzos importantes en el sector para unificar a las pequeñas cooperativas en grupos, y así conseguir el peso suficiente como para defender mejor sus intereses frente a sus compradores, que generalmente son las propias envasadoras. Sin embargo, y dados los obstáculos a los que se enfrentan para lograrlo, en alguna ocasión dejan de lado este objetivo, que cambian por ganancias más personalistas.

En este caso, su principal punto de apoyo y elemento diferenciador es apostar por la calidad, pudiendo ofrecer un producto único de gama alta y dirigido a un segmento de consumidores más exigentes.

EdH: España es el primer productor mundial de aceite de oliva. ¿Qué diferencias aprecia entre el mercado interno de nuestro país respecto al resto de Europa?

JR-A: En España se considera al aceite de oliva como un producto de primera necesidad. Como tal, existen intereses cruzados en cuanto a la política de precios y a la necesidad de clasificar las distintas categorías y calidades de aceites de oliva, que son muchas y de muy diferentes costes de producción, lo que representa el quid de la cuestión.

Por eso tenemos una imperiosa necesidad de informar y de formar al consumidor para que sepa distinguir entre estas calidades. Y es que, al hablar de aceite, el apellido sí es importante: aceite de oliva, virgen, virgen extra, gourmet, 0,4°, suave, intenso... indican unas características y propiedades bien diferenciadas que el ciudadano medio desconoce.

Por el contrario, si nos desplazamos al norte de los Pirineos, el aceite de oliva llega a ser un producto casi de lujo, por lo que el consumidor está más formado y es más exigente: está dispuesto a pagar más, pero si la calidad del producto lo justifica.

EdH: Dado que estamos terminando la recogida, ¿cómo está siendo el resultado de lo que llevamos de cosecha con respecto a los años anteriores? ¿Cuál es la previsión final?

JR-A: La previsión sobre esta campaña en la provincia de Jaén es que haya un 50% más de aceituna respecto al año pasado, en el que la producción fue especialmente baja. Y aunque la calidad de la aceituna es buena, su rendimiento en aceite es un poco inferior a causa de la climatología de los últimos meses.

En cuanto a los precios, esperamos que se mantengan estables, a pesar de la mayor oferta, ya que en Italia y otros países productores la cosecha va a ser más corta.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios