Turismo de Tokio presenta una serie de festivales donde la música, la danza, la luz y el color son los protagonistas durante los meses de junio, julio y agosto. id:84159
El verano calienta motores y en Tokio significa música, danza y fuegos artificiales. Siempre sujetos a las limitaciones motivadas por la pandemia, a continuación, se detallan algunas de las festividades más importantes de los próximos meses.
Junio, calentando motores
Actuaciones de música y danza tradicional y festivales populares llenan los días de junio como la antesala a esa ansiada vuelta a la normalidad que parece que vuelve a partir de este con relajaciones de medidas para el turismo internacional. Para los que quieran saborear un festival como los de antaño, el Torikoe Festival, que se celebra anualmente en junio, incluye un desfile de mikoshi (santuario portátil), con el Sarutahiko como deidad popular, bailarines de tekomai y niños con banderas de colores. Por la noche, el mikoshi, rodeado de faroles tradicionales en postes, se devuelve al santuario. Con un peso de alrededor de cuatro toneladas, el Senkan Mikoshi, la principal atracción del desfile, es uno de los santuarios portátiles más pesados de Tokio. También tiene lugar este mes el Festival Sanno, uno de los tres grandes festivales de Japón y uno de los tres grandes festivales de Edo (como se llamaba en la antigüedad a Tokio)junto con el Festival Kanda y el Festival Fukagawa.La duración de la festividad este año se verá limitado por la pandemia.
Julio, explosión de luz y color
Julio ha sido siempre el mes de celebración de diferentes eventos como el Tanabata, el “festival de las estrellas” en Asakusa y una de las cinco festividades tradicionales en Japón, conocidas como “gosseku”. Celebrado en todo Japón, la gastronomía juega un papel importante durante todas las fiestas. Así, el visitante podrá saborear el Takoyaki, bolas de masa frita con pequeños pedazos de pulpo en el interior; Yakisoba, fideos fritos mezclados con carne de cerdo y repollo; el Okonomiyaki, una especie de panqueque salado hecho de masa y una variedad de ingredientes diferentes o el Yakitori, pollo a la parrilla en un pincho que se sirve con cebolletas y salsa yakitori. Otro de los eventos destacados es el Mitama Matsuri, que tiene lugar en el Santuario Yasukuni. Se trata de uno de los festivales más importantes de Obon que tiene como finalidad honrar a los antepasados. Unos 30.000 faroles de papel brillante bordean el camino hasta llegar al templo, brindando al ambiente una luz delicada e íntima.
Agosto, el mes de las flores
El Festival del Girasol de Kiyose ofrece una vista panorámica de flores amarillas brillantes bajo el sol de verano, y es el evento más grande de su tipo en Tokio. El área, que mide aproximadamente 24.000m2, está llena de unos 100.000 girasoles, un espectáculo que resulta atractivo para el visitante cada año. Además del propio festival de las flores propiamente dicho, también tiene lugar un concurso de fotografía y se pueden visitar una serie de puestos con verduras frescas de verano y girasoles cortados.
Otro de los acontecimientos del mes de agosto es el Festival Awa Odori de Koenji, que tradicionalmente siempre se celebra el último sábado y domingo de mes como parte del Obon para homenajear a los ancestros. Se trata del segundo más grande de Japón después del que se celebra en Tokushima (Shikoku), que además es el más antiguo del mundo. La música es el pivote de todas estas celebraciones donde la danza tradicional “awa odori” es la principal protagonista de los desfiles de los grupos de coreografías o “ren”.