La educación diabetológica para los niños y adolescentes con diabetes y sus familiares debe ser continuada e individualizada para prevenir complicaciones de salud. id:73886
En España se calcula que hay unos 12.000 menores de 15 años con diabetes mellitus, mayoritariamente de tipo 1, una patología en la que
las hipoglucemias suelen ser una de las principales complicaciones, de ahí la importancia de la formación y la educación diabetológica para su prevención y de cómo actuar ante un evento de este tipo.
Se considera que la persona con diabetes está sufriendo una hipoglucemia cuando hay un nivel anormalmente bajo de glucosa en sangre que, por norma general, se encuentra en un rango inferior a 70 mg/dl. Aunque no todos los niños y adolescentes con diabetes presentan los mismos síntomas, algunos de los más comunes pueden ser dificultad para respirar, palpitaciones, temblores, sudoración excesiva, palidez, dolores de cabeza o dificultades para hablar.
Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), recogemos las recomendaciones de los expertos, basadas en la importancia de actuar a tiempo y conocer todas las señales para afrontar unas vacaciones sin hipoglucemias. En este sentido, según los profesionales médicos, el verano es un factor en sí mismo que aumenta el riesgo de sufrir hipoglucemias en los menores, debido al aumento de la actividad física, a los cambios en los horarios de comidas y en las rutinas. El doctor Santiago Conde, pediatra en el centro de salud de Barbastro (Huesca), aconseja a las familias de los menores con diabetes “una mayor flexibilidad para adaptarse fácilmente a las nuevas situaciones y no tener miedo a retrasar los suministros de insulina si se tiene todo bajo control”. Además, explica que “lo primero que hay que hacer ante una hipoglucemia en menores y adolescentes es constatarla con el glucómetro, medirla y actuar con hidratos de carbono de absorción rápida, calculados dependiendo del peso de la persona, recomendándose en niños 0,3 gramos por kilo. A los 10-15 minutos, volver a medir para comprobar si ha remontado los niveles de glucosa en sangre y, entonces, proporcionar hidratos de carbono de absorción lenta para prevenir rebotes y otras hipoglucemias”.
Información y formación continuada
La educación diabetológica a los menores con diabetes tipo 1 y a sus familiares es crucial a la hora de evitar y saber actuar ante una hipoglucemia, sobre lo que Santiago Conde, recuerda que “si el niño está bien controlado y lleva tiempo sin sufrir complicaciones de su diabetes, la información sobre cómo actuar ante episodios de bajadas de los niveles de glucosa en sangre o cómo suministrar el glucagón debe ser constante y recordarlo periódicamente, es decir, mantener una formación continuada en el tiempo”.
Más allá del entorno familiar del paciente, en verano es importante que los niños y adolescentes con diabetes informen ellos mismos o sus familiares que tienen diabetes, especialmente en el caso de los adolescentes, ya que, tal y como indica Conde, “se han llegado a dar casos de pacientes que han salido de fiesta, han sufrido una hipoglucemia y su entorno no ha sabido identificar porque no eran conocedores de su patología, retrasando la actuación y poniendo en peligro la severidad de la situación”.
Pero no sólo la información y la formación debe estar presente y consolidarse en el colectivo de personas que padecen diabetes, sino que debe también extenderse a la sociedad en su conjunto, para saber identificar una hipoglucemia y cómo actuar. Tal y como indica Juan Francisco Perán, presidente de FEDE, “desde las asociaciones de pacientes trabajamos por proporcionar a los niños y familiares educación diabetológica para poder prevenir este tipo de episodios que tanto preocupan a los pacientes y a su entorno, a través, por ejemplo, de la realización de actividades como los campamentos de verano, además de luchar porque todos los centros que trabajan con menores cuenten con acceso a formación de calidad en la patología a la hora de prevenir hipoglucemias y otro tipo de complicaciones”.