El desconcierto y descontento de la población española (y sus representantes políticos) con la decisión del presidente Sánchez ha sido, como se sabe, monumental. Prueba de ello es que el 30 de junio en el Congreso de los Diputados español hubo una moción para que España volviese a retomar su anterior posición con respecto al Sahara Occidental. El resultado: 193 votos a favor, 110 votos en contra y 4 abstenciones.
Pero el presidente Sánchez ha ido más allá en sus in-competencias, también ha traicionado e hipotecado el futuro de cientos de empresas españolas que tienen relaciones comerciales con Argelia y ello significa trabajadores, sus familias, sus hijos….
Ha traicionado a quienes le han prestado su voto. Y sabe que su mandato se acaba. Pero pretende que se acabe causando el mayor daño posible a las empresas y a los españoles. Su última ocurrencia ha sido poner a las empresas energéticas y a la banca en el punto de mira con más impuestos. Impuestos que saldrán, al final, del bolsillo de los españoles. ¿Es que nadie le ha dicho a este hombre, iluminado donde los haya, que si no hay empresarios y no hay grandes (y pequeñas y medianas) empresas, no habrá creación de empleo y no habrá, por tanto, quien tenga dinero ni para pagar los impuestos? ¿Es que nadie le ha hecho ver que son los autónomos y las empresas, las que tiran del carro de la economía? ¿De dónde se cree que sale el dinero? ¿De una economía fuerte y diversificada o de los subsidios de Europa? Como digo, estos atisbos de locura nos van a costar nuestro futuro…y el de nuestros hijos.
Y lo peor es que estas ocurrencias y decisiones sin control ni medida del, por el momento, presidente Sánchez, no solo perjudican a España sino también a Europa. Quizás, como dicen algunos medios, busque un puesto en una organización europea. Si esto llegara a ser cierto, espero que la Unión Europea no lo considere adecuado para ninguna candidatura. La experiencia que en España (y otros países) tenemos de sus mentiras, engaños y traiciones, siempre poniendo su interés y beneficio particular por encima del interés general del país no debería trasladarse a ninguna organización supranacional. Este comportamiento despreciable y deshonroso incluso en el Islam tiene un nombre, “riba”, es decir, el beneficio injustificado; en España existen muchos calificativos para ello y ninguno suena bien…
Pobre Europa si un día permite que el futuro expresidente Sánchez gestione algo…esto sí que es una predicción (y eso que no tengo una varita mágica). Lo digo claramente por el bien de Europa…
En el famoso libro de “Las mil y una noches” cuenta las historias que Schererazade le contó al sultán Shahriyar al desposarse con él y como un medio para que abandonase la fea y reprobable costumbre de conocer mujeres y decapitarlas al día siguiente, dada su poca confianza en las mismas después de haber sido engañado por su primera esposa. Uno de los cuentos (que parece que se añadió posteriormente al libro) es el de “Alí Babá y los cuarenta ladrones”. Yo leía estos cuentos cuando era pequeño y ahora que he crecido un poco, os confieso que, en verdad, no puedo evitar el hecho de relacionar el cuento con el presidente Sánchez y el gobierno actual de España que realmente, nos han robado nuestro futuro e ilusiones.
El presidente Sánchez y su Gobierno lo mismo utilizan el avión presidencial para ir a un concierto (el presidente Sánchez), que una ministra de igualdad para ir de visita a Estados Unidos (lo disfrazan de trabajo) con tres amigas asesoras (una de las cuales tiene una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo en el mes de julio de 2021, en la que resultó condenada a un año y siete meses de cárcel por un delito de atentado, lesiones y daños a la autoridad que se cometieron durante los altercados que tuvieron lugar en el barrio madrileño de Lavapiés en enero de 2014 y, por tanto, no se entiende en España cómo es posible que los Estados Unidos le permitiesen la entrada en su territorio teniendo estos antecedentes penales) u otra para ir de viaje a Italia. A ver cuando nos toca utilizarlo a los demás españoles que, con nuestros impuestos, costeamos los sueldos de los componentes del Gobierno (con los cientos de asesores incluidos) y el mantenimiento y combustible del avión presidencial Falcon.
