Estos son, ahora, los principales desafíos y oportunidades en el empleo de cerrajero

La tecnología ha venido para introducirse en todos los campos, el de la cerrajería tampoco es una excepción. La relación que existe entre los clientes y el profesional se decanta por canales diferentes a los tradicionales, el boca a boca, cartelería, buzoneo. En la era de la comunicación esto ha cambiado y, ahora, las técnicas de marketing suelen ser más sofisticadas y hay empleos muy tradicionales, como los cerrajeros, que también se han adaptado a esas circunstancias.

Porque, por una parte, está la aplicación tecnológica al propio ejercicio de la profesión, para lo cual se tienen que adquirir los conocimientos sobre el manejo de esa instrumentación. A eso, hay que añadir la forma de comunicarse con los clientes, hacer los cobros y efectuar los pagos, también de los proveedores propios.

Sin embargo, el mundo de la cerrajería también ha experimentado un cambio hacia nuevas maneras de entender ese campo de trabajo. Hay que discernir en este punto que un cerrajero es aquel profesional que acude a montar, desmontar, arreglar o desatascar cualquier cerradura. Por eso, cuando existen puertas más sofisticadas, en las que se implica domótica, con conexiones a software y demás o existe un verdadero reciclaje y se atiende a ese nicho de mercado cada vez más creciente y más amplio, o se estanca el negocio.

En eso han estado muy atentos en reparahome.es que es una empresa de reparaciones en general, pero que tiene un servicio específico de cerrajería. Aquí puede estar una de las mejores opciones de ese mercado. El hecho de trabajar para una empresa multidisciplinar es que los empleados se retroalimentan de conocimientos y de soluciones. Por tanto, el cliente siempre puede tener la certeza de que el problema que le impide el uso adecuado de alguna de sus cerraduras se va a solventar con total limpieza.

Todo eso genera certidumbre en la clientela. Además, los cerrajeros son personas con formación en la materia, no solo es que conozcan la dinámica de cada tipo de bombines, llaves y cierres, sino que lo mismo pueden actuar en la puerta de un garaje, que de una vivienda, un hotel o un coche.

Existen otras empresas que tener por auxilio a mano a un cerrajero les es imprescindible. Por ejemplo, en un guardamuebles. Son empresas especializadas en custodiar las 24 horas pequeños o grandes trasteros donde las personas almacenan sus enseres, ya sea por una mudanza, una obra, una herencia o cualquier otra circunstancia. En caso de que haya un fallo en los sistemas de cierre, en las cerraduras, también han de acudir a este tipo de servicios complementarios.

La innovación ha ampliado el campo de trabajo

Como se está comentando en este artículo, la innovación tecnológica es un nuevo nicho de mercado en todos los campos de la industria, la fabricación y las instalaciones. También el trato con el cliente, la facturación, la atención directa y la gestión pura de las finanzas de una compañía suelen correr a cargo de aplicaciones. En todo ello, hay cerrajeros Donostia que han sabido combinar, las necesidades de los clientes tradicionales, con aquellos que exigen trabajos y soluciones más sofisticadas.

En esa transición, han sabido unirse un grupo de profesionales de muchos campos, como la domótica, la fontanería, la electricidad y, por supuesto, la cerrajería. También están insertos en un equipo que se dedica a hacer reformas integrales de locales comerciales, viviendas, edificios y otros espacios. Eso asegura al cliente recibir todos los servicios que le son imprescindibles sin la necesidad de tener que contratar a cada uno por separado.

Razones todas para que, por una parte, se hayan adaptado a las necesidades tecnológicas del S.XXI y ofrecen paquetes completos de soluciones a sus clientes. Aquí, en este tipo de empresas o grupos, lo que existe es un continuo flujo de conocimientos, además de que se apuesta por profesionales avalados por una amplia experiencia y, también, por aquellos que además de contar con ese aval están dispuestos a reciclarse día a día.

Servicios amplios y para todos los clientes

Cuanto más clientes confían en la compañía, más crece la facturación. En eso consiste también una buena política de precios. Esa es otra estrategia que marcan desde este grupo profesional. El hecho de ofrecer paquetes cerrados con presupuestos de toda la instalación al completo hace que el cliente no tenga que pagar a muchos proveedores; lo que le termina saliendo más caro.

Todas estas razones hacen que los cerrajeros hayan diversificado en sus conocimientos. Además, ya no solo trabajan para particulares, sino que amplían sus servicios a otras empresas, así como a comunidades de vecinos. Eso sí, la eficacia siempre tiene que demostrarse en el trabajo bien realizado, por eso hacemos un presupuesto y le decimos al cliente todo lo que se va a hacer. También hay que decir en este punto que contar con un servicio ininterrumpido es esencial, porque nunca se sabe en qué momento se va a precisar a un cerrajero. Esa cuestión está más que saldada con esta compañía.

No obstante, los cerrajeros del S.XXI saben que, como en todas las profesiones, hay que ir adaptándose a los tiempos y también a las novedades, sin olvidar que siguen existiendo clientes más tradicionales a los que también hay que prestarles el servicio. Razones, todas, para asegurar que un verdadero profesional de la cerrajería es aquel que se enfrenta a cualquier petición del cliente y tiene las herramientas, los conocimientos y las virtudes para darle solución.

En definitiva, de lo que se trata es de estar adaptado, de ser resuelto, de que el trato con el cliente y la atención al mismo sea clara y eficaz. Que se trabaje la buena imagen de marca y las buenas referencias de las personas que han sido atendidas, eso crea sinergias muy interesantes. Pero, sobre todo, contar siempre con el apoyo de un buen equipo y de una empresa eficaz que siempre da la cara por sus trabajos y los empleados. La cerrajería sigue siendo un servicio imprescindible que tan solo es recordado cuando surge la urgencia, pero es esencial que alguien nos asegure que las puertas van a poder seguir cerrando protegiendo nuestra propiedad, nuestra intimidad y nuestra confianza.