La mayoría de las materias primas están instaladas en una racha ganadora en este momento. Incluso el petróleo, que todavía se enfrenta a una demanda frágil, tiene el potencial de comercializarse entorno al nivel de 60 dólares a mediados de año gracias a los recientes recortes unilaterales de la producción llevados a cabo por Arabia Saudita. id:66941
En la actualidad, todos los principales mercados de materias primas se están recuperando debido al efecto combinado de la debilidad del dólar estadounidense, la recuperación cíclica de la COVID-19, los estímulos de los bancos centrales y el aumento del gasto fiscal en proyectos de infraestructura. Todas las materias primas cíclicas, incluidos la soja, el maíz y el azúcar, se están comercializando actualmente en una situación de backwardation (que es la situación en la que el precio de los futuros financieros tiene un precio menor que el precio spot), lo que pone de manifiesto el desajuste entre la oferta y la demanda. Incluso los granos, que se habían mantenido en una trayectoria descendente desde 2012, se han recuperado más del 45% en los últimos seis meses debido a las sequías relacionadas con La Niña en América Latina y China, ya que estos países se aseguraron reservas estratégicas de estos productos. Además, los mercados corren el riesgo de subestimar las consecuencias de las expectativas de inflación, ya que todos los principales bancos centrales están señalando su renuencia a endurecer el estímulo monetario, incluso si la inflación se elevara por encima del 2,5%.
Arabia Saudita estabiliza el mercado del petróleo
En la última reunión de la OPEP, Arabia Saudita sorprendió a los mercados anunciando un recorte de la producción autónoma de 1 millón de barriles diarios (mbpd) para febrero y marzo. Este recorte compensa con creces el aumento combinado que Rusia y Kazajstán habían exigido principalmente para cubrir la demanda de calefacción doméstica en invierno. Por lo tanto, el petróleo pudo continuar su fuerte subida de precios hacia el nivel de 55 dólares para el Brent. Arabia Saudita está apuntando a más reducciones de inventario en el primer trimestre, aunque normalmente ve acumulaciones estacionales en los inventarios mundiales de petróleo, lo que permite al cártel de la OPEP+ aumentar la producción en grandes cantidades en el segundo trimestre, cuando es probable que la vacuna y las temperaturas más cálidas aumenten la movilidad y la demanda de petróleo.
La demanda actual de petróleo sigue siendo frágil (-7 millones barriles de petróleo diarios frente a los niveles de 2019) debido a los confinamientos en Europa, pero para finales de año la demanda podría recuperarse ligeramente por debajo de los niveles de 2019 de 100 millones barriles de petróleo diarios. El repunte de la actividad de vuelo (todavía un 40% más bajo que en 2018) sigue siendo clave. Asia infunde esperanza, ya que allí la actividad ya se ha recuperado hasta el 100%.
La acción de Arabia Saudita dará lugar a retiradas diarias de más de 1,4 millones de barriles diarios en 2021, con lo que el exceso de almacenamiento en tierra se despejará por completo. El almacenamiento flotante ya ha sido liquidado. Arabia Saudita también parece extender una mano amiga a Rusia para allanar el camino de las negociaciones amistosas con ese país en el segundo trimestre sobre los aumentos de producción. Rusia teme un rebote en la producción de petróleo de esquisto si los precios del petróleo suben demasiado alto y rápido. Sin embargo, la capacidad sobrante fuera de la OPEP+ es limitada, ya que un repunte en la producción de petróleo de esquisto se ve limitado por las medidas de ESG que conducen a mayores costos de financiación. Es probable que esto ayude al cártel a recuperar el control del mercado. Tampoco está claro si el nuevo gobierno de Biden permitirá que Irán exporte petróleo más adelante este año. Por lo tanto, el precio del petróleo tiene el potencial de subir con el Brent cotizando por encima de los 60 dólares a mediados de año e incluso en un entorno de mayor backwardation.