¡Ah!...¿que no nos va a tocar nunca utilizar ese avión? Y ¿por qué?...Me dice un amigo que es porque no somos de su banda. ¡Vaya por Dios! Me vuelve a venir a la memoria el cuento de “Alí Babá y los cuarenta ….”
Pero continuemos hablando de economía y aquí podemos decir que las inmensas oportunidades y potencial de desarrollo, poniendo el foco en la sostenibilidad, que tiene Argelia sobrepasan, con mucho a cualquiera de los países que tenemos a nuestro alrededor.
Bendecida con unos 1.200 kilómetros de costas y playas casi vírgenes (desde el punto de vista del turismo) que harían las delicias de cientos y miles de visitantes que, llegados de otros países quisieran descansar y conocer sus playas, bañarse en sus aguas e incluso, sumergirse en sus maravillosos y casi inexplorados fondos marinos (quien escribe esto lo ha hecho y puede decir que es una experiencia fantástica). Las diferentes costas nos muestras escenarios maravillosos y las islas (Habibas, Rechgoun, etc.) son espacios protegidos y zonas de estudio de la biodiversidad.
Pero no sólo hablamos de las costas, hablamos de un país que tiene 10 parques naturales que acogen todo tipo de escenarios, climas y paisajes harán las delicias de quienes los deseen visitar.
Hablamos de un país que tiene 7 lugares patrimonio de la UNESCO y en los que los amantes de la historia y las antiguas civilizaciones (como la romana) no quedaran defraudados; más bien, todo lo contrario.
Y qué podemos decir del desierto, el gran desierto del Sáhara. Tercer desierto del mundo (detrás del Antártico y el Ártico) y con una extensión superior a los 9 millones de kilómetros cuadrados, sobrepasa a todo lo imaginable y conocido para quien no lo haya experimentado. El silencio, los paisajes infinitos, la luz...el calor también. El desierto es algo vivo que pone a cada persona en su sitio. Te muestra su interior y sus maravillas; y sólo pide a cambio respeto, conocimiento del medio y una dosis de maravillosa locura aventurera…y te acogerá de una manera que no te imaginas; y hará de tu estancia en él algo irrepetible e inolvidable.
Hasta ahora hemos hablado un poco de las posibilidades del turismo (y se podrían decir muchísimas cosas más, tal es la extensión y maravillas de este país) como motor de un desarrollo sostenible para las personas, las empresas y el país, pero hay más.
Otras facetas de la economía se basan en el inmenso potencial que Argelia posee desde el punto de vista energético.
Además de los conocidos yacimientos de gas y petróleo con los que Argelia podría abastecer a España y a Europa (calidad del producto excelente a buen precio).
Yacimientos ya en explotación y otros recientemente descubiertos, como el de gas natural condensado en la región de Hassi R'Mel, wilaya de Laghouat (desierto del Sáhara) con unas reservas de entre 100 y 340 mil millones de metros cúbicos de gas condensado dan una idea de hasta dónde podría llegar una cooperación leal y sincera entre empresas españolas y argelinas.
Argelia ha optado por el desarrollo de las energías sostenibles y renovables y prueba de ello son los acuerdos con los grupos alemanes, franceses, italianos…No parece descabellado pensar que empresas españolas, acostumbradas a trabajar e invertir en escenarios y climas parecidos a los argelinos podrían llegar a ser unos actores importantes en cuanto a la cooperación en este campo con las empresas argelinas.
Hablamos de una España colaborativa como siempre ha sido, amiga de sus amigos, leal y fiel a su palabra y que respeta los compromisos y acuerdos en el plano internacional.
Una España que hace que quienes hemos nacido en ella (y quienes en ella han sido acogidos) nos sintamos orgullosos de nuestro país, nuestros orígenes y nuestra historia y además, confiados y valientes ante un futuro que deberemos diseñar, construir y alcanzar conjuntamente y de manera sostenible.
Pienso que el binomio Argelia - España y la cooperación entre nuestros dos países puede suponer un punto de inflexión (en positivo) en el desarrollo de ambos países, recogiendo las mejores experiencias de cada uno y teniendo en cuenta sus diferentes escenarios y con la vista puesta en el mejor y más sostenible desarrollo de las personas, las empresas, las ciudades y ambos países.
