Crédito y Caución recalca que el crecimiento de la morosidad y los impagos ante los retos estructurales del sector se dará incluso si se revierte el creciente proteccionismo y las limitaciones del libre comercio. id:49653
La caída de las ventas mundiales de vehículos y los importantes retos estructurales que afronta el sector impactarán de forma significativa en el riesgo de impago en la automoción. Crédito y Caución prevé que “en los próximos cinco años aumente el riesgo crediticio de muchos de los proveedores de la industria automotriz estructuralmente más débiles, lo que provocará un incremento de las tensiones de liquidez, la morosidad, y las insolvencias empresariales”.
La cuestión va más allá de la posible imposición efectiva de aranceles punitivos estadounidenses a los vehículos y a las piezas de los vehículos. El análisis de la aseguradora de crédito recalca que este escenario de deterioro del riesgo se dará incluso si se revierte el creciente proteccionismo y no se concretan las limitaciones del libre comercio. De acuerdo con el informe, que analiza en detalle la situación de doce mercados, la reorganización de la industria y la evolución de los hábitos de consumo podría propiciar “un grave deterioro de la situación financiera de todas las empresas de automoción a lo largo de la cadena de valor, incluidos los fabricantes de piezas originales”.
En un contexto de incertidumbre en torno a las tecnologías que prevalecerán en el futuro de la movilidad, el informe apunta que “serán necesarias grandes inversiones para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado” que ascenderán, solo en el segmento de los vehículos eléctricos, a cerca de 300.000 millones de dólares en los próximos años. Innovaciones como la conducción autónoma o la relativa simplicidad de los motores eléctricos, que utilizan muchas menos piezas que los motores de combustión, están atrayendo a actores ajenos al sector que cuentan con una fuerte capitalización y ventajas tecnológicas y propiciando una reestructuración de la cadena de valor.
De acuerdo con las previsiones contenidas en el informe, las ventas mundiales de automóviles disminuirán un 5% en 2019. Este contexto “supone un gran reto para la mayoría de los pequeños y medianos proveedores. Muchos de ellos se ven gravemente afectados por la actual recesión, ya que las ventas se han deteriorado y los márgenes, ya de por sí escasos, se han reducido aún más”.
Crédito y Caución confirma que los niveles de morosidad e insolvencia están creciendo ya entre los operadores que suministran los componentes menos valiosos a un solo fabricante.
En un horizonte a dos años, la aseguradora de crédito no prevé que el ajuste del sector conduzca a un deterioro grave de la situación del riesgo de crédito en España, donde la automoción es un sector de gran peso: representa el 10% del PIB y emplea al 9% de la mano de obra.