La actual ronda de negociación salarial ocupará un lugar central en las perspectivas de inflación del Consejo de Gobierno (CG) del BCE. Será una señal clave para el efecto de segunda ronda del actual repunte de la inflación, como dejaron claro varios miembros del CG, como la presidenta Lagarde, el vicepresidente de Guindos, Schnabel y el economista jefe Lane. id:80412
Los salarios negociados aumentaron sólo un 1,3% interanual en el tercer trimestre de 2021 (la media del primer al tercer trimestre es del 1,5%) y, según las últimas previsiones de la Comisión Europea (CE), la remuneración por empleado aumentó un 2,6% en 2021. Vemos claros indicios de un
crecimiento salarial significativamente mayor en 2022. Los sindicatos exigen una compensación por el aumento de la inflación del año pasado. Esto afecta, en primer lugar, a la economía alemana, donde la inflación se situó en una media del 3,1% interanual (superior a la media de la zona del euro, del 2,6%) el año pasado, mientras que los salarios negociados solo avanzaron un 1,7% interanual.
En Alemania, las reivindicaciones salariales para 2022 se sitúan en torno al 5% a doce meses para la industria gráfica y al 5,0- 6,5% para restaurantes o para el Nahrung-GenussundGaststätten. Es probable que otros sindicatos sigan con demandas similares. Por otra parte, el salario mínimo subió a finales de 2021 un 11%, lo que se llevará a cabo en dos etapas (a 9,82 el pasado 1 de enero y a 10,45 el próximo 1 de julio) e incluso hay cierta voluntad por parte de los socialdemócratas gobernantes (junto con los verdes y los liberales) de aumentarlo a 12 euros por hora, como prometieron en la campaña electoral. El salario mínimo cubre aproximadamente una cuarta parte de los empleados (según WSI Tarifarchiv) y también sirve de ancla para los salarios mínimos sectoriales que se negocian entre empresarios y sindicatos y que finalmente son declarados vinculantes por el gobierno.
Creemos que la presión salarial en Alemania podría ser destacada en comparación con otros países, pero que el crecimiento de los salarios aumentará también en otras economías, de modo que al final se añade una mayor presión al alza sobre la inflación. Esto iría en línea con la experiencia del pasado. Justo antes de que comenzara a desarrollarse la CFG, en 2008 la tasa de desempleo de la zona euro era del 7,6%, la inflación del 3,3% y los salarios negociados crecían un 3,5%. El economista jefe del BCE, Lane, declaró en una reciente entrevista que un crecimiento salarial superior al 3% no sería coherente con el objetivo de inflación del BCE.
Las expectativas de inflación se sitúan ampliamenteal objetivo
En el pasado, el BCE habría acogido favorablemente un aumento de la inflación como medio para normalizar las expectativas de inflación. Sin embargo, en la actualidad sus medidas preferidas de expectativas de inflación se ajustan en líneas generales al objetivo. La media de las expectativas de inflación a medio plazo (5 años) de los pronósticos profesionales se ha recuperado hasta el 1,9% y la media de enero de los basados en el mercado está en el 2,1% (5 años ILS) y en el 1,9% (a 5 años dentro de 5 años ILS). En general, los swaps ligados a la inflación están cerca o por encima del 2% desde el tramo de un año hasta el de 30.
La prima de liquidez en los ILS sesga un poco al alza estas expectativas de inflación. Pero, dados los riesgos al alza de la inflación, queda claro que no es necesario que el BCE haga subir más las expectativas de inflación. Por el contrario, existe el riesgo de que se desanclen.