Queridos amigos argelinos, mis hermanos…en mí opinión no vale la pena trabajar con el gobierno actual de España. Mientras no haya un gobierno serio, honrado, eficiente y con la sensibilidad requerida acerca del derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro y que haga honor a la confianza depositada por Argelia en nuestro país, no merece la pena perder el tiempo.
España puede aportar mucho a Argelia, mucho más de lo que hasta ahora ha hecho y viceversa, por supuesto. Ambos países pueden mejorar las relaciones y ampliar las colaboraciones en los diferentes campos que se han firmado en los acuerdos de amistad y cooperación el 8 de octubre de 2002. Pienso realmente, que juntos podremos hacer muchas y grandes cosas, pero esto será a partir del siguiente gobierno, porque este Gobierno actual está perdido…
Las organizaciones empresariales españolas como CEOE, CEPYME, etc. supongo que serán conscientes de esta lamentable situación que trae como consecuencia la pérdida de negocio para sus empresas, y sobre todo las pequeñas y medianas y lo que puede llegar a significar, en algunos casos, en consecuencia, de pérdida de puestos de trabajo. Y me gustaría pensar que están haciendo algo y no sólo resignarse.
Como digo, para muchas empresas españolas esta decisión arbitraria del presidente Sánchez les va a costar mucho dinero y las pone, a algunas, en una situación difícil de cara a su supervivencia futura.
Por dar unos datos en referencia a las exportaciones en el año 2021, las empresas de semi manufacturas facturaron unos 856 millones de euros; las del sector de alimentación y bebidas facturaron unos 407 millones de euros; las de bienes de equipo facturaron sobre los 305 millones de euros; las de manufacturas de consumo facturaron casi 110 millones de euros; las de productos energéticos facturaron 68 millones de euros; las de materias primas facturaron unos 44 millones de euros; las relacionadas con el sector del automóvil facturaron unos 43 millones de euros; y otras empresas facturaron unos 52 millones de euros. Es decir, estamos hablando de un montante global de exportaciones cercano a los 2.000 millones de euros.
Y en cuanto a las importaciones durante el año 2021podemos decir que el primer puesto se lo llevan, como no podía ser de otra manera, las compras del sector energético (gas) a Argelia, por un importe de 4.300 millones de euros; las manufacturas compraron a nuestro país vecino por un importe de 430 millones de euros y el sector de bebidas y alimentación compró por valor de 54 millones de euros. Es decir, estamos hablando de importaciones por un valor de 4.700 millones de euros, lo cual sumado a los casi 2.000 millones de euros en exportaciones, nos da una cifra de negocio entre España y Argelia de unos 6.700 millones de euros, lo cual es una cifra nada despreciable.
Y como siempre digo, detrás de estas cifras hay empresas, puestos de trabajo de personas y sustento de familias y el futuro de los niños. Debido a esta errónea y errática decisión del presidente Sánchez todas estas empresas se están viendo afectadas. Por ejemplo, las empresas que exportan a Argelia carnes de vaca y oveja; las empresas de azulejos; las empresas que suministran plantas de vivero, frutas y hortalizas; las empresas que diseñan máquinas y equipos para las fábricas argelinas de conservas, o las que hacen útiles tan comunes como sartenes, etc. la lista de empresas damnificadas es larga y los campos en los que la cooperación se está perdiendo también. Y aquí perdemos todos.
