Los mercados bursátiles europeos se han estado recuperando como si una fuerte recuperación estuviera a la vista. El indicador de sentimiento económico de noviembre y los agregados monetarios pintan una imagen más mixta por el momento, aunque hay esperanza de mejorar. id:52663
Sentimiento hacia arriba, pero perspectivas de empleo hacia abajo
Con un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China esperado y con la esperanza de evitar un Brexit duro, los mercados financieros entraron en el último trimestre con un ánimo bastante optimista. La historia económica subyacente es, sin embargo, un poco menos directa.
El indicador de sentimiento económico de la Comisión Europea subió a 101.3 desde 100.8 en octubre, y eso fue un poco mejor de lo esperado. Todos los sectores, excepto la construcción, vieron una mejora de la confianza. Sin embargo, todavía no hay razón para sobreexcitarse. A pesar del aumento en el sentimiento económico en noviembre, todavía estamos por debajo del nivel de septiembre. El indicador de clima empresarial más cíclico incluso disminuyó a -0.23 desde -0.20 en octubre. Esto coincide con una nueva caída en la evaluación de los libros de pedidos en el sector industrial.
Las expectativas de empleo en realidad disminuyeron en todos los sectores, lo que podría tener un efecto moderador sobre el consumo. Las expectativas de precios de venta cayeron tanto en la industria como en los servicios, una señal de que las empresas de la eurozona todavía tienen poco poder de fijación de precios.
La economía de la eurozona en el purgatorio
El último lote de datos da la sensación de que la economía todavía está en algún tipo de purgatorio, y el jurado aún no sabe si la próxima fase será el cielo o el infierno. La buena noticia es que la economía de la eurozona ya no parece debilitarse más. Pero eso no significa que haya una fuerte mejora en el futuro, ciertamente no en el corto plazo. Dicho esto, al observar los agregados monetarios de octubre que también se publicaron hoy, hay esperanza de mejorar en el transcurso de 2020. De hecho, el crecimiento M1, que es uno de los mejores indicadores principales para la economía de la eurozona, aumentó a 8.4% en octubre desde 7.9% en septiembre.
En pocas palabras: la debilidad a corto plazo todavía es probable, pero la esperanza de mejora en 2020 no ha sido desaprovechada por las cifras de hoy.