Si bien el número de empresas que se enfrentan a insolvencias corporativas ha disminuido desde principios de año, su cuantía ha aumentado, tanto en términos financieros como en puestos de trabajo afectados. id:53333
Tras un primer trimestre difícil, marcado por las repercusiones del movimiento de los “chalecos amarillos”, el número de insolvencias corporativas en Francia disminuyó por cuarto año consecutivo. No obstante, Coface prevé un ligero repunte de las mismas para 2020 (+0,9%), principalmente debido a la desaceleración prevista en la construcción, que se vio fuertemente impulsado por las obras públicas en 2019, de cara a las elecciones municipales.
El impacto contrastado, en dos fases, del movimiento de los “chalecos amarillos”
A pesar de que el movimiento de los “chalecos amarillos” dio lugar a un aumento de las insolvencias corporativas a comienzo del año, las medidas fiscales adoptadas por el gobierno y el dinamismo del mercado laboral generaron un incremento del poder adquisitivo de los hogares y, en consecuencia, un agudo descenso de las insolvencias en los sectores dependientes del consumo, como los servicios a particulares y la venta minorista. Por su parte, el transporte continúa siendo penalizado por el aumento del número de insolvencias entre los choferes de taxi y el transporte por carretera; mientras que el sector automotriz ha observado un incremento de la cuantía de las insolvencias, a pesar de una disminución de su frecuencia. Esta aparente contradicción tiene su explicación en las dificultades encontradas en 2019 por los fabricantes de componentes para la industria automotriz, cuya cuota de mercado, a pesar de su limitado número, es significativa.
En términos generales, los primeros diez meses del año estuvieron marcados por el aumento de las insolvencias entre las empresas con una cifra de negocios superior a 5 millones de euros – concretamente, seis empresas con una cifra superior a 200 millones iniciaron procedimientos de insolvencia durante este periodo.
Un optimismo moderado por las perspectivas económicas
De acuerdo con la encuesta realizada por Coface en septiembre de 2019 entre directivos de la industria, las empresas francesas son relativamente positivas respecto a la evolución de sus flujos de efectivo para 2020. En lo que respecta a la economía francesa y, sobre todo, a la economía mundial, son mucho menos optimistas. Por ejemplo, la mitad de los directivos encuestados estima que su actividad de exportación seguirá viéndose amenazada, en mayor medida, por las tensiones comerciales y por el riesgo geopolítico, que por el Brexit o por una posible recesión de Estados Unidos. A pesar de estos riesgos, suponen que 2020 también ofrecerá oportunidades para la exportación, especialmente dentro de la Unión Europea. Mercado, este último,que las empresas consideran como más dinámico el año próximo por delante de América del Norte y Asia.