Y debido a esta gran pérdida para los trabajadores (como siempre, son los damnificados) me gustaría también pensar que los sindicatos de los trabajadores como son CCOO, UGT y otros estarán haciendo todos los esfuerzos posibles para defender a los trabajadores afectados por esta decisión personal, ilegal y arbitraria del presidente Sánchez. Espero que las ayudas dadas por el gobierno no hayan adormecido e insensibilizado su compromiso y conciencia social (no hablo de todos, sino de algunos pocos, aquellos más privilegiados con puestos, tarjetas, coches, etc.). No los he visto hasta ahora manifestándose en contra de esta decisión del presidente Sánchez y a favor de mantener el volumen se trabajo y los puestos en las empresas, sean grandes o pequeñas. Debe ser que el dinero y las ayudas del Estado adormecen las conciencias… Pero lo que sí parece es que, por ejemplo, el Tribunal de Cuentas de España ha embargado recientemente 49 locales por un importe de casi 10 millones de euros al sindicato UGT debido a presuntas irregularidades contables en la gestión de ayudas a empresas en la comunidad de Andalucía cuando el partido socialista gobernaba en dicha comunidad. Con estos antecedentes (y estoy seguro que hay sindicalistas honrados y comprometidos con los derechos de los trabajadores antes que en sus posiciones individuales de privilegio) no sé en qué punto podrán estar interesados los sindicatos en luchar para intentar arreglar esta situación…Se nota que muchos de ellos están seguros y no pasan las mismas penurias que muchos trabajadores…
¿Qué espera el partido socialista para poner orden y hacer limpieza entre sus filas y así poder empezar un camino de servicio leal, honrado, eficaz y transparente al pueblo español? Y con profesionales que verdaderamente estén instruidos y sepan lo que tiene entre manos…porque cuando entre los ministros del actual Gobierno de España hay gente iletrada o que ha llegado justita a determinadas capacitaciones…miedo me da y así vemos las consecuencias de la falta de formación, de ética y de responsabilidad y sentido de Estado.
Y hablando de capacidades, nos ha caído en suerte un ministro, Albares, cuyo papel debería ser el de, llegado el momento (y si los hubiera), solucionar los conflictos entre España y otras naciones; pero no el de crearlos. Este personaje ya ha creado conflictos con Argelia, Mali…a ver cuál es el próximo conflicto que va a crear... Por cierto ¿qué le pasa a este hombre con África? ¿Tiene algún problema que no quiere confesar en relación a los países que se hallan en este gran continente, cuna y futuro de la humanidad?.
Cuidado con este hombre, porque si nos descuidamos, es capaz de llevarnos a una guerra con cualquier país…eso sí, nos dirá que todo va bien y que seguiremos siendo amigos…
Yo, como ustedes podrán fácilmente adivinar, sigo dudando muy seriamente sobre las capacidades de este buen hombre para hacer frente y honrar la posición que detenta. En un artículo anterior decía que no dejaría al ministro de exteriores Albares gestionar mi comunidad de vecinos…Lamento, de verdad, haber puesto ese ejemplo. Estaba equivocado y pido humildemente perdón por esas palabras. Lo que realmente quería expresar que con la baja cualificación para ocupar el puesto actual yo no lo pondría ni a cuidar ovejas (aunque fueran pocas…para que puedan llegar vivas a la fiesta del Aid, por ejemplo)… y mejor que se quede en un lugar apartado en donde no moleste ni haga daño a nadie; pero gestionar las relaciones exteriores de un país…¡decididamente no!
Las plagas de Egipto de las que nos habla el Antiguo Testamento (Éxodo, capítulos 7 al 12) eran un simple sarpullido comparadas con tener a este individuo y a su jefe en el Gobierno. No creo que se pudiera hacer peor ni que las consecuencias (pacíficas) pudieran ser más graves…
Me han preguntado algunos amigos por la situación de las empresas que han suministrado equipos, materiales, etc. a Argelia o las que han recibido pedidos antes de la ruptura de las relaciones. Me han preguntado si las empresas argelinas les pagaran las facturas y los encargos una vez realizados. Siempre les digo que Argelia es un país que cumple sus compromisos y, por ende, sus empresas también deberían cumplirlos y hacer honor a ellos. En primer lugar, porque las reglas del arte empresarial así lo estipulan; en segundo lugar, porque esta situación cambiará cuando Sánchez, Albares y los otros de la banda…perdón, del Gobierno (¿en qué estaría yo pensando…?) ya no estén y las relaciones entre las empresas de los dos lados del mar Mediterráneo deberían seguir manteniéndose con normalidad y efectividad y, en esa nueva etapa, incluso mejorándose.
