Estos trabajos están muy vinculados al desarrollo de los motores y cada vez se dirigen más a la optimización de los recursos para poder establecer un buen equilibrio entre las prestaciones del motor, el ahorro en el consumo y la reducción de emisiones. id:79052
Muchos son los esfuerzos que el sector de componentes de automoción está volcando en el
desarrollo de los sistemas de distribución, afirman desde ‘
Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), iniciativa formada por una veintena de los principales fabricantes de componentes de primer equipo que trabajan en una labor de sensibilización en pro de la seguridad vial.
Estos trabajos están muy vinculados al desarrollo de los motores, “y cada vez se enfocan más a una mayor optimización de los recursos para poder establecer un buen equilibrio entre las prestaciones del motor, el ahorro en el consumo y la reducción de emisiones”, explican desde la iniciativa.
En los trabajos de desarrollo de este sistema de componentes podemos encontrar “desde gestión electrónica de bombas de refrigerante, hasta variadores eléctricos de árboles de levas, pasando por poleas desacopladoras de sistemas auxiliares”, señalan desde ECEC y apuntan que todo ello se orienta al aprovechamiento de la energía en las condiciones óptimas de funcionamiento, minimizando pérdidas por fricciones e inercias.
Asimismo, atendiendo a la reducción de emisiones, destacan el desarrollo de soluciones como la generación de sistemas que funcionan en un baño de aceite o sistemas de gestión de correas accesorias para las últimas generaciones de motores híbridos suaves.
El mantenimiento del kit de distribución, clave para el funcionamiento del motor
El buen estado del sistema de distribución es clave para garantizar el correcto funcionamiento del motor y así evitar averías que conlleven reparaciones de coste elevado, explican desde ECEC, que, en este sentido, recomienda cumplir con exactitud, incluso con antelación, los intervalos de sustitución que marca el fabricante, más aún si se va a iniciar un trayecto de largo recorrido. Y es que, sobre este componente, el mantenimiento preventivo es determinante.
“El sistema de distribución no da señales previas al fallo o rotura, por lo que sobrepasar los intervalos de sustitución nos expone a averías graves del motor”, apuntan desde la iniciativa, que destaca que “esta no es solo una cuestión que comprometa nuestro bolsillo, sino también la seguridad de los pasajeros”.
La calidad del componente también es importante, pues “un sistema de distribución de calidad deficiente puede dar lugar a la rotura de piezas individuales como tensores o rodillos, lo que puede ocasionar un desplazamiento de la correa de distribución y su rotura por interferencia”. Según la iniciativa, “en este caso, se daría una alta probabilidad de rotura de elementos internos del motor, tales como válvulas o árbol de levas”, lo que llevaría a una avería grave del motor.
Los distintos componentes que forman parte de un sistema de distribución, es decir, no solo la correa o cadena de la distribución, sino también las poleas, guías y tensores, están todos ellos interrelacionados, por lo que si uno de ellos falla o simplemente no funciona correctamente, hará que los otros componentes se vean afectados y no realicen su función de forma correcta”, lo que conduciría, no solo a una avería, sino también “a un mayor consumo del motor y a la consecuente mayor emisión de CO2”. En este sentido, desde ECEC recomiendan reemplazar todos los componentes del sistema de distribución al mismo tiempo.
En cuanto a la seguridad, se ha de tener en cuenta que un fallo en el sistema de distribución afectará al motor, impidiendo su funcionamiento. Esto, en paralelo, provocará que los sistemas de seguridad activa del vehículo, tales como sistemas de dirección asistida, servofrenos u otros componentes electrónicos, cuyo funcionamiento depende del motor, dejarán también de funcionar.