Y en tercer lugar porque el no cumplir con las obligaciones sería un descrédito para las empresas argelinas contratantes y para el buen nombre y la honorabilidad de Argelia y al final, en su conjunto, no es una gran cantidad de dinero, no tiene una gran significación económica, pero sí tiene un gran significado en términos de confianza internacional como país y, repito, Argelia siempre cumple sus compromisos. Aunque también es cierto que sería deseable que, en este escenario, si hubiera alguna situación de conflicto con alguna empresa española, esta se arreglase con un acuerdo que sea satisfactorio para ambas partes. De esta manera Argelia (y las empresas argelinas) demostraría, no sólo independencia sino también magnanimidad en la fuerza a la hora de cumplir sus compromisos internacionales.
Como decía en el segundo punto, al Gobierno de España, con Sánchez a la cabeza (y Albares en la cola) le queda poco tiempo. Sánchez será despedido de esta gran empresa que es España. Y será despedido por sus accionistas, que somos quienes vivimos y pagamos nuestros impuestos en este país y estamos ya cansados de ver que esta gran empresa, nuestra empresa, nuestra Patria, está continuamente perdiendo oportunidades y puntos, tanto internamente como en cuanto a la presencia y relevancia internacional.
Debemos ser capaces los españoles, por tanto, de cambiar a este presidente cuya mala gestión hecha a base de mentiras, falsedades y traiciones a llevado a España a la penosa situación en la que se encuentra y ha provocado una crisis jamás vista anteriormente (en la historia reciente) con un país vecino, un país amigo, un país hermano como es Argelia.
Señor presidente Sánchez, por favor, deje de buscar excusas para ocultar su mala gestión, su corrupción, sus arbitrariedades y su cobardía política. Deje de echar las culpas a la pandemia COVID, a la guerra de Ucrania y al fantasma de Franco. ¿Cuál será su siguiente excusa? Una invasión de alienígenas? ¿Por ventura usted piensa que los españoles somos idiotas?
Se dice que nuestro presidente ha formado un comité de crisis para ver cómo se desenvolverá la situación de España en plena crisis, sobre todo a partir del próximo otoño. Atención a esto, el pueblo español es amable, amistoso y tiene un corazón de oro y también paciencia, mucha paciencia. Pero cuando la gota desborda el vaso y la situación explota y se desata la furia española (y no hablo del deporte) no habrá fuerza humana (ni divina) que pare a este pueblo. Sólo basta con conocer la historia de esta España nuestra.
Se dice que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos y en este caso, el enemigo de España lo tiene cerca, señor presidente…es usted. Usted y su gobierno son los peores enemigos de España. Por tanto, lo mejor que podría hacer, si le queda algo de dignidad, decencia, honradez, que seguro que en alguna ocasión las tuvo y fue buena persona (principalmente porque nadie nace intrínsecamente malo); y sentido de Estado, haga un último favor a los españoles, preste un último servicio a España. Dimita y convoque elecciones…y que los españoles decidan libre y democráticamente quienes desean que los guíen a través de esta crisis que ha comenzado y no va a ser pequeña.
La confianza de los españoles en el presidente Sánchez cada vez es menor debido a sus continuas arbitrariedades, mentiras y traiciones. La marca Sánchez hoy causa tristeza, desilusión, rechazo y repulsión. Incluso entre las filas socialistas entre las cuales tengo buenos amigos, que son gente honrada, decente y con sentido de país (aunque a nuestro presidente y su gobierno le sorprendan estas coas). Pues sí, todavía hay personas honradas en la política española, sea cual sea su ideología y, por supuesto, en las propias filas socialistas y que rechazan esta política rastrera, corrupta y errática del actual gobierno de España.
Y como una muestra más de esa política errática, a lo largo de las últimas semanas, diferentes representantes de partidos políticos de España (PP, Junts, Vox, Ciudadanos, Bildu) han preguntado al ministro Albares sobre las relaciones con Argelia y este, de manera cobarde, rastrera, evasiva y mentirosa se ha limitado a dar respuestas “tipo” vagas y nada explicativas de la situación de crisis con Argelia creada por el Gobierno.
¿Y este es el ministro de Asuntos Exteriores que tenemos en España? ¿Qué hemos hecho los españoles para merecer esta maldición que nos ha llegado en forma de ministro? Quizás haber creído las mentiras del actual gobierno a la hora de votar en las últimas elecciones generales…
Espero que quede poco tiempo para que esta situación cambie y, por ello, pienso que Argelia debería empezar a prepararse para el período post-Sánchez, que esperamos no tarde en llegar.
Si vemos otro escenario económico internacional, si Rusia cortase por completo el gas a Europa esto podría suponer una afectación de entre un 0,8 y un 1,2% del PIB español. De acuerdo que esto no es una enormidad, pero ese porcentaje significa afectaciones a empresas, puestos de trabajo, familias…ya ven que es más importante de lo que, a simple vista, parece. Detrás de los fríos números siempre hay personas, seres humanos que sienten y padecen y que no tienen la culpa de los desvaríos y arbitrariedades de sus gobernantes.
Y sigo sin entender (y mira que lo intento...) como teniendo tan cerca (en la distancia y en el corazón) un país amigo y hermano como Argelia, el presidente Sánchez da un golpe a estas relaciones y vamos a pagar el gas de Estados Unidos un 40% de media más caro y vamos a ver en cuánto nos sale el gas de Qatar o Nigeria…
Como se decía en las elecciones americanas de 1992 en las cuáles Bill Clinton obtuvo la presidencia del país frente a George H.W. Bush (padre): “es la economía, estúpido”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
No veo en absoluto viable esa propuesta, ese anuncio de una posible denuncia de Argelia ante las autoridades europeas por incumplimiento del acuerdo con Europa que ha hecho nuestro ministro Albares. Me parece más bien una huida hacia adelante para intentar que la Unión Europea arregle el desastre que su jefe, el presidente Sánchez, ha causado y que Albares con su torpeza y servilismo habitual, ha mantenido.
Porque, que Europa no se equivoque (ni se deje engañar por nuestros ministros), este conflicto con Argelia lo ha causado el presidente Sánchez y lo mantiene este actual Gobierno y será su sucesor a quien corresponda la ardua tarea de reconducir y normalizar las relaciones entre nuestros dos países.
No es Argelia quien debe recapacitar sino Europa y sobre todo, España, pero me temo (o así lo espero) que eso lo deberá acometer el próximo gobierno de nuestra nación.
Además, con la situación energética actual, me da la impresión que a la Unión Europea no le conviene tener un conflicto con el país que puede ser su tabla de salvación y suministrar gas a través de Italia, España, etc. No sería inteligente no tener este escenario en cuenta.
Finalmente, hemos visto en estos últimos meses que, a causa del conflicto armado entre Rusia y Ucrania (y la OTAN por detrás), muchas cosas que creíamos seguras en nuestras vidas han dado un giro inesperado, han cambiado. Debemos gestionar la incertidumbre, los cambios, pero no nos olvidemos nunca de las personas, que obviamente, son lo mejor de ese planeta y, por supuesto, su único futuro.
Argelia es un país rico en recursos naturales (incluido el sol) y tiene mucho que ofrecer a quien desee hacer colaboraciones en términos de equidad, transparencia y lealtad. Y pienso que este nuevo escenario se presenta como una oportunidad para esta maravillosa y querida Argelia cuyo 60 aniversario de la independencia acabamos de celebrar.
Fiestas llenas de calor humano, sencillez y una maravillosa amistad que comparten con el mundo. Debo decir que la organización de este evento era necesaria para las nuevas generaciones que vieron la grandeza de sus países durante los Juegos Mediterráneos de Orán.
Creo que 60 años después de la independencia Argelia ha sido capaz de reconfigurar y potenciar su situación y su influencia en el escenario internacional de una forma decidida, discreta y eficaz (todo lo contrario de lo que decía nuestro ministro “influencer”, Albares).
Estamos en una situación de crecimiento económico potencial para Argelia que le permitirá establecer y sostener bases sostenibles, y crear oportunidades de vida, trabajo y desarrollo para su población.
Hay potencial de crecimiento, por supuesto, y creo que la voluntad del gobierno argelino de llevar a cabo este nuevo desarrollo también en una Argelia cada vez más sostenible. Y en el que se pueda valorar un nuevo escenario de relaciones con España, pero también con la Unión Europea, en términos de equidad en los acuerdos, igualdad de oportunidades y reciprocidad en las relaciones.